un mal paso

Opinión:

Se trata de una novela policiaca con humor en la que los personajes tienen más defectos que virtudes, lo que les convierte en personajes más reales; incluso el perro de Fiz, Diderot, padece un cáncer que lo afea.

Estos personajes buscarán al culpable del asesinato, pero no todos con el mismo interés... por ejemplo Xavier no piensa en meterlo entre rejas sino que ve en el asesinato un modo de volver a ser un periodista renombrado.

El autor se ha servido de diferentes puntos de vista para utilizar dos tipos de narradores: por un lado está la primera persona, cuando se siguen las aventuras peregrinas de Xavier, y por otro lado, la tercera persona, con la que se informa al lector de los avances policiales de Suso, Carol y de las ideas no tan locas de Fiz.

Gracias a esa primera persona el lector se siente como se podrían sentir los lectores del periódico para el que trabaja Xavier: se desea saber qué le ocurre en el Camino de Santiago, con quién se encuentra, qué ve, cómo supera las recaídas... Mientras que la tercera persona marca una distancia con el resto de  los personajes, aunque eso no impide que el lector los comprenda y simpatice con ellos.

En la novela también hay sitio para el humor, que se hace presente sobre todo en el personaje de Fiz, sus excentricidades y la voz que le acompaña desde el principio de la novela, que algunas veces le guiará y otras le rebatirá sus movimientos. Tampoco son desdeñables los puntos del comisario y de su compañera Carol y el pensamiento final del deán sobre quién resuelve el caso.

No sólo el autor juega con los diferentes narradores sino que también la historia se complica cuando el caso lleva a los policías fuera de España, por lo tanto el espacio se amplía, llegan a Roma y más allá de Europa, y con las pesquisas de los policías estará el lector atento a todos los datos para descubrir al asesino.

Una novela policiaca de gente sencilla que se ve envuelta en un caso complicado pero cuya solución no es imposible. 
 
Susana García-Vaquero Sanz