La sonata sin nombre

Opinión:

"La sonata sin nombre" ha sido otra de esas lecturas que no sólo me han gustado sino que me han hecho sentir muchas sensaciones. Su autora es Beatriz O'Shea y ésta es su primera novela. No es la primera novela con un título musical, casi sin querer, mientras la estaba leyendo, me acordaba de "La sonata del silencio". Como ésta, en la novela de Beatriz O'Shea la música es una de las protagonistas y, al mismo tiempo, ambas se desarrollan en la misma época: los años 50.

Pero, como es lógico, la novela de Beatriz O'Shea tiene su propia esencia. La acción se desarrolla en dos espacios temporales: 1953 y la época actual. La primera es la protagonizada por Catalina Palacios y Andrei Popescu. La segunda lo está por Elena. De ambas mi preferida ha sido la que transcurre en el Madrid de los 50 ya que, la autora, ha sabido recrearla muy bien y lograr que el lector se sumerja en ella por eso, es mi favorita. Es cierto que, la parte actual y que tiene como protagonista a Elena, posee la tensión e intriga marcadas por descubrir cuál es el misterio en torno a esta partitura y por qué debe ser entregada a Irina, no ha acabado de seducirme como la anterior. Puede que sea debido a que a mí me pierde todo lo relacionado con los años 50 o porque me ha gustado mucho cómo se ha recreado el Madrid y la España de ese momento. No sé, el caso es ese, que me ha dado la sensación de que a la época actual de la novela le falta un poco más de chispa.

A nivel de personajes todos están muy bien definidos pero, sin duda alguna, mi favorito es el de Catalina Palacios. Me ha gustado la personalidad que le ha dado. Pese a vivir en los años 50 y pertenecer a una familia acomodada, ella tiene ideas y las expone. Por ejemplo, me ha llamado la atención que le proponga a su padre abrir una guardería en el trabajo, algo que choca porque la sociedad, en ese momento, aún era muy conservadora y no se veía muy bien que la mujer trabajase fuera de casa. Me ha llamado la atención ese hecho tan progresista. Otra cosa que valoro en ella es su fortaleza. No puede evitar enamorarse de Andrei pese a saber que es un amor imposible. Lo que no me ha parecido muy bien es cómo acaba, pero también es comprensible el porqué sucede.

"La sonata sin nombre" tiene también un poco de thriller. Andrei guarda una sorpresa que no voy a desvelar y que va a alargarse en el tiempo. La familia Verdes-Montenegro no será todo lo transparente que parece al principio. Como podéis ver, no es una novela lineal sino que va abriendo varias tramas que hacen que el lector no pueda dejar de leer.

Beatriz O'Shea me ha gustado mucho como escritora. Tiene un estilo elegante y muy ágil. Es una buena narradora. Hay un perfecto equilibrio entre los diálogos y los párrafos descriptivos, estos son una maravilla. Me ha gustado cómo describe cada detalle por mínimo que pudiese parecer. Por eso, esta novela es un potencial para que acabe siendo convertida en serie de televisión.

Yo os la recomiendo mucho, a mí me ha gustado y, al mismo tiempo, me ha enseñado detalles desconocidos de la Historia de Rumanía.

Ysabel M.