Los casos de Xunguiholmes

Opinión:

Tengo por costumbre utilizar los libros de muy diversas formas con el fin de estimular la imaginación o el juego de los niños, así que una de las cosas que suelo hacer es abrir libros ilustrados y pedirles a mis hijas pequeñas que encuentren cosas. Precisamente la colección de los Xunguis me da esto ya hecho, y es una maravilla. Algunos de vosotros recordaréis a Wally (¿Dónde está Wally?), pues los Xunguis son del estilo y no son nuevos; yo les conocí por un especial de cine de terror y ciencia ficción y este es el volumen nº 17 que en este caso está enfocado a jugar a detectives (xunguiHolmes, de hecho, es la excusa perfecta).
 
Tras cientos de personajillos se esconden los objetos robados en esta ocasión, pero Xunguiholmes no se limita sólo a cosas, también pide que se busquen personajes que se caracterizan por algo, y es que, en el fondo, lo que hay que localizar es a la banda de ladrones que se ha encargado de poner patas arriba la comisaría de policía del planeta Ceistan. Para ello también encontrarán escenas a descifrar, pistas a seguir, que los niños reinterpretarán para localizar a los malvados malhechores.
 
Este volumen, además, cuenta con otros escenarios donde se estimula la mente matemática del niño invitándole a hacer más de una operación de sustitución de números mediante un cálculo.
 
Otro de sus escenarios les invita a descubrir mediante las huellas que dejan, a quiénes pertenecen, y avanzar así en la resolución del caso o, simplemente, entretenerse y aprender jugando.
 
Pero, sobre todo, estimularán la observación y se pasarán horas entretenidos. Jugar a descubrir objetos y personas en la colección de los Xunguis no tiene por qué limitarse a lo que nos pide el volumen, se puede continuar el juego infinitas veces siendo los mismos niños quienes se pregunten unos a otros dónde localizar x dibujo, porque hay de sobra.
 
Al finalizar la obra el volumen ofrece las soluciones en planos con las localizaciones de aquello que se pidió que buscaran.
 
Pueden echarle horas y seguir disfrutando porque con los Xunguis es dificilísimo aburrirse.
 
Anika Lillo