Un occidental en Japón

Opinión:

Lo cierto es que "Un occidental en Japón" no sólo sorprende por su contenido sino, también, por la magnífica edición que ha hecho la editorial Nocturna añadiéndole al texto unas hermosísimas ilustraciones, hechas por Akira Yamaguchi, que le dan un cierto aire retro. 
  
Japón es uno de esos países que siempre fascina. Como le ocurre a China, es conocido y desconocido al mismo tiempo. Desde Occidente tenemos una visión de Japón un tanto peculiar, conocemos sólo la parte más superficial, hay otro Japón más desconocido. 
 
Donald Keene es uno de los occidentales que más sabe sobre la Literatura y la cultura japonesas. En este libro que ha editado, como he comentado antes, Nocturna, comparte con el lector las memorias de su estancia en el País del Sol Naciente. Unas memorias, magníficamente prologadas por José Pazó Espinosa que no sólo nos hace una presentación del autor sino que ya perfila lo que para él significó Japón.
 
Desde la primera página te sientes atrapada por la historia. Yo siento una atracción especial por Japón de ahí que aún haya calado más este sentimiento, esta fascinación y este amor que Donald Keene siente por este país y su cultura. Él comparte con el lector cada detalle.
 
Es curiosa la forma en la que aprendió la lengua japonesa: en la guerra. Como la gran mayoría de los estadounidenses de su época luchó en la 2ª Guerra Mundial y lo hizo en Japón. Donald Keene empezó a interesarse por la escritura y lenguas niponas a través de los diarios personales de los soldados japoneses que encontró. Diarios que estaban prohibidos en el bando americano pero no en el japonés a quienes sus superiores les incitaban a escribirlos. Un soldado norteamericano no podía quedarse con estos diarios pero, Keene, hizo caso omiso. Tras la Guerra, y tras una serie de viajes que le llevaron hasta España, se instala en Japón.
 
Allí desarrolló su carrera. Como especialista en la literatura nipona pudo conocer a los grandes maestros de la misma como Yukio Mishima y Yasunari Kawataba con los que forjó una amistad, sobre todo con el primero.  Él narra detalles que aún acercan más al lector a ambos escritores.
 
La forma de escribir, la belleza de la edición, Japón... son notas que atrapan al lector y le hacen disfrutar intensamente leyendo "Un occidental en Japón". Además, es una obra con la que aprendes puesto que Donald Keene nos da a conocer aspectos del país y de la cultura nipona tanto conocidos como no tanto. A parte que es de esas lecturas que yo digo que tienen algo de "Zen" puesto que te relajan. Japón es conocido, su nombre original es ese, como "El País de la Suprema Armonía" esta armonía, este rasgo japonés de no acalorarse, de tomarse las cosas con calma y filosofía se dan también en los recuerdos de Donald Keene y se transmiten al lector. Tras acabar la lectura de estas memorias, sientes una sensación de paz y tranquilidad increíbles así como unas ganas locas de viajar a Japón.
 
Todo ello hace que sea una lectura deliciosa y, cómo no, altamente recomendable especialmente si sientes fascinación por Japón. Donald Keene te acerca aún más a este país y permite descubrirlo. Resulta interesante verlo a través de los ojos de un occidental. 
 
Ysabel M.