El misterio de la cripta embrujada
Título: El misterio de la cripta embrujada
Título Original: (El misterio de la cripta embrujada, 1979)
Autor: Eduardo Mendoza
Editorial:
Seix Barral
Colección: Biblioteca Eduardo Mendoza
Copyright:
Reseña realizada sobre la edición del Círculo de Lectores.
© Eduardo Mendoza, 1979
© Seix Barral, 2001
Edición: 1ª Edición, 2001ISBN: 9788432208157
Tapa: Blanda
Etiquetas: humor detectives género negro literatura española novela corta thriller
Nº de páginas: 192
Argumento:
Cuando el comisario Flores se encuentra ante un inexplicable
caso de desaparición de una cría al que ya años antes había tenido
que enfrentarse pero con otra niña, busca en un manicomio la
persona que necesita para que haga su trabajo y así no tomarse
molestias. El elegido en cuestión fue un chivato de la policía y a
condición de resolver el caso se le promete la libertad ansiada.
Héte aquí que cuando sale del manicomio se encuentra con un cadáver
que se le aparece en varios sitios y que su investigación tiene
visos de ser un plan urdido por la misma persona que la primera vez
hizo desaparecer a la primera niña del colegio de San Gervasio, una
institución de formación interna escolar llevada por monjas.
El susodicho descubre dónde está la primera niña desaparecida y
que su amiga más íntima lleva recluída en un pueblo desde el día de
la famosa desaparición. El hombre ata cabos, huye de quienes le
persiguen, y casi no se sabe cómo descubre el meollo del
asunto.
Es un desatino de tropiezos y divertidas escenas que de alguna
manera para él tienen sentido. Y vaya por Dios que descubre el
misterio que años atrás se quedó sin resolver. Las escenas
protagonizadas por este hombre son simpáticas, alegres incluso en
las más pesimistas, e inteligentes. Pero yo aún no sé cómo pudo
atar cabos, cómo demonios descubrió el caso. Será que no sirvo para
las suposiciones.
Opinión:
Anika Lillo
La primera vez que traté de leerlo no me gustó, apenas leí unas líneas. No era de extrañar porque en aquella época sólo me interesaban las novelas americanas.
Con unos cuantos años más cogí la novela y me sorprendió muy gratamente. Cuánto me hubiera gustado que toda la novela tuviera el humor que se aprecia al final (escena de la linterna y la butifarra, por ejemplo, o el inusual inodoro del viejo jardinero y la explicación de cómo mear por la ventana) desde el primer momento.
Cierto es que tiene humor y me he divertido, pero considero éste como un humor inteligente escondido en personajes vulgares, por otro lado, fantásticos (es genial la verborrea del pobre diablo -el protagonista- que sin tener estudios deja de piedra a cualquiera expresándose como un ministro).
Eva Nicolau
A mí también me costó bastante al principio, de hecho tardé una eternidad en leerlo, con lo finito que es, pero es que estaba en una época de vacas flacas, de todos modos, aunque me gustó, creo que empieza bastante plano, y es a partir de la mitad del libro que toma carrerilla y te deja al final con esa sonrisa tonta en los labios. A pesar de todo no creo que sea lo mejor de este autor.
Manel Haro
Esta novela me permitió conocer la obra de Mendoza y lo cierto es que me enganchó desde el primer momento. Cuando cogí el libro apenas me había adentrado en el mundo de la literatura y para ser de lo primero que leía, me resultó muy grato. Ahora que ya poseo más competencia literaria sigo pensando que es un libro para pasar un rato en grande. Unos personajes tan variopintos como el espacio donde ocurren los hechos: la Barcelona más suburbial. Una novela que recomiendo a todos los aficionados a la lectura.
Pilar López Bernués
Leí el libro cuando mi hijo iba al colegio y lo tuvo que leer. A mí no me gustó y me costó terminarlo, me pareció demasiado fantasioso. El título es lo que más me atrajo.
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