te quiero verde

Opinión:

Lo primero que me llamó la atención de este libro fue lo mucho que me recordó a las historias de ese nuevo genero literario surgido en los últimos años y bautizado como “Chick Lit“. Es decir, me sonaba un poco a libros como El Diario de Bridget Jones y otros similares que tanto han proliferado últimamente en nuestras librerías. Lo curioso es que el volumen que nos ocupa fue publicado en 1958. Es decir, cincuenta años antes de que el “Chick Lit” surgiera y tuviera tanto éxito.

¿Es este libro un precursor de ese género literario? Nada más lejos de la realidad. Si bien es verdad que mantienen puntos en común como que la protagonista es un mujer joven, con ganas de vivir, de encontrar pareja y con muchas dudas respecto a lo que quiere que sea su vida futura, no se parecen en nada en el resto. Sally Jay no tiene problemas de peso, ni de autoestima. No sabe que hará en el futuro pero tiene claro qué es lo no que no quiere que le suceda y camina con paso firme por París, con el pelo teñido de rosa.

Durante su estancia conoce a distintos personajes, muy marcados y atrayentes, muy dispares entre si, que la ayudarán en travesía vital y de los que irá extrayendo lecciones que le serán muy valiosas.

Sally Jay no es un personaje histérico, como Bridget Jones que sólo vive para mantener el peso adecuado o para ligar con el amor de su vida, ni una tonta puritana de la Norteamérica de su época. Es una mujer joven, fresca, con un humor vivo y ácido que está dispuesta a aprovechar todo lo que la vida le pone a su paso en un París plagado de oportunidades para ella.

En resumen, esta novela te hace pasar un buen rato mientras acompañas a Sally Jay por su periplo vital. 
  
Esther Gassol