el exótico hotel marigold

Opinión:

En una sociedad que cambia constantemente, donde las tecnologías arrasan, donde el estilo de vida es cada vez más rápido y se tiene cada vez menos tiempo, donde la vida se encarece a marchas forzadas, los jubilados y las personas mayores pueden encontrarse perdidas y desatendidas. Aquellos que viven en residencias sienten que los han dejado allí porque molestan y el hecho de que sus hijos escasamente los visiten demuestra que están en lo cierto. Los que intentan sobrevivir con sus pensiones se dan cuenta de que les cuesta llegar a fin de mes y para algunos, incluso el mundo exterior les puede resultar incomprensible  y amenazador. Esta es la premisa de la que parte la autora Deborah Moggach para construir su Hotel Marigold. En una sociedad en crisis, no sólo económica, sino también moral, ¿quién cuidará de los mayores? 
 
El exótico Hotel Marigoldes una comedia que, como algunas comedias inglesas, mezcla el humor con la crítica. Y es esa crítica la que desencadena toda la trama que llena las páginas de esta novela. De la mano de diferentes personajes – el indecoroso y salido Norman; la entrañable Evelyn; Madge, la amante de la vida; el solitario Graham o la extraña Dororthy entre otros – descubrimos diferentes visiones de lo que supone hacerse mayor: el temor a no ser nunca más atractivo; a no ser necesitado porque los hijos ya tienen una vida demasiado ocupada y plena como para acordarse de los mayores; el temor de comprender que los años que quedan por delante están condenados a la soledad o a la mala compañía por temor a esa misma soledad… Una serie de males que cada personaje expone a su manera, con su propio lenguaje y sus recuerdos deambulando por las páginas y mezclándose entre ellos.
 
Sin embargo, a pesar de todos esos temores que descubrimos, los personajes de esta novela deciden abandonar la seguridad de sus hogares para adentrarse en la exótica India y en un hotel-residencia que tiene poco de convencional. Tanto la enfermera como el doctor que atienden a los residentes no están especializados en medicina geriátrica – curiosamente, la enfermera se preocupa más por los pies que por los dolores de estómago de sus pacientes, y el doctor sólo sabe recetar antibióticos –; el cocinero tiene problemas con el alcohol y el gerente está deprimido porque su mujer le hace la vida imposible. Y es que el punto fuerte de esta novela es la diversidad de personajes y personalidades que baraja la autora para darle cuerpo y profundidad a esta historia.
 
No obstante, hay que reconocer que, en según qué momentos, la autora utiliza ciertos tópicos respecto a la India que resultan excesivamente recurrentes y desgastados. Si bien es cierto que hay personas que afirman haber sufrido cambios en la manera de ver el mundo al viajar a la India, también es cierto que no es algo que le ocurra a todo el mundo y, en El exótico Hotel Marigoldparece que no hay un personaje que no se vea afectado de alguna manera, incluso los que pasan una estancia muy corta en el país. Parece que, según la historia que nos narra Moggach, la única manera de redescubrir las ganas de vivir – tanto en los mayores como en los jóvenes, que de repente sienten un afán por descubrir el amor y el sexo tras estar dos días en la ciudad de Bangalore – es viajar hasta el país hindú.
 
Pero a pesar de algunos tópicos, la novela tiene momentos en que la sonrisa aflora: las conversaciones entre los residentes, sus intrigas y sus secretos hacen que estés sentado con ellos en el jardín del hotel peleándote por conseguir una copia del crucigrama (magnífica imagen, por cierto). El exótico Hotel Marigoldes una novela escrita de forma fresca, intentando dar a cada personaje un tono distinto, tanto a través de su manera de ver el mundo como a través del estilo de su narración. En definitiva, una novela sencilla para las tardes de verano en las que uno puede viajar por el mundo sin necesidad de moverse del sofá. 

Inés Macpherson