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La forja de un rebelde

Ficha realizada por: Darío Luque
La forja de un rebelde

Título: La forja de un rebelde
Título Original: (La forja de un rebelde, 1951)
Autor: Arturo Barea
Editorial: Cátedra
Colección: Letras Hispánicas


Copyright:

© 1951, Arturo Barea

© 2019, herederos de Arturo Barea

© 2019, Francisco Caudet (de la introducción y notas)

© 2019, Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A.)

Edición: 1ª Edición: Octubre 2019
ISBN: 9788437640518
Tapa: Blanda
Etiquetas: novela novela social historia guerra civil española autobiográfica biografía novelada exilio guerra de Marruecos bélica batallas posguerra literatura española guerra del Rif
Nº de páginas: 1335

Argumento:

"La forja de un rebelde" es una de las obras maestras de la posguerra española. Dividida en tres partes -que originalmente se publicaron por separado en el extranjero-, "La forja", "La ruta" y "La llama", la novela recorre a modo de autobiografía novelada la vida de su autor desde una infancia turbulenta en Madrid hasta su participación en la guerra de Marruecos, y, más tarde, la Guerra Civil española y el consecuente exilio de Barea en Inglaterra. Esta edición crítica de Francisco Caudet sitúa a la novela en el podio literario al que pertenece y analiza con detenimiento todas sus facetas: la histórica, la autobiográfica, la social y la bélica, todo en uno.

 

Opinión:

 

La vida de Arturo Barea nos facilita pistas de lo que podremos encontrarnos en su obra: nacido en Badajoz, Barea se vería obligado en edad temprana a participar en la guerra del Rif y, más tarde, también en la guerra civil española como parte del bando republicano. Esta segunda hazaña lo llevaría a exiliarse en Inglaterra, concretamente en Faringdon, cerca de Oxford, donde terminaría de escribir la crónica novelada de su vida, "La forja de un rebelde", concebida como una trilogía unitaria. Sin embargo, los obstáculos del régimen franquista y la activa participación de Barea en actividades republicanas y antifascistas le impedirían publicar la novela hasta tiempo después; su primera edición, de hecho, se daría en lengua inglesa gracias a la traducción de Ilsa Barea-Kulcsar, esposa del escritor. Esta magnífica edición a cargo de Francisco Caudet incluye un estudio introductorio de más de trescientas páginas que pone en contraste los episodios de la obra con otros escritos y datos de Barea.

A lo largo de la primera parte, que lleva por título simbólicamente "La forja", Arturo Barea nos ofrece una tierna autobiografía de su infancia. En estas primeras páginas, quizás las de valor más literario de la novela (y que podrían perfectamente contrastarse con otras memorias de infancia de la época, como "Desde el amanecer" de Rosa Chacel), el autor noveliza la tensa relación entre su madre y su tía (esta segunda quería monopolizar el amor del joven Barea), nos presenta también los personajes de su tío, cercano a la muerte, y de compañeros y amigos, hasta la llegada del primer trabajo. Con catorce años, un jovencísimo Arturo Barea encontraría trabajo en el banco Crédit Étranger, de donde luego sería despedido tras unos altercados sindicales.

Si esta primera parte viene a asentar los fundamentos intelectuales, morales y sociopolíticos del ideario de Arturo Barea, la segunda parte, "La ruta", nos ofrece una magnífica novela bélica sobre la incursión forzada del autor en la guerra del Rif, donde viviría el Desastre de Annual en Melilla. "La ruta" puede leerse ni más ni menos que como una especie de novela histórica: aparece en ella Millán Astray e incluso algunos comentarios sobre el papel de Francisco Franco dentro del ejército por aquella época. En cualquier caso, también hay espacio para reflexionar literarias y artísticas, como las que Barea comparte con el pianista Alcalá-Galiano antes de padecer un tifus que lo devolverá a Madrid durante un par de meses. La tercera parte de la trilogía, "La llama", recorre la actividad laboral y política de Arturo Barea durante la guerra civil, concretamente en el asedio de Madrid, cuando él participó en las instalaciones republicanas de Telefónica, antes del exilio.

El estilo de Arturo Barea es nítido, conciso y ágil, con una predominancia de diálogos que facilitan la lectura y, por suerte, evitan la pesadez que supondría habitualmente una novela de estas dimensiones (son más de mil páginas). "La forja de un rebelde", frente a otras novelas de la época, no nace de una intención de experimentación vanguardista ni de esteticismo literario; la voluntad prioritaria de Arturo Barea es ofrecer la verdad de su tiempo histórico.

 

Darío Luque

 

 

 

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