el defensor tiene la palabra

Opinión:

La historia es tremebunda. Por eso, hay quien pueda pensar que nos encontramos simplemente con un melodrama tan desgarrado como exagerado… pero hay algo que impide que se cruce esta delgada línea que va del drama al “dramón” y es la absoluta sinceridad y honestidad con la el autor escribió su libro; la autenticidad de lo que narra, no tanto por los acontecimientos que se cuentan sino por el sentimiento de dolor, pesimismo, desesperanza… que trasmiten las páginas de esta pequeña obra maestra que se presienten como muy auténticos, muy reales.

Para Nicolás, y supongo que para el autor, no hay manera de escapar del destino o en todo caso de la suerte de vida que nos ha tocado vivir. Su mala estrella está marcada desde antes de su nacimiento: hijo de madre soltera, una prostituta… esta circunstancia lo marcará para toda la vida. Todas las desgracias que le van sucediendo vienen motivadas por su condición de bastardo y van haciendo crecer en su interior un resentimiento brutal y una ira terrible contra todo y contra todos, que pueden tener algo de subversivo, de revolucionario pero que también le hace sentir mucho dolor. Nicolás es un hombre que odia mucho pero que sufre mucho también. Y lo más grave, todo esto no sólo le afectará a él, sino a las personas que más quiere, a los que le rodean: ni la mujer que ama, ni su hija… nadie podrá librarse de tan doloroso estigma.

Bellú nos presenta a un hombre infeliz, que puede llegar a ser terriblemente cruel y vengativo, muy desgraciado, torturado e imperfecto. Su asesinato será considerado un acto de amor. Para algunos (la mayoría), de mal entendido amor. Para otros (los menos), de lo más coherente con todo lo que se nos ha contado anteriormente, casi un acto de caridad humana. Sea como sea, pienso que todos reconocerán el acto como brutal, terrible. Y lo parece aún más gracias a la sequedad con la que el autor lo describe. Sólo tres líneas muy cortas, separadas por puntos y aparte. Este es el estilo de Bellú: contarlo todo con las menos palabras posibles y con las más adecuadas, que no tienen porque no ser las más sencillas también.

Petre Bellú a la par que nos emociona no hace también reflexionar, nos hace llorar y nos hace pensar. En todo modo, trasmite una sensación de fatalidad, de inevitable angustia vital… pero también es una novela entretenida. Quiero decir, que si Bellú nos llega tanto al corazón como a la cabeza no es porque el narrador haga sesudas reflexiones sobre la vida o la existencia humana, sino que son las cosas que le suceden, el modo como éste reacciona ante sus conflictos, todas esa acumulación de desgracias… lo que en todo momento hace que nuestro “coco” rule más de la cuenta sobre aspectos como el destino, el azar, la injusticia social… En ese sentido, tiene algo de Tolstoi y de Chejov pero también de Camus o de Baroja, aunque es un escritor absolutamente original y único en su especie. Como suele ser habitual, las comparaciones sobran.

Una obra imprescindible dentro de mi biblioteca.

Nota Bene: Esta novela se puede encontrar en librerías jurídicas de algunos países de América del Sur (Colombia principalmente. GRACIAS LYLANDA!!!). No la busquen en librerías normales ya que ha sido editada en un editorial especializada en temas jurídicos (ver datos de la ficha) que distribuye sus libros sólo en librerías jurídicas.