Una chica con estilo

Opinión:

La primera novela que leí de Olivia Ardey fue "Delicias y secretos en Manhattan", una novela que me impactó y me permitió descubrir a una excelente escritora y narradora. Una buena novela pero a la que notaba que le faltaba un pequeño detalle. Este ha venido ahora en forma de una nueva novela titulada "Una chica con estilo" que, aunque no es exactamente la segunda parte de la anterior sí que tiene bastanes puntos en común. Tomando como referencia el lenguaje televisivo podríamos decir que es una especie de "spin off" pero con una personalidad propia tanto a nivel de argumento como, especialmente, de personajes. Como la anterior, esta novela ha sido publicada por la editorial Versátil, editorial que, últimamente, mima con gusto las ediciones de sus novelas. Concretamente, ésta tiene una portada de las que entran por los ojos y te impulsan a comprar el libro. Pero, y es algo habitual en Olivia Ardey, no se queda en una mera portada bonita sino que su contenido es de los que dejan huella y vienen a confirmar que estamos ante una gran autora. Olivia Ardey, es uno de los nombres con mayúscula del panorama de la novela romántica en España. La autora valenciana tiene una buena base literaria que va mejorando novela a novela.

Tras unas novelas en las que la acción sucedía en la época contemporánea, "Una chica con estilo" recupera a la Olivia Ardey que mira atrás y hace que sus historias y personajes vivan en otra época. En este caso uno de mis periodos favoritos del siglo XX, los años 20. De la mano de Helen y el resto de los personajes, la autora lleva al lector al Nueva York de 1921. A una ciudad mágica en aquel momento.

"Una chica con estilo" es una novela romántica pero que no cae en la cursilería. Ya es común en Olivia Ardey dotar a sus novelas de una férrea base literaria. No es solo una historia bonita la que se encuentra el lector sino también, y es lo que importa, una historia muy bien escrita y desarrollada. Desde el principio, el lector se deja seducir por la pluma de Olivia Ardey. Básicamente, nos encontramos con una clásica historia de amor pero es de las que no cansan. Es decir, aunque ya desde el prinipio intuyes lo que va a suceder con Helen y con Ray no importa porque Olivia lo describe de una forma que te seduce, que hace que detengas el tiempo y solo te centres en la lectura, que no puedas abandonarla porque quieres y deseas saber más cosas, ver cómo se va forjando la historia de amor entre ambos, cómo vencen los problemas, o cómo van madurando los personajes. La química entre ambos personajes se nota pero no por ello abandonas la lectura sino que hace que quieras seguir leyendo. Algo lógico por otro lado, ya que tanto ellos como el resto de los personajes que aparecen en la novela están muy bien desarrollados.

El personaje de Helen me ha encantado. Es una chica muy decidida, divertida, algo locuela, con las ideas muy claras. Una chica de su momento. Los años 20 supusieron, para la mujer, un cambio y nuevas oportunidades que hasta el momento se les había negado. Helen es una chica de ese tiempo. Me gusta la seguridad y madurez que tiene, cómo afronta los problemas, cómo lucha. Las ideas tan claras que mantiene. Ella se marca un objetivo y no lo deja en ningún momento, y lo mismo se extiende al resto de los personajes femeninos. No es, para nada, una mujer débil, sumisa, plana. Es, como diría Rosetta Forner, una reina, no una "damisela de la diadema floja". Me encantan los personajes femeninos de las novelas de Olivia Ardey y Helen no me ha defraudado. Son mujeres reales, creíbles.

Lo mismo ocurre con los masculinos. Ray es todo un portento. Un encanto como hombre y persona, todo un caballero. Me gusta la personalidad que le ha dado. Es un hombre recto en su trabajo, no en vano es comisario de policía, pero tiene su lado tierno que demuestra tanto con Helen como con otra persona. Ésta ha sido la sorpresa de la novela: Olivier. No quiero desvelar mucho sobre ella, solo decir que es un encanto. Que al conocerlo entiendes perfectamente que le robe el corazón a Helen. Es una ricura. En el personaje de Olivier he apreciado que Olivia Ardey ha puesto una dulzura especial. Cuando conoces al personaje ves en él todo el cariño con el que su autora lo ha creado. Sin ser el protagonista, es una pieza clave en el desarrollo de la historia.

Olivia Ardey es una gran narradora. "Una chica con estilo" permite ver, al mismo tiempo, el trabajo documental previo. la autora ha sabido transmitir y retratar al Nueva York de 1921. Las descripciones del ambiente de la ciudad son muy buenas. Pero no es solo Nueva York la ciudad protagonista, gran parte de la acción transcurre también en una zona rural como es Germantown. Ello permite ver las diferencias que había entre la gran ciudad y el campo. Diferencias reales, que se dieron en la realidad, y que hacen mas creíble la historia. Esta parte histórica, podríamos decir, está muy bien conseguida. Personalmente, he disfrutado con ella.

"Una chica con estilo" tiene todos los ingredientes de la buena novela romántica: una historia de amor, intriga, pasión, erotismo, seducción... Una novela que reafirma a Olivia Ardey como una de las escritoras punteras dentro del género. No es su primera novela pero mantiene la frescura de aquella. A mí me gusta mucho el estilo narrativo que tiene la autora: es elegante, fresco, ameno, sabe compaginar los momentos alegres con los más tristes, sus novelas mantienen la línea argumental sin altibajos. Es una autora que no se limita a contar una historia sino que comparte sus sentimientos con el lector.

"Una chica con estilo" es una lectura más que recomendable. Cuando la acabas te quedas con la satisfacción de haber vivido un momento mágico y de haber disfrutado con una buena literatura.

Ysabel M.