Anika entre libros

pisadas extrañas

Ficha realizada por: Joseph B Macgregor

Título: pisadas extrañas
Título Original: (the queer feet)
Autor: Gilbert Keith Chesterton
Editorial: Styria


Copyright: ©2007, Javier Benjumea por la traducción
©2007, Styria Ediciones y Publicaciones, S. L. ISBN: 978-84-96626-48-5
Etiquetas:

Argumento:

"Pisadas extrañas" (The Queer Feet), fue el segundo caso protagonizado por el más famoso detective clerical británico, el infalible Padre Brown, creado por Chesterton en 1911. Este relato apareció incluido por primera vez en "La inocencia del Padre Brown" (publicado también como El candor del Padre Brown"), el primer libro de misterios del sagaz sacerdote.

La serie completa de libros del Padre Brown es la siguiente:

1.- La Inocencia del Padre Brown / El candor del Padre Brown (1911)
2.- La Sabiduría del Padre Brown / La sagacidad del Padre Brown (1914)
3.- La Incredulidad del Padre Brown (1926)
4.- El Secreto del Padre Brown (1927)
5.- El Escándalo del Padre Brown (1935)

Pisadas Extrañas.
El círculo de "Los doce auténticos pescadores" celebra su comida anual en el hotel Vernon. Mientras esta ceremonia tiene lugar, el Padre Brown intenta escribir algo importante, alojado en un cuarto privado que le han cedido en el hotel. Pero el sonido de unas extrañas pisadas, que se escuchan a través del corredor exterior, consiguen distraerle por completo de su ocupación.

Incluye además los relatos:

El problema insoluble
(The Insoluble Problem, 1935) apareció originalmente en "El escándalo del Padre Brown".  En esta ocasión, el padre Brown y su amigo Flambeau (un ex-ladrón francés metido a detective; el ladrón-camarero de "Pisadas extrañas") deben resolver un caso aparentemente insoluble: la misteriosa e inexplicable muerte de Sir Edmundo Berry Godfrey, cuyo cadáver ha aparecido colgado de un árbol (con signos de haber sido estrangulado) y atravesado además por un espada del siglo XVII.

El duelo del doctor Hirsch (The Duel of Dr Hirsch, 1914) y El cuento de hadas (The Fairy Tale of Father Brown, 1914).

Ambos relatos fueron incluidos en "La sabiduría del Padre Brown / La sagacidad del Padre Brown". En "El duelo del doctor Hirsch" Un oficial francés llamado Dubosc acusa al doctor Hirsch, reputado hombre de ciencia, publicista y moralista, de colaborar con los alemanes. Tiene en su poder una nota, presuntamente escrita por Hirsch, que prueba como éste facilita al enemigo alemán, detalles de un secreto militar. El doctor, indignado por la acusación del oficial, reta a éste a un duelo. Mientras tanto, el Padre Brown y Flambeau intentan descubrir si realmente Hirsch es un espía y un traidor o si, por el contrario, ha sido víctima de alguna trampa o de algún complot.

En "El cuento de hadas", ¿puede un hombre morir de un disparo, pero sin armas de fuego? El padre Brown intenta desvelar la sorprendente muerte del príncipe de Heiligwaldenstein, un misterio policial que lleva más de veinte años sin ser resuelto.

El honor de Israel Gow (The Honour of Israel Gow).
Como sucede con el relato que da título a esta recopilación, éste fue publicado originalmente en La Inocencia del Padre Brown / El candor del Padre Brown (1911). Un resumen del argumento aparece en mi opinión.

Opinión:

De todos los relatos incluidos en esta breve recopilación (que no pertenece a la "serie oficial", se trata más bien de una especie de "Greatest Hits", algo particular, del Padre Brown) me quedo con el último de ellos, El honor de Israel Gow. Desde mi punto de vista, es el que mejor representa quién es el padre Brown y el que describe con mayor detalle como funciona su método inductivo (que no deductivo) de investigación.

De nuevo, el padre Brown y Flambeau tienen que resolver un complejo enigma. Deben encontrar la conexión que relaciona la extraña muerte del viejo Gow y el descubrimiento, por parte de los investigadores del caso, de una serie de objetos aparecidos en el hogar del fallecido: una colección de diamantes sin montura, montones de rapé desparramados en cualquier lugar de la casa, los componentes interiores (metal, recortes y ruedecillas microscópicas) de alguna máquina y gran  cantidad de velas, desprovistas de su candelabro correspondiente.

Alguien afirma que es imposible encontrar una conexión entre esos objetos y la muerte de Gow y el Padre Brown demuestra a todos la posibilidad de encontrar no sólo una posible explicación al enigma, sino hasta cuatro relaciones entre éstos y la muerte del viejo, todas ellas bastante plausibles. El sacerdote parte de una serie de indicios para intuir más que deducir la resolución del caso. Un simple comentario sobre un dentista, puede darle la clave (como sucede en este relato), la solución final al enigma. Nos desvelo nada porque considero bastante improbable que algún lector a partir de estos datos pueda resolver el misterio planteado… En ese sentido, las aventuras del padre Brown se me antojan casi siempre escasamente previsibles. De las cinco historias contenidas en esta antología, sólo "El duelo del doctor…" me ha parecido que se resolvía de un modo poco sorprendente.

"Pisadas extrañas" tiene un final sorprendente, pero el planteamiento tan insólito de misterio no lo es menos. Sin embargo, se trata de un caso "sin muerto", un ejercicio de lógica y confieso que prefiero los casos en los que se plantea un asesinato extravagante, extraño o insólito por las características de su puesta en escena, como sucede en  El problema insoluble o en El cuento de hadas, aunque en el caso de éste último la explicación me resulte bastante rocambolesca.
Los cuentos del padre Brown tienen un par de "peros" o de pegas. Por un lado, a veces el sacerdote explica demasiadas cosas cuando desvela la solución de los misterios, y en ocasiones (El cuento de hadas) me resulta algo inverosímil que tan sólo con un comentario o un indicio simple sea capaz de relatar una solución tan repleta de detalles. Se acepta como "licencia poética"; digamos que el lector acepta que en realidad es Chesterton quien nos cuenta la historia en cuestión y no el Padre Brown, pero, no cabe duda, que le resta algo de credibilidad o convicción.

Por otro, a veces se nota demasiado que Brown es el portavoz de la moral católica del autor, que se me aparece como demasiado tradicional. En algunos diálogos se convierte en un lastre que impide que la narración se desarrolle con la fluidez adecuada. El discurso de Chesterton / Brown molesta como me fastidian los discursos moralistas de Paco Martínez Soria en sus films de abuelo tipical spanish. Por ejemplo, en "El honor…", las afirmaciones del sacerdote sobre el poder del diablo, lejos de trasmitir inquietud o angustia me provocan una mezcla de impaciencia y consimeración.

Pero, los casos me parecen tan bien planteados y las explicaciones tan sorprendentes que este par de pegas no tienen demasiado peso a la hora de hacer el balance final de esta recopilación, que me ha gustado mucho leer.

Recomendado para todos aquellos que no han perdido todavía su capacidad de asombro.

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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