Hermosos y malditos

Opinión:

Hablar de Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) es hablar de los años 20 y de la época del Jazz, término que él mismo acuñó, porque es un autor que retrató como nadie la sociedad hedonista norteamericana de ese periodo.

En "Hermosos y malditos", su segunda novela, el autor estadounidense nos ofrece un retrato magistral de la clase alta neoyorquina de esos años. En ella compone una gran sátira de los ricos y sus pretensiones, su superioridad, su corrupción moral, su egoísmo, su narcisismo y su comportamiento libertino.

También es un relato de decadencia y autodestrucción que refleja las profundidades de la miseria alcohólica y de cómo el amor puede convertirse en una pesadilla de codependencia destructiva.

El autor demuestra que es plenamente consciente de la estratificación social, de las diferentes clases sociales que componen la sociedad norteamericana de su época, y en su obra cuestiona la moral de la clase alta que prepara a sus hijos para una vida ociosa. Así, nos habla de una juventud que, sin conocer el significado del trabajo, se dedica a una vida de lujo, sólo pensando en fiestas, viajes, espectáculos, etcétera, de tal modo que no son capaces de vivir sin dinero y mucho menos de ganarlo por sí mismos. A la vez, el autor nos muestra los efectos del dinero, o de la falta del mismo, en el carácter.

La obra de Scott Fitzgerald posee un marcado componente autobiográfico. Anthony Patch y Gloria, la pareja protagonista, nos hacen pensar en el propio autor y su esposa Zelda que fueron una especie de iconos de la juventud de los años 20, verdaderos enfants terribles de la época, con una relación tormentosa.

La descarnada descripción de la ruina alcohólica de los protagonistas demuestra la extremada lucidez del autor ante su propio problema con el alcohol. Incluso parece vislumbrar su propia evolución vital tanto en la relación de la pareja protagonista como en la figura de Richard Caramel, un autor que tras su primer éxito se convierte en escritor de obras populares carentes de calidad literaria. (Scott Fitzgerald obtuvo un gran éxito con su primera novela "A este lado del paraíso" y, aunque sólo escribió cinco novelas, una de ellas publicada póstumamente, fue un escritor prolífico, autor de numerosos relatos publicados en revistas que consideraba como literatura basura creada rápidamente para intentar mantener su nivel de vida.)

A nivel formal, la sátira social que comporta la obra también se plasma a través de ciertos capítulos escritos siguiendo la estructura de una obra de teatro.

Su prosa es elegante y muy cuidada, exquisita, un verdadero placer para los amantes de la buena literatura.

Aunque "Hermosos y malditos" quizás no sea una obra tan acabada como "El gran Gatsby", se trata de un clásico que merece la pena recuperar.

Jaci Alía Arreche