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los documentos secretos de los legionarios de cristo

Ficha realizada por: Txema

Título: los documentos secretos de los legionarios de cristo
Título Original: (los documentos secretos de los legionarios de cristo)
Autor: José Martínez de Velasco
Editorial: Ediciones B


Copyright: Colección Crónica Actual ISBN: 84-666-1886-4
Etiquetas:

Argumento:

Tras su primer libro en torno a los Legionarios de Cristo, José Martínez de Velasco vuelve a la carga con un nuevo trabajo de denuncia de esta especie de secta fundamentalista fundada por Marcial Maciel Degollado, mexicano controvertido que parece contar, hasta ahora por lo menos, con la bendición del Vaticano a pesar de las denuncias que contra él han llegado por supuestos delitos de diversa índole. De ello, entre otras cosas, se ocupa esta obra.

Leer entrevista a José Martínez de Velasco

Opinión:

Tengo por norma, posiblemente equivocada y basada en prejuicios, desconfiar de los denominados libros de investigación o de denuncia y mucho más, si como en el caso que nos ocupa, están escritos por algún periodista.

Por la experiencia que he tenido con este tipo de lecturas, casi siempre decepcionante, he llegado a la conclusión de que, en la mayor parte de las ocasiones, tienen muy poco de investigación y bastante de una especie de "vendetta", sustentada en algún motivo inconfesable, contra alguien o algo. En definitiva suelen ser obras panfletarias, cuando no calumniadoras, que sólo se publican aprovechando una oportunidad informativa concreta. Después, afortunadamente, pasan al olvido absoluto.

Pero, a veces, uno no puede resistir la tentación y se pone con mente abierta y espíritu conciliador a la tarea de leer alguno de estos libros que profundizan, con más o menos acierto, en la actividad pública y privada de personas, personajes o instituciones. Este ha sido el caso con el libro que paso a comentar.

La obra está dividida en dos partes claramente diferenciadas: una primera en la que Martínez de Velasco aporta bastante documentación sobre los orígenes y estructuras organizativas de los Legionarios de Cristo. Como se trata de documentos de la propia secta o de su fundador, no hay motivo objetivo para desconfiar de su veracidad. Además, afortunadamente, el autor, opina muy poco sobre la cuestión y se limita a relatar una serie de hechos con bastante objetividad.

La segunda que, con seguridad, será la más controvertida y la que, desgraciadamente, atraerá más atención entre los lectores y los no lectores, se ocupa de casos de abusos y todo tipo de violencias que han cometido algunos legionarios sobre otros legionarios y también de algunos casos de pederastia. Voy a seguir el orden establecido en el libro y, por tanto, me ocupo de la aportación de documentos sobre algunos hechos.

Entre estos, está la posible irregularidad de la ordenación sacerdotal de Marcial Maciel y, también, la posibilidad de que los documentos presentados en su día ante la Santa Sede para el reconocimiento de la Legión de Cristo como una orden legal dentro de la iglesia, no se correspondan con los verdaderos, es decir, con los que se aplican en la vida del legionario.

Como ya he dicho, no tengo motivo alguno para dudar de la autenticidad de los documentos aportados por Martínez de Velasco y, por ello, el juicio que merece tras una lectura serena de los mismos la organización legionaria, sólo puede ser una: es una secta peligrosa y que debe ser investigada. Esto no significa en absoluto que todos y cada uno de los integrantes de esta secta sean peligrosos y deban ser investigados individualmente.

Estamos ante una organización de carácter secretista y oscurantista en la que sus integrantes son sometidos a un régimen disciplinario que en algún momento el autor compara con la SS alemana. Se queda corto. La SS alemana no desvinculaba, por ejemplo, a sus miembros de sus propias familias, más bien todo lo contrario, pero la Legión de Cristo, provoca una desnaturalización absoluta del individuo hasta convertirlo en una especie de robot a las órdenes, que son indiscutibles, de sus superiores. En esto sí es calcada de la SS.

Me ha dejado especialmente perplejo lo que Marcial Maciel en sus múltiples cartas y documentos de "enseñanza" y "guía", llama la necesidad y conveniencia de ser discreto y que supone la columna vertebral de todo el entramado legionario. No es otra cosa que la tiranía del silencio, de la obediencia ciega, de la anulación de la personalidad, del secretismo absoluto sobre todo lo que es la organización, en definitiva de la eliminación de la capacidad mental del ser pensante y, curiosamente, todo ello en nombre de Cristo. Por si todo esto ya fuera poco, además se practica un culto a la personalidad que ya lo hubiera deseado el mismo Stalin.

Está prohibido hablar con los familiares, se abre impunemente el correo, tanto el recibido como el enviado, se impide el cultivo de la más mínima amistad entre los propios legionarios, se induce a la delación, se elimina la intimidad, no se puede acceder a los medios de comunicación, no se puede salir de los centros salvo en casos muy especiales, se fomenta la avaricia y la falsedad y, en resumen, todo aquello que choca frontalmente con la doctrina de Cristo. Y lo peor del caso es que esto se está haciendo con el beneplácito, por acción o por omisión, de Juan Pablo II.

Para nadie es un misterio que el actual vicario de Cristo es un integrista retrógrado de tomo y lomo, pero su apoyo a la secta de Maciel es demasiado incluso para semejante ultramontano y es, por tanto, responsable directo de que continúe con su actividad pretendidamente apostólica y los daños que esto pueda ocasionar.

No sólo es que la secta de Maciel sea oscuranstista, sino que incumple la mayor parte de las normas canónicas y muchas de las propias de las constituciones de los países donde está asentada. La pregunta es ¿cómo se puede tolerar esta situación?

¿Por qué los miembros de la secta no pueden confesarse con un sacerdote ajeno a la legión? ¿Por qué no pueden recibir visitas? ¿Por qué tienen que hacer informes diarios de todo lo que hacen ellos y sus compañeros? ¿Por qué sus habitaciones no pueden estar cerradas jamás con llave y puede entrar el superior sin llamar? ¿Por qué entre las lecturas aconsejadas está "Mi lucha" (Hitler)? Todo esto debe ser aclarado.

La secta de Maciel debe ser investigada y, en el caso de que se comprueben toda esa serie de irregularidades, sometida al peso de la Ley civil por lo que corresponda a las violaciones sistemáticas de los derechos de los ciudadanos, sean legionarios o no.

Y voy con la segunda parte del libro, que es la que se refiere a los posibles casos de abusos, pederastia y todo tipo de vejaciones a otras personas por parte de miembros de la Legión.

Por principio, soy de los que aplico siempre el criterio, que tanto nos costó conquistar, de la presunción de inocencia y, por tanto, las acusaciones concretas recogidas en el libro que, son muchas y muy graves, tendrían que dirimirse en los Tribunales de Justicia. Rechazo con firmeza los juicios mediáticos paralelos.

He leído con detenimiento todo lo relatado por las presuntas víctimas de los abusos, entre los que podría haber casos terribles de violaciones sistemáticas de adolescentes que, de ser ciertos, no pueden ser considerados un pecado como ha pretendido siempre la Iglesia católica, para eludir su responsabilidad. Se trataría de delitos castigados en cualquier código penal y no pueden quedar impunes. La Iglesia podrá imponer el castigo que crea oportuno y los jueces el que la Ley determine.

Pero dicho esto, y sin tener tampoco inicialmente el menor motivo para poner en duda la veracidad de tales testimonios, el libro es en este aspecto más beligerante de lo que cabría esperar. Creo que el autor admite sin más como absolutamente ciertos los testimonios que ha recogido en su labor de investigación y esto, en mi modesta opinión, es un error.

Recopilar esas opiniones y transcribirlas es correcto pero, al mismo tiempo, se debe salvaguardar el principio básico de la presunción de inocencia a la que antes hice referencia y creo que en este aspecto hay algún fallo.

De los relatos me ha parecido especialmente penoso uno de ellos, de un ciudadano español que durante una visita que hizo de una semana al centro que la Legión tiene en Ontaneda (Cantabria) sufrió todo tipo de abusos, incluidas violaciones, al día siguiente de llegar. Digo lo mismo que con las normas que rigen la vida legionaria. Debe ser investigado sin más demora y aplicar la Ley sin dudas y sin complejos pero, antes, hay que comprobar la veracidad de todos estos hechos.

En todo caso, el libro, que es interesante, pone de manifiesto algo que creo es muy evidente. La vida en comunidades cerradas acaba por convertirse en antinatural, salvo para algunas personas de carácter muy especial, ya que el hombre es un ser que tiene que relacionarse por naturaleza. El oscurantismo y el aislamiento malsano a que son sometidos los integrantes de la Legión de Cristo tendrán indefectiblemente como resultado, que los acontecimientos nefandos que sucedan queden impunes a causa precisamente de su propia estructura.

Espero, confío y deseo que los que lean este libro no saquen consecuencias equivocadas del mismo y no se centren sólo, atizados por ciertos medios repelentes, en lo morboso y sí, en cambio, pidan justicia para las posibles víctimas y clarificación de las actividades de la Legión, que parece que ha gozado de demasiada impunidad.

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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