La familia del ratón Pérez

Opinión:

He leído unos cuantos libros donde se trataba el tema de las familias homoparentales contada a los niños, y este es posiblemente el que más me ha gustado por la forma en que utiliza la excusa -una excusa perfecta que no suena a excusa ni parece metida con calzador - que da pie a conversar sobre ello, y por cómo avanza la historia (después de Teo, otro niño -Salvador- será el ejemplo de familia con dos papás, y Martina pensará a su vez que ella tiene uno de cada, aunque no vea mucho a su papá). Aquí se verán tres tipos de familia existentes -dos mamás, dos papás, un papá y una mamá- (es cierto que no se habla de la familia de un solo miembro de adultos pero tampoco era absolutamente necesario, aunque hubiera estado bien recordarla porque existe la madre soltera o el padre soltero, o incluso de padres divorciados, pero el tema iba por otro lado. Ahora se verá)

La idea principal de Carme Riera era contarles a los niños que papás son aquellos que te quieren y te cuidan. Cuando pregunta a los niños cómo será la familia del ratón Pérez todos imaginan distintas posibilidades. Genial cuando Lucía Serrano ilustra esas familias  donde los pequeños, en su infinita fantasía y mente abierta, se preguntan si sus padres serán dos pescados, dos frutas o incluso dos extraterrestres). El final del cuento mostrará a los niños la idea principal: la familia es aquella que te quiere.

Creo que es un cuento que puede gustar desde los cuatro años, cuando se empiezan a ver diferencias entre familias o incluso escuchar a otros y sentir curiosidad, hasta los ocho incluso, cuando el tema ya se toca con mayor curiosidad (y necesidad de entender) por parte de los niños. Es una lección importante, y contada en cuento con el ratón Pérez de protagonista, ese personajillo tan cercano a los niños, suena muy maja. Lo recomiendo.

Aunque es un álbum ilustrado la parte superior de las imágenes (las paredes del aula) es blanca y es ahí donde han colocado el texto, en letras de tipografía clásica de escuela (la que aprenden a realizar primero los niños) y minúsculas. Finalmente, en su conjunto, queda un álbum ilustrado muy limpio, simpático y con un mensaje muy importante.

A Katia, que tiene ahora 8 años, le ha gustado el cuento. Dice que le ha gustado "todo".

Anika Lillo