los días de colores

Opinión:

Al principio me costó mucho comenzar a leerme Los días de colores y más sabiendo que iba detrás de la película de Camino y no delante. Por lo que mi cuñada me "robó" el libro para leerlo mientras yo me hacía con el film. Transcurrido un breve período de tiempo y mi cuñada que me devolvió el ejemplar, lo leí. No me gustó mucho que en el primer párrafo te digan que Camino muere, pues yo esperaba que al final hubiese un poco de felicidad, pero la verdad es que se veía venir.

Los días de colores es una historia triste, conmovedora y con gran carga emocional. Tuve que dejar su lectura cuando hablan de Alejandro: un bebé de seis meses que también sucumbe ante el cáncer atronador. (Muchos sabrán los motivos que me hicieron tener un escalofrío por lo largo de mi espina dorsal). Recuperada del "shock" por llamarlo de alguna manera, le di otra oportunidad al libro. Me sumergí en las vivencias de Camino, en esa narración tan hermosa que te hace creer que es verdaderamente una niña quien está contándote su historia, de su madre carcomida por dentro por el Opus Dei y de su hermana mayor Núria, que se enclaustra en una de las casas que tiene la organización tiene repartidas por el mundo. El Opus Dei es una parte muy polémica del libro, como lo fue en su día en la película. De hecho tiene muchos retractores a la par que defensores, yo no puedo ser neutral en este terreno, pues el párroco de mi pueblo pertenece a él y desde entonces no he vuelto a pisar la iglesia. Me da directamente yuyu, pero sigo con el libro... José, el padre de camino es una persona muy trabajadora y que ve que su familia se rompe, con su mujer atrapada en la red de una araña gorda y fea y que su hija mayor también lo ha hecho. Camino se diluye en el agua debido al cáncer y la desesperación le puede.

Fesser y García han dotado de tal fuerza a sus personajes que llega un momento en el libro que te olvidas de que estás leyendo una ficción y que estás viendo en un segundo plano la historia que han vivido estas personas. La alegría de vivir que tiene Camino es tan grande, que si pudiera iluminarnos no existiría jamás la noche. Los días de colores me ha hecho llorar mucho. Me ha gustado cómo han sabido perfilar a los personajes y que cada uno domine una prosa diferente, que quizá pase un poco desapercibida cuando te empapas de la historia, pero que los autores han sabido dotar de forma maravillosa y darles vida. Cosa que no ocurre siempre con otras historias donde los personajes resultan planos, anodinos y nada creíbles.

No es un libro de mi género favorito, pero ha resultado una lectura entretenida, aunque un tanto dura por los temas que se han tratado... creo que ahora estoy lista para empaparme de nuevo hacia una historia de fantasía pues, por lo menos en ellas, al malo le puedes dar de palos.

No apta para personas sensibles que tienen familiares o han tenido que luchan contra el cáncer.