memorias de un preso

Opinión:

Debo decir que no he sido nunca un admirador de Mario Conde, y menos aún en la época en que era un auténtico triunfador, y ello a pesar de estar en edad de hacerlo. Ni su triunfo, ni su personalidad, ni en general su porte me parecían en absoluto interesantes pues siempre me pareció que todo el secreto del mismo era el dinero; su entrada en prisión y en general sus circunstancias personales posteriores me hicieron acercarme al personaje e interesarme, consiguiendo captar mi atención.

Este libro nos aporta dos aspectos sobre su autor, y que son bien distintos.

Por una parte el libro es en gran medida una queja, una reivindicación sobre los injustos padecimientos judiciales, en primer lugar por la injusticia en si de su ingreso en prisión ya que entiende que no es culpable de ninguno de los delitos, y en segundo lugar por determinados “detalles” que padeció en prisión.

Por otra parte el libro es una reflexión y un “compartir” con todos, las circunstancias vividas en prisión y en cierta medida, y aunque el autor no lo diga expresamente, la transformación de Mario Conde.

Respecto a la parte reivindicativa y lógicamente de menor interés, solo puedo mostrar mi sorpresa e indignación con determinadas circunstancias: es ilógico que una Sentencia condenatoria se dicte prácticamente a las 24 horas del juicio, es ilógico que ingrese en prisión con una celeridad manifiesta cuando no hay riesgo de fuga y es ilógico e injusto que se deniegue un permiso de salida cuando evidentemente hay todos los condicionantes para obtenerlo.

Respecto a las condenas en si, entiendo que el autor se reconozca inocente, pero no teniendo acceso al proceso en si, desconociendo profundamente las Sentencias y no siendo tan importantes para mí, no debo opinar.

Respecto a la parte reflexiva, y en general a la que trata sobre su paso por prisión, es sumamente interesante y hay dos aspectos, lo que es propiamente su vida en prisión y lo que fueron sus sensaciones o pensamientos.

El autor trata de que todos entiendan que su paso por prisión no fue un camino de rosas como muchos han querido manifestar y que tuvo que trabajar haciendo labores que quizás jamás hubiera pensado. Y esa parte es sumamente curiosa; conocer el Mario Conde que barría su celda, que servía cafés a los internos, que se enfrentaba a algunos de ellos, en suma lo que es una vida en prisión.

Y junto a esa vida en prisión y quizás de mayor valor las reflexiones vitales de un hombre que lo fue todo y que ahora estaba en la cárcel; podremos leer con sumo interés incluso reflexiones desde la misma celda, y reacciones antes las injusticias padecidas.

Podremos de camino conocer cómo funciona una cárcel (tiempo de paseo y los controles), terminología carcelaria (por ejemplo los chabolos que son las celdas), y también cómo funcionan los “alojamientos” de tercer grado cuando solo hay que acudir a dormir.

En suma un libro para conocer un nuevo Mario Conde, ya que el mismo en entrevistas y comentarios, incluso veladamente en el mismo libro, no solo no reniega de su paso por prisión, sino que lo ve como algo ciertamente positivo en su vida.

Quizás al estar privado de libertad le haya permitido reflexionar sobre su forma de vida antes de entrar en prisión, y sin decir nada, en cierta medida reniegue de ella, pues tuvo tiempo y así lo muestra para leer mucho y principalmente a los clásicos que sirven para abrirnos tanto los ojos como principalmente la mente.

Un libro para conmoverse, preocuparse y disfrutar.

Raúl Borondo García