pasión en la isla

Opinión:

Estamos ante una típica novela romántica con personajes típicos al cien por cien.
 
Cathy es una muchacha joven, impulsiva, caprichosa, presumida, coqueta, acostumbrada a que todo se haga según sus deseos, pero en el fondo es una joven inocente que no sabe nada de la vida, o por lo menos de la parte dura de la vida, pues siempre ha vivido, para su fortuna, en un mundo idílico y en el que nunca tuvo que conocer la miseria, el dolor y el sufrimiento.  Su padre, ante la imposibilidad de conseguir que su hija deje de coquetear con todo hombre viviente de Lisboa, decide enviarla a Londres con la intención de casarla con alguien perteneciente a su misma clase. Para convencerla tendrá que hacer uso de la imagen de los futuros bailes a los que asistirá y de la cantidad de jóvenes a los que conocerá. 
 
Jon es un apuesto pirata que, según vamos averiguando poco a poco tras la lectura, se encuentra en esta situación por los grandes problemas que tuvo en  su infancia y juventud. En principio parece el típico varón con el que todas soñaríamos: alto, guapo, musculoso, fuerte, con don de mando, temido; pero  al ir conociéndolo mejor van surgiendo sus aspectos más oscuros, que según para quien, pueden ser atractivos pero desde luego no deberían estar entre las virtudes de un hombre: posesivo, celoso, brutal. Está claro que no es un caballero.
 
¿Qué puede pasar entre dos caracteres tan parecidos? Pues está claro, una explosión de todo tipo de sentimientos. Por un lado, Jon sentirá una arrebatadora pasión por Cathy. Su sola presencia lo llena de lujuria, de forma que sin tener en cuenta que casi es una niña (bueno para la época ya estaría en edad de merecer) no duda en violarla, porque aunque él se empeñe en decir que ella también consintió eso es mentira.
 
A pesar de todo esto, Cathy acaba sintiendo una arrolladora pasión por Jon. Así la historia transcurre en un tira y afloja continuos, en la que ninguno de los dos quiere demostrar al otro sus sentimientos. De esta forma surgirán diversos malentendidos que ocasionarán mucho odio y rencor y sobre todo muchas ganas de vengarse, tanto por una parte como por la otra.
 
Ya sé que es una novela romántica y que muchas de las escenas son típicas, pero las vejaciones y humillaciones sufridas por Cathy no tienen parangón. En todo momento Jon la contempla, o por lo menos lo finge, como una prostituta. Cuanto están coqueteando la llama “zorra”. Mi gran pregunta es ¿cómo puede alguien acabar enamorándose de una persona así, por muy guapo y apabullador que sea? Desde luego, la lectura lleva a plantearse bastantes cosas y lo peor es que estas cosas suceden en la vida real.
 
La histora en sí es buena, salvando estos pequeños detalles y el hecho de que los personajes parecen un poco superficiales, demasiado frívolos. Original no es pero tiene sus puntos fuertes. Los diálogos son chispeantes y los personajes secundarios tienen un buen enfoque, aunque podría dárseles más partido.
 
La narración es muy fluida y la acción es muy dinámica lo que hace que la historia no decaiga en ningún momento y mantenga el interés por los protagonistas, aunque a veces puede resultar algo repetitivo.
 
Resumiendo una típica y entretenida novela romántica.
 
Mila L. Castelo