Golem XIV

Opinión:

Esta obra forma parte fundamental de la "Biblioteca del siglo XXI", con la que Stanislaw Lem, escritor proclive a la ciencia-ficción, quiso mostrar que ese género podía alcanzar cotas de calidad, en su opinión ausentes de la ciencia-ficción americana de su época. Tres epígrafes previos, Prefacio, Introducción e Instrucciones, nos ponen en antecedentes y nos preparan a adentrarnos en el "pensamiento" de una máquina abocada a esa paradigmática rebelión que cualquier ingenio creado por la mano del hombre parece siempre acabar necesitando.

Uno de los aspectos más destacables es la originalidad. Nadie podrá decir que ha leído algo parecido, ni como novela ni siquiera como ensayo, pues también de este género participa y mucho esta obra. Ya desde el principio, se localiza en una fecha futura (mucho más desde la fecha de su redacción, 1981) e incluso el Prefacio constituye una parte integrante de la propia historia. Pareciera entonces escrita para un lector de siglos venideros que deseara situarse en antecedentes. Un curioso enfoque temporal que no dejó de sorprenderme.

Pero apenas existe una trama, salvo la obvia, cuyo final el lector adivina con facilidad, porque esta no es una novela al uso. Parece más bien responder al deseo de Lem de dejar constancia de sus teorías -algunas de ellas revolucionarias-, y de hacerlo en un formato diferente del que cualquier autor usaría para tal menester. El motivo de fondo de la obra no es otro que una profunda reflexión sobre la naturaleza humana, los aciertos y errores del hombre, y sus limitaciones como especie, además de las verdades del universo, para todo lo cual se vale el autor del personaje de Golem, un ente superior a todo lo que hoy conocemos, pero no del todo inverosímil si atendemos al vertiginoso progreso de la ciencia cibernética. Es Golem, el superordenador, quien habla a los hombres, pero detrás de él está el ingenio de Stanislaw Lem invitándonos a abrir los ojos y estudiar la realidad de otro modo.

Hermosa y reveladora, Golem XIV es la historia de un moderno oráculo, que responde a esa ancestral necesidad del ser humano de plantear sus dudas no resueltas a un ente situado en un escalón superior de la consciencia. Sus respuestas no son, sin embargo, las esperadas.

Una novela diferente escrita por un autor ingenioso y con talento. Lem fue, sin duda, una mente brillante que, valiéndose del artificio de una máquina pensante, quiso exponer sus valiosas teorías. Creo que la suya es una obra fundamental, que debería estudiarse en las universidades y que debería gozar de una popularidad muy superior. Su lectura se hace recomendable, siquiera para disfrutar de una perspectiva distinta del universo, tal vez no tan diferente de la futura realidad como pudiera parecer. La actualidad, sangrante y cruel, parece invitar a la evasión mental y también al refresco de las ideas con obras de este tipo.

Sin embargo, me parece necesario apuntar que Golem XIV no es una novela pensada para la gran masa lectora. La erudición con que se expresa el superordenador, tanto en cuestiones de filosofía como de genética o de física, la hacen difícilmente asequible al gran público, buscador de argumentos y personajes adictivos. Es muy recomendable, eso sí, para amantes del ensayo de tema antropológico o científico. 
 
José Antonio Carbonell Pla