biblioteca nacional

Opinión:

Me ha gustado mucho leer “Biblioteca Nacional”, he disfrutado de la trama y de la forma en que está escrita. Sabía que el argumento contenía ciertos tintes fantásticos y que la mayor parte de la acción se desarrollaba en el interior de la BN española. Comparto con Mario la misma formación universitaria y muchos intereses profesionales y personales en este ámbito, así que la esperaba con ganas, y me había formado unas expectativas bastante altas que la lectura, sin duda, ha superado con creces.
 
“Biblioteca Nacional” me ha parecido una novela dinámica, muy bien escrita, con una prosa madura y muy fluida. El texto está muy depurado por lo que la lectura es rápida y ágil. Quizá aún sea pronto para decidirme pero creo que me ha gustado incluso más que su anterior libro, “Cuento kilómetros”. Ambos tienen como nexo común la experiencia vital de su autor, Mario Crespo, quien en “Cuento kilómetros” aparecía y desaparecía de una forma sigilosa y tenue, pero que en “Biblioteca Nacional” aparece como personaje de continuo y sin disimulos.
 
El protagonista, Pablo Villa, es claramente el alter ego de Mario en la novela: se trata de un chico joven, con formación universitaria en Biblioteconomía y Documentación, con fuertes intereses literarios, de origen castellano pero con residencia y trabajo en la ruidosa e insomne capital de España, todo coincide. Pero la autoficción no acaba aquí, ya que otro personaje llamado Mario Crespo, surge de continuo a lo largo de toda la trama, actuando como una suerte de doppelgänger del protagonista, alguien que a través de Internet parece seguir sus pasos o, mejor dicho, adelantarse a todas las ideas, pensamientos, decisiones y acciones del protagonista, provocando que Pablo crea sufrir en ocasiones manía persecutoria.
 
Pero “Biblioteca Nacional” no es sólo una entretenidísima novela con tintes de ciencia ficción que engancha desde la primera hasta la última frase. También es un emotivo homenaje a sus amigos, esas personas que como él comparten intereses literarios y que cada día dedican muchas horas de esfuerzo para conseguir hacerse hueco en los estantes de las librerías y llegar a los lectores: son escritores y sus parejas y amigos, que tienen las mismas ilusiones y recorren el camino juntos.
 
También es un reflejo y una crítica feroz de la sociedad actual, que impide que los jóvenes accedan a un puesto de trabajo acorde a su formación una vez terminados los estudios: de la universidad pasan a engrosar las listas del paro o, en el mejor de los casos, consiguen un puesto de becarios con una remuneración irrisoria o desempeñan puestos de baja cualificación o que nada tienen que ver con su formación e intereses personales. En esta situación, la existencia se torna fría y gris, complicada y cuesta arriba: lejos del hogar, pagando a duras penas el alquiler en una ciudad distinta que se antoja inhumana y fría, despojado de todo lo que puedes considerar tuyo... ¿sería acaso éste el mundo ideal? Desde luego que no.
 
Por supuesto, una vez más, me descubro ante el impecable trabajo editorial que ha hecho Eutelequia, y rescato para finalizar el homenaje inicial que abre la novela: Mario se la dedica a todos los autores inéditos y eso, para mí, es un comienzo inmejorable. Todo inicio es complicado y aún queda mucho camino por recorrer, pero conservar la humildad es el mejor compañero de viaje. Hay tanto por descubrir... 
  
Mar López