Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros

Opinión:

Este libro del naturalista Konrad Lorenz es una auténtica delicia, un regalo para los amantes de la naturaleza y una recomendación clara para todos aquellos que sienten que el humano debe acercarse mucho más, y de una manera más sincera, al mundo vegetal y animal.

El enorme atractivo de "Hablaba con las bestias…" no es el contenido en sí, que en ocasiones puede pecar de excesivamente heterogéneo y caprichoso, sino en el poder de la voz de Konrad Lorenz como la de un hombre que ha dedicado su vida a repensar nuestra relación con la naturaleza. La pasión con la que Lorenz habla de los animales, por profunda y sincera, es contagiosa. Todos hemos tenido ese profesor magnífico que ha sido capaz de presentar su materia con un amor tan evidente que sentíamos que se descubría ante nosotros un campo tremendamente interesante. Lorenz deviene ese profesor perfecto en esta obra que Tusquets hace muy bien en reeditar. La introducción amena y pertinente de Miguel Delibes de Castro abunda en la pasión de Lorenz por comunicar lo que sabe, recordando con nostalgia el impacto que los libros y estudios del autor austriaco tuvieron en su entorno estudiantil, en el que libros como el que reseño fueron poco menos que objetos de culto.

Konrad Lorenz es, por trabajo y personalidad, un agudo observador. Por ello en "Hablaba con las bestias.." se observa, se explica, se hace un recuento de algunos de las experiencias que le han dado fama como naturalista, especialmente en la comprensión de los mecanismos psicológicos que empujan a los animales a actuar de una manera o de otra. Hay mucha y muy interesante información sobre el comportamiento animal, y además referido a animales de nuestro entorno, ya sean domésticos o no. Al ofrecerse con frecuencia ejemplos cercanos, el lector podrá compartir y aplicar fácilmente el conocimiento presente en el libro. Mi capítulo favorito probablemente sea "La moral y las armas" (todos tienen títulos sorprendentes, sugestivos), en el que Lorenz explica con profusión de ejemplos los mecanismos de defensa de los animales, y las formas de autocontrol que todos los animales tenemos de manera instintiva para que la violencia no se propague en nuestro mundo.

En definitiva, un gran libro para los amantes de la ecología y las personas interesadas en tener un conocimiento profundo del comportamiento de los animales, en una obra que tiene mucho de divulgación pero que merece una lectura atenta y de calidad.

Rafael Ruiz Pleguezuelos