gallinas nuevas en vino malo

Opinión:

A vista de pájaro, Damián Montes va mostrando episodios distintos de personas distintas, y lo hace con un lenguaje llano, directo, mordaz, soez incluso, pero al que no faltan toques de humor.
 
Asistimos a escenas caricaturescas perfectamente identificables y muy de actualidad. No podía faltar un alcalde corrupto elegido año tras año, ni sus vacaciones en el Caribe pagadas con dinero público, o la construcción de obras faraónicas innecesarias y perpetuamente inacabadas.
 
Pero en “la pequeña ciudad” viven muchas personas y cada una de ellas tiene sus secretos, deseos oscuros, problemas… o la vida anodina de una simple rutina.
 
Acudimos a noches de juerga de los discotequeros que sólo piensan en “colocarse” y liarse con una “piba”. Tampoco faltan trapicheos con las drogas, amores románticos, sexo gay y heterosexual, peleas callejeras, la obsesión de una mujer casada por sus pechos, deseos inconfesables de un cuarentón dominado por su madre facha y hasta visionarios que creen haber visto a la Virgen… Ese “caldo de cultivo” en un municipio liderado por corruptos y “amigos de…” va conformando una novela escrita sin un hilo conductor sino a modo de pequeños párrafos que hacen referencia a escenas concretas de personajes concretos, a veces con lazos de unión entre ellos y en otras no, pero todos habitantes de “la pequeña ciudad”.
 
La obra es atractiva. Me ha parecido una parodia de la sociedad actual con protagonistas actuales. Hay exageración, por supuesto, porque estamos hablando de una macro caricatura, pero el autor ha sabido encontrar ese difícil límite que permite disfrutar de la lectura identificando personajes y actitudes sin pensar que se lee un cuento inverosímil.
 
Creo que está escrita con bastante acierto, tiene sus toques de humor y, en definitiva, hace pensar en ese título de Calderón de la Barca: “El gran teatro del mundo”. 
 
Pilar López Bernués