Abismos

Opinión:

Quien sigue a David Jasso se encontrará aquí con su esencia más pura, y disfrutará "Abismos" con total seguridad. Como gran fascinada de "La silla" puedo decir y afirmo que leer "El huevo", el primero de los relatos, es volver a la tensión más férrea, el horror más absoluto, a ese momento en que aguantas la respiración y tus ojos tienden a buscar por debajo alguna pista que rápidamente te diga cómo termina todo... pura tensión, puro Jasso. Creo que es con el único autor con el que mis ojos se pierden por debajo buscando nerviosos algo que todavía no quiere contarme, y tengo que volver arriba, leer lo que perdí en esas milésimas de segundo en las que se me escaparon los ojos porque no puedo sino leerlo entero, pero el hecho es que me ocurre con Jasso y me ha ocurrido con todos sus relatos. Es fascinante.
 
"Abismos" empieza con el Prólogo de Daniel Lonces, ese autor que todos conocemos por "La silla", y el guiño que comienza en estas líneas (al más puro estilo Stephen King ante su admirador número uno) continuará después con algunos detalles que descubriremos leyendo otros de sus relatos. Guiños a si mismo, guiños a sus obras y protagonistas, relatos unidos por algún motivo... Por ejemplo, cuando leemos "El tubo" vemos rápidamente la relación de esta historia con la anterior titulada "La bruma". Después, cuando estamos en "El cine", aparece otro guiño al propio Lonces... Es el juego de Jasso y a sus lectores nos encanta -para qué negarlo- descubrir sus guiños.
 
No suele gustarme mucho leer libros de relatos por lo desiguales que suelen ser, pero es que en "Abismos", aparte de la fascinación que me producen sus historias, los relatos son lo suficientemente largos para que no se acaban demasiado pronto, y lo suficientemente cortos para que no se alarguen en exceso.
 
Además, tanto el Prólogo como Unas palabras del autor, son relatos en si mismos, y relatos de terror, a medio camino entre la parodia y el horror.
 
Personalmente he disfrutado como una enana con "El huevo", cuya tensión va siempre in crescendo, "El tubo", que sabe explotar lo mismo sin que le sobre nada (y en ambos casos con finales sorprendentes) y la novela corta "La textura de tu piel", que por mucho que me hubiera esforzado en imaginar jamás habría descubierto por dónde iban los tiros, y eso me ha encantado. Los otros títulos son historias más básicas, de misterio e impacto ("La bruma" y "El cine") que también están muy bien, y en su conjunto es una auténtica delicia de terror que ningún amante del género debería perderse. Para mí, de hecho, la mayoría de estos relatos superan con creces a su premiado con el Ignotus, y es que Jasso se ha puesto las pilas y nos ha escrito historias fascinantes que te pueden dejar con los ojos abiertos como platos y hacer que contengas la respiración.
 
Anika Lillo