la huella del hereje

Opinión:

La huella del hereje  es un volumen muy bien escrito en el que puede verse que la autora domina el lenguaje y el vocabulario. Sin embargo, se queda en eso: en una perfecta narración carente de sentimientos. La prosa es fría y distante y no llega al lector, no le mueve, no le dice nada. Es como contarle una historia mirando para otro lado.
 
Me ha extrañado el uso de frases demasiado largas. La autora se ha decantado por utilizar la estructura de thriller (con un asesinato en las primeras páginas) y, sin embargo, no emplea oraciones cortas y contundentes que impriman velocidad al texto, más bien prefiere las largas, con lo que consigue ralentizar todos los movimientos y la historia pierde frescura.
 
Hay algo que no puedo dejar de pasar por alto porque algún lector me lo podría echar en cara y es el hecho de que Susana Fortes ha escrito un breve volumen de apenas 300 páginas con la letra muy grande que parece un remake a la española del archiconocido best seller de Dan Brown: con muerto en un recinto sagrado y un poli que no se aclara mucho. Pero, a diferencia del escritor norteamericano, la española ha tenido ciertos problemas con la trama, que se acerca más a una novela negra con empresas que atentan contra el medio ambiente y periodistas muy cotillas que se creen por encima de la poli que, sin embargo no concluye satisfactoriamente.
 
Y el problema que se ha encontrado es que su obra contiene temas secundarios que no llevan a ninguna parte, como caminos cortados que exasperarán al lector. Ni siquiera podemos hablar de “pistas falsas”, como en las buenas novelas negras, son simplemente caminos que no conducen a ningún sitio; como es el caso del robo de un manuscrito propiedad de la catedral de Santiago, el tema de la empresa de fertilizantes que se dedica a hacer vertidos fraudulentos o la pedrada en la cabeza al poli. En el fondo, tras finalizar su lectura me ha quedado un sabor agridulce por no saber lo que la autora quería contar.
 
Igualmente, hay un cierto parecido entre su protagonista y la de la trilogía Millenium del sueco Stieg Larsson. Me queda la duda de si se trata de reconocimiento hacia otros autores y otras historias o, simplemente de una carencia de imaginación para tramar argumentos propios.
 
Cabe destacar que por encima del estilo general de la obra sobresalen algunas frases que permanecerán en la memoria del lector; muy poéticas, pero con ciertos problemas en su comprensión: “…odiaba los domingos. Siempre le habían parecido días desterrados del infinito”. Yo aún no he conseguido desentrañar el significado de esos días que están “desterrados del infinito”. Sin embargo, otras son muy buenas: “no le dolía la muerte, le dolía la vida”, “era uno de esos días en el que el tiempo se desliza por una pendiente”,…
 
En general, nos encontramos ante un volumen muy correcto que nos cuenta una historia que no nos llegará al alma.
 
Gemma Nieto