ni dios ni amo

Opinión:

Me gusta leer los libros premiados con el Premio Internacional de Terror Villa de Macarena que publica Almuzara porque en general son muy originales. Se alejan de tópicos y suelen ser muy oníricos, llegando a introducirte en ambientes a veces surrealistas que no necesitan excesivas normas lógicas para avanzar. Ya me ocurrió con el anterior, “Bajo tierra” de Sebastián Coh, y ha vuelto a pasar con éste, el ganador del tercer certamen, “Ni Dios ni amo”, del valenciano Francisco Baeza.
 
El argumento es muy original porque durante la trama se suceden vidas distintas que ocupan un solo día: Martín despierta cada día en un cuerpo diferente, el cuerpo de alguien que va a morir, por tanto nunca se reconocerá ante el espejo. Su mujer y su hijo, de los que tiene que despedirse, tampoco le reconocerían, lo cual inyecta una dosis de intriga porque deseas saber cómo se las apañará el muerto para ser reconocido. Debido a las dificultades para “despedirse” Martín tendrá que matar a alguien, ése el trato. Y aquí viene lo bueno, en cuanto Martín tiene dudas en cuanto a seguir con el trato el ángel o demonio le dirá algo definitivo: ha sido asesinado, por eso está muerto. El deseo de averiguar si esto es cierto le hará permanecer más tiempo ocupando cuerpos ajenos, y el tiempo comenzará a convertirse en una pesadilla continua. Ahora Martín querrá también venganza.
 
Es prácticamente imposible que tenga un buen final, o un final feliz como se puede esperar con estos datos, y de hecho así sucede. El ángel o demonio hará dudar a Martín sobre la existencia de Dios porque sólo él le acompaña, le pondrá continuamente entre la espada y la pared, y Martín se irá dando cuenta a lo largo de sus días en cuerpos ajenos que algunos de los que ocupa no son casuales. El autor interrelaciona de alguna forma a ciertos personajes relacionados con su vida, le concede la venganza pero también le da algo que Martín jamás pudo conseguir mientras estuvo vivo.
 
Tras un final que se prevé trágico, “Ni Dios ni amo” terminará de forma que puede gustar o no, y que en mi caso particular y siendo tan abierta como soy para los finales, pues prácticamente me gustan y acepto todos (los buenos, los malos, los ambiguos, los abiertos, los cerrados...) éste no me ha convencido porque es de esos que no te dejan las cosas claras. Quizás sea ahí donde radica mi rechazo, sea como sean me gustan claros. Pero dicho esto, el libro vale muchísimo la pena, lo he disfrutado hasta el final y me lo he leído con mucha rapidez.
 
Anika Lillo