las almas cambiadas

Opinión:

No conocía los cuentos de Papini y para mí han sido todo un descubrimiento, una serie de historias cortas de gran imaginación y originalidad que han producido en mí el mismo asombro que experimenté la primera vez que leí a Chejov o Cortazar, los dos autores de cuentos que más aprecio o admiro de todos los que he leído. Ninguno de los dos me han fallado jamás como cuentistas: creo que no he leído ni un solo libro de relatos de ambos que me haya decepcionado, aburrido, que no me haya impresionado o me haya regalado momentos absolutamente inolvidables. Papini entra por derecho propio en la terna de los autores de cuentos más importantes de mi vida como lector.

Si tuviera que comparar al Papini cuentista con alguno de estos dos autores, quizá estuviera más cerca de Chejov que de Cortazar. Del primero, comparte esa sensación algo amarga y triste que dejan en el lector la mayoría de sus historias y unos personajes abocados inevitablemente a la fatalidad. Del segundo, una cierta predilección por las tramas surrealistas, algo oníricas, aunque la poética de Papini tiene poco que ver con la del autor de "Final de Juego".

Quizá si hubiera un autor con el que Papini podría tener puntos comunes sería Buzzati, por ese sentido un tanto pesimista de la existencia humana y ese interés acusado por reflejar en muchos de sus textos el absurdo de lo cotidiano (Uno de sus libros de Papini se llama precisamente "Lo trágico cotidiano"), es decir, son cuentos con un fondo filosófico bastante profundo, que invita al lector a la reflexión. Pero lo bueno es que lo hace a través de una historias cuyas tramas funcionan por si solas, impactantes, poseedoras de una hermosa poética de lo sencillo, nada barroco ni complicado, de gran imaginación y originalidad.

Personalmente, aunque intuyo que estos cuentos sirvieron sobre todo como vehículo para que Papini expresara su opinión sobre la realidad, lo absurdo del mundo que le rodea, la sociedad que le tocó vivir o las personas con las que coincidía cotidianamente (sobre sus conductas egoístas, caprichosas, infantiles...), con lo que me quedo no es precisamente con ese trasfondo más o menos filosófico, que en muchas ocasiones a mí personalmente se me escapa en toda su profundidad, sino con las tramas absolutamente deliciosas de estos cuentos y con la sencillez narrativa del autor. Me interesa más por tanto cómo nos va contando estas historias, cómo las va desarrollando (con una fluidez maravillosa) y no tanto el que tras ellas haya una moraleja o a una cuestión sobre la que se me invita a reflexionar.

Digamos que este libro me ha entrado más por el corazón que por la cabeza.

De los cinco cuentos que conforman esta antología, me quedo sobre todo con "La Primera y la Segunda", porque me suelen gustar mucho los textos en los que se hablan de personas que se burlan, manipulan o juegan con los sentimientos de los demás. Se trata de una historia bastante amarga, que habla de la gran mentira que puede llegar a ser el amor. Conforme la iba leyendo me iba sintiendo más y más indignado, para terminar finalmente con una amarga (y maravillosa) sensación de tristeza.

De igual modo, me pareció curiosísima la tragedia personal de "Esperanza", una escritora que padece cada una de las desgraciadas que experimentan los personajes de sus novelas, por la historia en sí que se me antojó de lo más original, pero también por lo angustioso de la situación de esta mujer y porque es un personaje que, efectivamente, cuyo desenlace va abocado sin remedio a lo trágico, y lo que me impresiona precisamente es esto: lo inevitable de su destino final.

También de siempre me han interesado los cuentos que son difíciles de contar. En esta antología hay varios de este tipo. De todos ellos, me quedo sin dudarlo con "El Hombre Que Se Había Perdido A Sí Mismo", por el enorme esfuerzo de imaginación (algo que agrada sobremanera) para poder entrar en el juego que se me plantea en el cuento.

En realidad, no hay ni una sola de las historias de este libro que me haya causado desagrado, que no me haya provocado algún tipo de sentimiento. He señalado las que me han impactado, pero todo el libro me parece una joya absoluta, con la belleza de lo profundamente simple.