los bravos

Opinión:

Es una obra realista al cien por cien. Las descripciones de los personajes, de los paisajes son perfectas. El autor nos sabe trasmitir excelentemente el persistente e insoportable calor del pueblo, las dudas de algunos de sus personajes, el aburrimiento, la claustrofobia de unos seres prisioneros en un lugar del que no quieren ni pueden escapar. Tan sólo los más jóvenes, como Pepe, parecen albergar cierta esperanza al respecto.

Fernández Santos se basa para ello en un pueblo en el cual residió mucho tiempo: Cerulleda. Por ese motivo, refleja estupendamente la vida en un pequeño pueblo del norte de España, que aun no ha superado las secuelas de la guerra civil. Asistimos por tanto a las actividades clandestinas de algunos de sus habitantes: mercado negro, pesca ilegal... En ese aspecto es también importante la figura del viajante, reflejo de una España que se vale de la estafa o la picaresca para sobrevivir. De igual modo, está muy cuidado el modo de expresarse de la gente de la aldea.

No existe un conflicto central, sino pequeñas historias cotidianas que no alcanzan la categoría de tragedia. Esto no me parece mal, pero por ese motivo no me llega a apasionar demasiado finalmente. Nunca llega la sangre al río, ni siquiera en los momentos finales en los que parece que las situaciones planteadas podrían dar más de sí.

Por otro lado, el ambiente que describe, lo que se nos cuenta, es tremendamente triste y deprimente. Me parece lógico y normal. No digo esto en plan negativo. Pero si es cierto que yo como lector prefiero que me conmuevan a que me depriman. Y la frialdad con la que está expuesta la historia me invita más a la segundo que a lo primero.

De todos modos, ha sido muy interesante de leer, sobre todo por las razones expuestas al principio.