dioses comiendo moscas

Opinión:

Hace ya algún tiempo que leí “Dioses comiendo moscas”, sin embargo no ha sido hasta ahora cuando me he puesto a escribir su reseña y no porque me disgustase su lectura (que ha sido todo lo contrario: me ha gustado muchísimo) sino porque, sencillamente, no sabía por dónde empezar.
 
“Dioses comiendo moscas”  es una selección de relatos pero estos no han sido escritos por un sólo autor sino por 3: Jorge Biarge, Sergio Perales y Ernesto Sierra. Y no es la primera vez que unen sus plumas para crear historias, ya lo hicieron hace unos años con otra selección de relatos titulada “Triángulo escaleno” editado por ellos mismos en el año 2002. Ahora ha sido la editorial Grupo AJEC quien ha sacado al mercado esta nueva recopilación de relatos.
 
Son tres autores y eso se nota en los relatos. Cada uno de  estos relatos tiene la personalidad de su autor pero (y en eso coincido con otras reseñas que he leído sobre la obra) se nota que hay un nexo en común. El autor que parece que lleva “la batuta” por así decirlo, es Ernesto Sierra. El gusto de este autor por la ciencia-ficción hace que la mayoría de los relatos sigan este género incluso los que parecen más “históricos” como es el caso del que firma Sergio Perales titulado “Vitezslav, el pintor”.
 
Una ciencia-ficción que no se basa en marcianos ni viajes a la Luna, sino que tiene una fuerte base filosófica así como una crítica social algo que encuentro muy positivo porque da otra dimensión al relato, lo hace más completo y sólido.
 
Pero el que sean tres los autores no da como resultado que haya irregularidades ni cambios drásticos en el estilo. No, es cierto que cada uno de los autores, como es lógico, tiene su propio estilo pero “Dioses comiendo moscas” sigue una línea narrativa uniforme. No hay relatos que destaquen mucho y otros nada. Hay una uniformidad y una elevada compenetración entre los autores a la hora de ponerse a escribir.   
 
Como ha sucedido con otras obras de autores nuevos, el descubrimiento ha sido grato. Hay mucha literatura en este libro y se agradece.
 
“Dioses comiendo moscas” es una buenísima alegoría. La verdad es que el lector no puede evitar quedar atrapado en ella y disfrutar con su lectura. 
 
Ysabel M.