todo los profesionales

Opinión:

Todavía se veían monjas y tricornios por las calles cuando comienza este volumen que reúne las tiras de tres años distintos de trabajo, 2001, 2003 y 2004. Cuando finaliza huele a revolución, a manifestaciones, a minifaldas, a modernidad, a deseo de libertad... Un repaso histórico a través de las vidas de unos dibujantes de tebeos de la España franquista.
 
Todo el mundo conoce hoy a Paco Roca; él ha enseñado a nuevas generaciones cómo fue la vida de los profesionales del tebeo cuando comenzaron. Carlos Giménez se le adelantó hace ya mucho, pero lo hizo a su manera: puro sentido del humor “del suyo”.
 
Cuenta que los personajes que aparecen en “Todo Los profesionales” no son reales pero que las anécdotas sí lo son. Me parto de risa ahora sólo con recordar algunas de éstas. Me pregunto si es cierto que uno de ellos se quedó sin nariz cuando se hizo la cirugía estética, o si eran tan cabritos como para gastar bromas tan pesadas, o si hubo un dibujante que pedía dinero a su jefe por la enésima muerte de su padre.... Impagable la historia de Román, delatado por su novia a sus padres para que conocieran para qué había hecho un agujero en la pared que hacía coincidir sus habitaciones... o la del moroso que tenía con su mujer una táctica para deshacerse de los que venían a casa a cobrar deudas.
 
Pícaros, gamberros, demasiado vagos para ser tan pobres... así son los personajes caricaturizados por Carlos Giménez. Unos personajes que, obviamente, no habrán sido tal cual en su vida, pero que mucho de ellos sí ha debido quedar plasmado en este enorme volumen donde hay más humor que drama, aunque a veces ambas cosas vayan cogidas de la mano.
 
Anika Lillo