inundación

Opinión:

Stephen Baxter nos acerca a una ficción que lleva al extremo las consecuencias del calentamiento global que sufrimos y nos plantea la posibilidad de una tierra futura cubierta por el agua. Cuanto menos, su hipótesis resulta inquietante; cuanto más, resulta francamente claustrofóbica. Una sensación que Stephen Baxter ha sabido recrear muy bien en la novela.
 
De hecho, casi las primeras 200 páginas hablan exclusivamente de la inundación y de sus efectos sobre el planeta, dejando en un segundo plano a los personajes de la novela. Y esto no le hace ningún bien a la obra, ya que más que una novela se asemeja a un ensayo sobre el medioambiente; que está muy elaborado, y en el cual el autor se ha documentado ampliamente, pero que resulta excesivo para una obra de ficción. Tan excesivo que algunos lectores no llegarán a degustar la maravilla del libro pasadas esas 200 primeras páginas.
 
Aunque la narración comienza con mucha acción y de forma rápida, el “inciso” que realiza para narrarnos las consecuencias del calentamiento global resulta denso y largo para una novela de entretenimiento. Durante esas páginas, se olvida de los personajes y de su interrelación.
 
No cabe duda de que Stephen Baxter tiene a sus espaldas más de 30 novelas y mano de sobra para crear una historia ágil y atractiva; además, su narración, sin ser grandiosa, es pulcra y cuidada y dispone de un estilo correcto. Quizá, donde no acaba de acertar es en la psicología de los personajes, en sus motivaciones y en las relaciones entre ellos, que parecen superficiales y carecen de calor. Yo optaría por acusarle de una falta de profundidad emocional, pero no a lo largo de todo la obra, si no solo al principio, cuando está ocupado en presentarnos la catástrofe de la inundación en todo el planeta. Más adelante puede verse cómo la novela gana en interés. Cuando ya ha narrado todo lo que quería decir sobre la desastrosa situación de la Tierra y pasa a integrar a los personajes en la obra y a contar sus experiencias, sus miedos, sus calvarios personales… es cuando realmente el lector consigue ver la catástrofe que se le avecina a la humanidad.
 
Si bien es cierto que el autor es inglés y, sin desear prejuzgarle por su origen, algo deben de tener las afirmaciones populares que hablan de la famosa “flema” británica. Flema es lo que he visto cuando narra cómo el agua se traga ciudades enteras y las autoridades competentes no están ni siquiera nerviosas; flema es lo que tiene la novela cuando la población ve como sus viviendas quedan anegadas y sus bienes personales perdidos y no está frenética ni alterada… flema, en definitiva, es lo opuesto a tener “sangre en la venas”. Por eso, la primera parte carece de fuerza y de la pasión que serían necesarias en situaciones como las que describe el autor. Stephen Baxter, a pesar de las muchas palabras utilizadas, no consigue trasladar al lector la inminencia de la catástrofe, ni el dolor humano, ni sus miserias individuales.
 
Sin embargo, como he adelantado, la obra gana enteros en cuanto has leído las 300 primeras páginas. El autor se inmiscuye en los problemas de los personajes y la narración se hace más amena e interesante. Ya comienza a perfilar los problemas que trae consigo la nueva situación de la Tierra y los conflictos que se crean por la posesión de los últimos reductos de terreno seco; así como las hambrunas, epidemias…
 
Y, aunque determinados giros en la historia no son del todo creíbles y algunos comportamientos de los personajes no encajan con lo que se espera de ellos, no cabe duda de que todos los premios internacionales que ha recibido Stephen Baxter han sido por algo.
 
La editorial ha llevado a cabo una gran labor, como siempre, y ha cuidado la presentación y la traducción. También es de agradecer la información que suele ofrecer en las obras que edita, como una pequeña biografía del autor y una relación de las obras que ha publicado.

Gemma Nieto