Anika entre libros

el libro en el que desapareció el mundo

Ficha realizada por: Patricia Rubiera
el libro en el que desapareció el mundo

Título: el libro en el que desapareció el mundo
Título Original: (das buch in dem die welt verschwand, 2003)
Autor: Wolfram Fleischhauer
Editorial: Ediciones B


Copyright: © Wolfram Fleischhauer, 2003
© Ediciones B, 2011
Traducción de Lidia Álvarez Grifoll
1ª Edición, Noviembre 2011 ISBN: 9788466649827
Etiquetas: alemanes autores book conspiración conspiraciones ebook e-book escritores filosofía libro electrónico literatura alemana literatura germana logias medicina secta sociedades secretas

Argumento:

En la Alemania de 1780 el joven médico Nicolai Röschlaub es el encargado de investigar unas misteriosas muertes causadas por un veneno desconocido. Las pautas de la enfermedad y su contagio le desconciertan hasta el punto de no encontrar explicación lógica. Al mismo tiempo alguien parece empeñado en destrozar los carruajes del servicio de correos, sin robar, asesinar o causar daño alguno, simplemente los queman hasta reducirlos a cenizas. Cuando Nicolai descubre qué tienen en común estos hechos, se verá envuelto en una intriga que parece afectar a las más altas esferas de la política.

Opinión:


Se suele decir que la información es poder pero, realmente, el conocimiento es poder ya que de nada sirve tener la información correcta si uno no sabe cómo manejarla o cómo sacar provecho de ella. Sí, el conocimiento es poder y eso entraña un peligro enorme ya que saca a las masas de su abotargamiento y las convierte en hordas ávidas de respuestas a preguntas que hasta entonces no se habían formulado. Por eso “El libro en el que desapareció el mundo” es un fiel reflejo de que el sueño de la razón produce monstruos en todas las épocas, ya sean pasadas, presentes y futuras.
 
En el marco de una Alemania fragmentadísima a finales del S. XVII, con el Imperio Austríaco en constante tensión con Prusia y regiones circundantes, con un total dominio de la religión, la superstición y la abstracción, los Ilustrados son considerados hijos del demonio hasta el punto de ser llamados en muchas ocasiones Luciferinos y sus ideas poco menos que una locura. ¿Qué ocurre cuando en este contexto se introduce un elemento extraño, un veneno capaz de aniquilar a las personas sin dejar rastro y cuyo contagio es de una virulencia tal que nadie puede escapar? Eso intentará descubrir Nicolai, al igual que millones de europeos hicieron después de él porque, sí amigos, ese veneno, ese mal se extendió vertiginosamente por el viejo continente sin que nada ni nadie pudiera evitarlo.

Sabemos que se puede morir por una idea, hay millones de ejemplos que lo demuestran pero ¿se puede llegar a matar para que una idea no vea jamás la luz? En la época en la que Fleischhauer nos sitúa, con el pensamiento abstracto como único señor, con la idea de la irrefutable, omnipresente e indudable existencia de Dios en lo más alto, con la Medicina, la Filosofía, la Astronomía y demás ciencias en pañales, categóricamente sí. “El libro en el que desapareció el mundo”  nos ofrece esa visión de un mundo acomodado en sus cimientos de analfabetismo controlado, en el que se decapitaba, sentenciaba y ajusticiaba a todo aquel que tuviera una idea contraria a la establecida, en el que el pensamiento peligroso jamás salía de las cabezas y así no había tenido lugar, en el que, en definitiva, el empirismo y la razón aún no existían… hasta que alguien habló de ello.

Este es el veneno que infectó a millones de personas en Europa hasta la llegada de la Revolución Francesa, el razonamiento práctico, el empirismo, el pensamiento concreto en oposición al abstracto, el pleno convencimiento de que el mundo era un reflejo de nuestras ideas y no al revés y, en especial, la demoledora teoría de que Dios no existe son los argumentos que llevan a un grupo de personas, integrantes todos de sociedades secretas, a acallar una idea que pugnaba por derrumbar el mundo tal y como se le conocía.

A lo largo de casi quinientas páginas nos acompañarán Ilustrados, Rosacruces, Librepensadores, intrigas políticas, sectas dañinas que no saben que lo son, en un compendio de la lucha que nuestro continente mantuvo a lo largo de los siglos y en el que, por desgracia, sí se podía matar por manifestar una idea. Matar e impedir que el resto de humanos juzgáramos la valía de tal teoría es algo inherente a la oscurantista Europa que presenciamos, quizás por eso la gente que leía era tan peligrosa.

Para todo ello el autor emplea un lenguaje sencillo, lejos de los complicados adoctrinamientos filosóficos, con un cruce de tramas magistral que nos zambulle de lleno en esa parte de la Historia en la que el Miedo era el regente auténtico, con una estructura ágil e inteligente que hace que uno quiera seguir leyendo un capítulo más, sólo uno, y luego otro, y otro, hasta que ha llegado al desenlace sin darse cuenta; y es que la ficción  aquí narrada atrapa tanto (o más) que la realidad que rodeó a los protagonistas de entonces. Un ejercicio sobresaliente de ficción narrativa dentro la Historia, con una cuidadísima documentación y ambientación que hace que nos olvidemos de la abominación que Dan Brown cometió a la hora de hablar de Rosacruces, Iluminados, Masones y demás logias. Fleischhauer ha extendido el veneno con el mismo resultado que uno de los personajes de su libro.

Ahora bien, el libro tiene una pega que se traduce en mi particular tirón de orejas para la editorial. La sinopsis destripa la trama, el misterio, y el desenlace del libro, de una manera tal que es casi denunciable, la contraportada revela todos y cada uno de los detalles que el lector ha de ir descubriendo, un error imperdonable que desluce el buen trabajo realizado por el escritor. Por suerte el libro puede sobreponerse para un lector que busca una buena historia, bien escrita pero no para aquel que sólo busca entretenimiento. Así que si veis este libro en una estantería apoderaos de él sin duda, pero no leáis su argumento.

Se necesita recordar el pasado para no repetir errores en el futuro, debemos ser conscientes de nuestro peso dentro del universo, tenemos que saber en todo momento que un pensamiento, aunque no se haya pronunciado en alto, es la semilla de algo realmente poderoso… o venenoso. Necesitamos que alguien vuelva a escribir “El libro en el que desapareció el mundo”, parece que el anterior lo han olvidado muchos.

Patricia Rubiera

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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