Anika entre libros

terminal

Ficha realizada por: Jorge Borondo

Título: terminal
Título Original: (terminal)
Autor: Brian Keene
Editorial: La Factoría de Ideas


Copyright: Madrid, 2006. ISBN: No definido
Etiquetas:

Argumento:

La vida de Tommy O´Brien sufre un vuelco cuando el médico le diagnostica un cáncer terminal y fulminante. Según los análisis, le queda un mes de vida como mucho. La sorpresa, el miedo y la tristeza inicial van dejando paso a una preocupación sobre el destino que le espera a su mujer Michelle y a su hijito una vez que él ya no esté. Si ya de por sí se encuentran endeudados hasta las cejas, no quiere ni pensar qué pasará cuando falte el sueldo de su maldito trabajo en la fundición. Por eso, cuando Tommy le cuenta a sus mejores amigos, Sherm y John, que está planeando robar un banco, en principio no parece una idea tan descabellada. Para Tommy supondría la salvación de su familia. Al fin y al cabo, él no tiene nada que perder. Para sus amigos, la posibilidad de salir de una ciudad muerta, donde no hay nada que hacer ni ningún futuro a la vista.

Opinión:

En la contraportada de esta novela, así como en diferentes publicaciones literarias a las que he acudido para realizar este comentario, incluyen a esta historia en el género del terror o el fantástico, quizás porque su autor, Brian Keene ha ganado el premio Bram Stoker en dos ocasiones y tiene unas cuantas novelas que versan sobre el horror y lo sobrenatural. Sin embargo, yo no soy de la misma opinión. Porque la historia trata sobre un perdedor que vive en una ciudad sin futuro, y de las dificultades que supone para él y su familia salir adelante a diario. Cuando además, desde el comienzo, a su mala suerte natural, se le añade la enfermedad terminal, la historia cobra tintes melodramáticos que tratan de suavizarse con la idea del robo al banco. Y es entonces cuando, definitivamente, se transforma en lo que parece un guión de un telefilm de Antena 3, de esos de los sábados después de comer. Es cierto que hay un elemento "sobrenatural" en la segunda mitad de la novela, que sigo sin saber muy bien cómo justificar o qué sentido tiene en la historia, que salvo ese hecho, se mantiene siempre en los límites de la realidad. Una historia nada original y que hemos visto mil veces en películas de televisión, con actores segundones y viejas glorias de series televisivas en los papeles principales.

Añade a eso un lenguaje plano y sin ningún interés (por mucho que el narrador en primera persona se justifique sobre su ignorancia, ya que no pudo ir a la universidad), unos diálogos previsibles y llenos de tópicos, y te preguntarás por qué hay quienes comparan a este autor con Stephen King. Ni en broma. Lo más interesante de la novela, y ojalá el autor hubiera incidido más en eso y menos en los lamentos de un protagonista que no nos interesa demasiado, es la descripción de una ciudad sin aspiraciones, sin vida y sin ambición, una especie de reverso o de "daño colateral" del american way of life, de la tierra de las oportunidades y la libertad y bla bla bla. Los verdaderos Estados Unidos, que nada tienen que ver con el glamour de Hollywood ni la intelectualidad cosmopolita de Nueva York. La América profunda, la que es parodiada en Los Simpson, la del americano medio que va del trabajo al bar y vuelve borracho a casa para olvidarse de una vida que detesta. Una sociedad que sólo cobra sentido en torno al dinero, principal valor y casi único, pues sin él, la mera existencia se torna trágica.

Todo lo demás, incluido el larguísimo relato del atraco no aporta nada y resulta en general pobre, aburrido, insustancial. Mejor no mencionar las sonrojantes "reflexiones" sobre Dios, la muerte o la religión, más propios de un estudiante de ESO que de un escritor. Sí, ya sé que la novela está escrita en primera persona, que el protagonista es iletrado y por tanto no puede ir más allá, pero ¿realmente era necesario incluirlas en la historia?

Por lo demás, es de justicia añadir que el libro se lee rápido porque su ritmo es ágil, su lenguaje sencillo y los diálogos ayudan a que todo se precipite (a veces puedes imaginarte perfectamente cómo sería el guión literario de tal o cual capítulo), pero no deja ningún poso, quizá porque el autor no lo pretenda. Tal vez sólo quiera que pasemos un rato entretenido con la lectura, y en ese sentido, lo consigue, aunque una vez llegas al final, lo olvidas con la misma facilidad y rapidez con la que lo has leído. Igual que ocurre con las películas de Connie Selleca o Candice Cameron.

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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