Anika entre libros

el libro de la gramática interna

Ficha realizada por: Inés Macpherson
el libro de la gramática interna

Título: el libro de la gramática interna
Título Original: (sefer ha-diqduq ha-primí, 1991)
Autor: David Grossman
Editorial: Debolsillo


Copyright: © David Grossman, 1991
© Random House Mondadori, S.A., 2012
Traducción de Ana María Bejarano y Jordi Font
1ª Edición, Febrero 2012 ISBN: 9788499893921
Etiquetas: adolescencia adolescentes autores escritores guerra guerra de los 6 días israelíes literatura israelí otras culturas

Argumento:


Aharon Kleinfeld es un chico como cualquier otro. Tiene un grupo de amigos del barrio con el que inventar pactos y correr aventuras tan extraordinarias y a la vez mundanas como entrar en casa de una vecina. Sin embargo, Aharon tiene algo que sus amigos no tienen: una imaginación desbordante y una capacidad de encadenar pensamientos y sueños uno detrás del otro, sin parar.
 
Lo que también le pasa a Aharon es que, cuando todos sus amigos y compañeros de clase empiezan a crecer, a acercarse a la adolescencia y a conocer el deseo, los secretos y a ansiar formar parte de ese mundo tan lejano en el que habitan los adultos, él no crece. Su cuerpo decide plantarse, no avanzar. Y mientras el mundo sigue girando y el país se prepara para la guerra de los Seis Días, él se debate en su interior por descubrir quién es, quién quiere ser y si su cuerpo se lo permitirá. ¿O es su interior el que lucha de hecho por seguir allí dentro, escondido de la madurez que amenaza a todo el mundo?

Opinión:


Sin duda, El libro de la gramática interna, es una obra, ante todo, peculiar. Escrita desde la mente de un niño condenado a no crecer, nos muestra un mundo distinto al que estamos acostumbrados a ver desde los ojos literarios de los personajes infantiles. Cargado de reflexiones de una profundidad que rozan la filosofía, Aharon deambula por su mundo interior observando a los adultos, a los que estudia y disecciona, descubriendo sus secretos sin tan siquiera ser consciente de lo que está compartiendo con el lector. También observa a sus compañeros, que crecen a una velocidad que a él no se le ha permitido tener, anclado en la niñez, intentando ser como ellos y a la vez luchando por no dejar de ser quien es. Porque, cuando se crece, cuando uno se hace mayor, ¿sigue siendo quien era o su gramática interior se desvanece, se transforma para ser alguien totalmente distinto?
 
La prosa de David Grossman consigue crear al lector la sensación de estar dentro de la cabeza de Aharon. Encadenamos sus pensamientos, que saltan de la elucubración a la realidad sin avisar, podemos cazar al vuelo hechos que afectan a toda la familia, sus sueños de ser un guitarrista o un futbolista, la preocupación por su abuela, cada vez más mayor o su fascinación por unas cartas con fotos eróticas que, según él, están en su casa porque las ha puesto allí un espía. Pero Aharon también nos muestra desde su visión la vida que él le imagina a su vecina Edna, solitaria y extraña, como él se siente.
 
Aunque en ciertos momentos resulta caótico con su deambular entre la realidad y su imaginación personal, el lector acaba por entrar en la mente de Aharon y en su mundo. Vemos a sus padres, a su hermana y a su abuela y descubrimos que cada uno de ellos oculta algo en sus gestos, en sus silencios… o al menos eso cree leer Aharon a través de la cebolla que lleva en el bolsillo para leer el pensamiento de los que le rodean. También a través de sus ojos observamos la evolución de sus amigos, sobre todo de Guidon, del que se aleja y al que se acerca por partes iguales. Porque Guidon ha crecido un poco, quizás no tanto como los otros, y ya forma parte de ese mundo en el que Aharon no está, aunque a su vez sigue siendo, o queriendo ser, un poco niño. Porque los niños pueden no ver los problemas de los mayores; los niños pueden no ver la guerra o intentar huir de ella como Houdini
 
El libro de la gramática interna es un libro con una escritura cuidada, aunque a veces densa, que se adentra en reflexiones tales como qué significan los valores, la madurez o qué es realmente lo que nos define como personas. La lucha de Aharon por seguir siendo  niño y a la vez crecer para no quedarse al margen; su necesidad, su deseo de no ser como sus padres, de no destilar esos secretos y esa hipocresía, de tener una gramática propia, una definición propia de quién es realmente, es una manera de preguntarse a sí mismo y de preguntar al lector por unas dudas que son universales y que quizás se resuelvan al final del libro. O quizás no. Porque, ¿quién tiene la respuesta a semejantes preguntas?
 
Inés Macpherson

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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