historias de amor

Opinión:

Adolfo Bioy Casares  (1914-1999) escritor argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes en 1990; su nombre siempre aparece relacionado con el de Jorge Luis Borges, al que le unió una gran amistad y con quien colaboró en ocasiones. Sin embargo, Bioy Casares desarrolló un estilo de escritura muy personal que podemos descubrir en los relatos recogidos en el volumen Historias de amor.

Extraño título para estas narraciones porque, una vez leídas, tienes la sensación de sería más apropiado referirse a ellas como "Historias de desamor". En la mayoría, la voz narrativa es la del hombre, el enamorado; sólo tenemos su punto de vista, su versión de la historia. La mujer vista a través de sus ojos enamorados aparece muchas veces como un ser irreal y perfecto; pero durante el relato ambos se muestran muy humanos.

Estas historias no siempre terminan bien y lo curioso es que el fracaso se debe al miedo, la cobardía y la indecisión del hombre. Cuando la historia concluye con un final feliz, se debe a que la mujer ha tomado la iniciativa. Y en algunas, la aparente conquista del amante al final resulta no ser tal conquista. 

Resulta un libro sorprendente porque los relatos son aparentemente triviales, pertenecen a la vida cotidiana, pero en ellos subyace una fina ironía que roza la sátira.

Bioy Casares  contrapone el mundo masculino y el femenino y, desde luego, el retrato que nos ofrece de los hombres no es precisamente halagador. Sus protagonistas masculinos son todo lo opuesto que se pueda imaginar a los típicos personajes de las novelas románticas: tímidos, cobardes, indecisos, incluso fanfarrones y, en cierto modo, resultan paródicos. Por el contrario, las mujeres aparecen como figuras fuertes, vitales, decididas, valientes, que saben lo que quieren y van a por ello.

Al terminar la lectura de Historias de amor tienes la sensación de que Bioy Casares nos ha ofrecido una parodia de las relaciones sentimentales, caústica y demoledora, pero la ha hecho con una finura y una delicadeza que dificulta reconocer estos matices de su obra que resultan verdaderamente perturbadores.

La prosa es magnífica, de gran calidad y fácil de leer pero les recomiendo una lectura lenta de estos relatos para no pasar nada por alto, porque la obra de Bioy Casares ofrece diferentes niveles de lectura y se necesita tiempo para captar toda su complejidad.

Jaci Alía Arrreche