el canalla sentimental
Título: el canalla sentimental
Título Original: (el canalla sentimental, 2008)
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Editorial:
Planeta
Copyright: Primera edición: septiembre de 2008
© Jaime Bayly, 2008
© Editorial Planeta, S.A.
ISBN: 9788408081944
Etiquetas:
autores
escritores
literatura peruana
peruanos
Argumento:
El único protagonista de la historia es el propio escritor, el
cual aparece con el seudónimo de Baylys, convertido en
personaje mediático gracias a su aparición
en un programa de la televisión argentina, habitual no sólo en las revistas de literatura
sino también de las de papel couché.
Muchas de las anécdotas que aparecen en el libro están relacionadas con su imagen
pública a la que cual el propio Bayly (Baylys en la novela) dota de una intencionada
ambigüedad sexual. Casado y con una hija, ahora mantiene una relación sentimental
con un hombre más joven que él y según la situación y el momento declara que el
amor de su vida es su ex–mujer o su actual pareja, siempre en busca del aplauso
fácil de la audiencia. Así, juega a la provocación y le gusta crear polémica. La
máxima “que hablen de mí aunque sea mal” parece ser el motor de la mayor
parte de sus acciones.
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Opinión:
¿Para qué sirve un libro como “El canalla sentimental”? Pues
para nada. De su lectura no se pueden extraer ninguna enseñanza, ni invita a la
reflexión, ni tampoco su autor plantea cuestiones de profundidad filosófica o existencial,
básicamente porque tampoco creo que sean estas las intenciones del autor sino hacer
más bien un ejercicio de narcicismo, megalomanía y egolatría a todas luces excesivo
y algo cansino.
Lo único malo que tiene
Oscar Wilde es la plebe de imitadores
que su figura y personalidad han originado a lo largo de la historia de la literatura.
Bayly(s) parece ser uno de ellos. Desde mi punto de vista es complicado y muy arriesgado
jugar todo el tiempo a ser genial, a tratar de expresar el comentario irónico de
eficacia perfecta, el pensamiento presuntamente misógino que nos indigna y a la
vez nos divierte sin perecer en el intento. La diferencia es que en el caso de
Wilde uno no se cansa de leer sus “genialidades” y en el de Bayly(s)
terminan cansando por exceso.
Por lo tanto la única opción que se nos ofrece es la de leer “El canalla sentimental” por
el puro placer, algo que dependiendo del caso tampoco me parece mal. En ese sentido,
el único interés que podría tener es el que las diversas
anécdotas con las que el escritor va
jalonando la narración sean lo suficientemente divertidas o hilarantes como para
que podamos disfrutar de su lectura y nos apetezca seguir leyendo. Y en este aspecto,
sí que “El canalla sentimental” tiene
un pase.
Pienso, de todos modos, que en España quizá muchas de las cosas que cuenta no tengan
tanta gracia debido a que aquí Bayly(s) es un personaje mucho más desconocido. Por
el contrario en Argentina es posible que este libro pueda tener mejor acogida o
provocar una mayor complicidad en
el lector. Es decir, “El canalla sentimental”
se disfrutará en mayor o menor medida dependiendo del grado de simpatía que nos
provoque el personaje principal. Si desde el principio conseguimos conectar con
su sentido del humor, su ironía, su cinismo… llegaremos hasta el final con una sonrisa
de oreja a oreja. Por el contrario, si desde las primeras páginas Bayly(s) nos parece
un sujeto insufrible y sus peripecias tontas, fútiles, poco interesantes… posiblemente
no pasemos de la página veinte o treinta.
Joseph B Macgregor
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