Anika entre libros

Estridente y dulce

Ficha realizada por: Inés Macpherson
Estridente y dulce

Título: Estridente y dulce
Título Original: (Lurid & Cute, 2015)
Autor: Adam Thirlwell
Editorial: Anagrama
Colección: Panorama de Narrativas


Copyright:

© Adam Thirlwell, 2015

© Editorial Anagrama, S.A., 2017

Traducción: Aleix Montoto
Edición: 1ª Edición: Febrero 2017
ISBN: 9788433979742
Tapa: Blanda
Etiquetas: drogas violencia humor crítica social erotismo ética moral literatura inglesa novela sexualidad existencialismo crisis vital matrimonio infidelidades condición humana relaciones familiares pareja
Nº de páginas: 384

Argumento:

Cuando el protagonista de esta historia despierta en la cama de un hotel junto a una mujer que no es su esposa, su mente empieza a preguntarse cómo ha llegado hasta allí y cómo debe actuar. Podría aprovechar que ella está durmiendo para irse y fingir que no ha pasado nada, pero la mujer que sigue en la cama es una amiga, tanto suya como de su mujer, y eso complica un poco las cosas. El problema es que, además de ese pequeño contratiempo, hay algo más que llama su atención: hay sangre en las sábanas.

Con este episodio de sangre, como él mismo lo llama, se inicia el relato de la vida moral del protagonista. Y es él quien subraya el concepto de moral, porque habrá algo de eso a lo largo de todo el libro. No estamos ante una historia lineal de acontecimientos, sino ante una narración vital y relacional que va hilvanando hechos y reflexiones y nos va mostrando el extraño viaje personal que inicia el protagonista, un joven que llevaba una vida acomodada y sin preocupaciones, hacia los límites de lo establecido. 

 

Opinión:

 

En un momento del libro, el narrador y protagonista hace la siguiente reflexión: «Y es que desde siempre lo único que había querido era vivir. Y la verdadera vida ―y esto no es ningún nuevo descubrimiento mío―, la única que ha sido verdaderamente vivida, es aquella que uno observa en retrospectiva desde una especie de distante punto en las nubes. Este tipo de mirada podría describirse con la palabra "literatura". O si no literatura, sí al menos discurso». Dicha reflexión me parece una buena manera de definir este libro: es un discurso literario, una narración que se va entrelazando de manera desordenada con monólogos existenciales, cavilaciones filosóficas y consideraciones sobre la moralidad propia y ajena, es decir, social, que rodea al personaje.

Adam Thirlwell se adentra con este libro en la vida de un joven consentido que ha crecido entre algodones, pensando que va a conseguir todo lo que quiera. Es, en cierto sentido, una concentración de distintos rasgos de una generación a la que se le dijo que lo podría tener todo y que, de hecho, parecía tenerlo todo; una generación eternamente joven que, muy a su pesar, se ha encontrado ante un mundo distinto del que esperaba. Por si eso fuera poco, además de esa extraña frustración y desencanto al que se llega cuando descubres que te han prometido algo que no es tan fácil como creías, el autor nos muestra los problemas que conlleva una sociedad en la que parece que los límites cada vez son más dispersos y difusos; un mundo donde se puede conseguir cualquier cosa con un click. Lo sé, parece contradictorio, pero ahí está la gracia: llenamos la vida de objetos que nos traen a casa en veinticuatro horas, mientras lo otro, aquello que no podemos comprar, se va deshilachando, disgregando, perdiendo forma, contorno y límites.

Pero el autor no se queda en las reflexiones, en los guiños críticos, sarcásticos y con un humor extraño. Mediante una voz narrativa fascinante y a la vez despreciable, analiza una generación y la sociedad que la ha gestado y que la rodea en la actualidad. Sí, habla de la infidelidad, pero va más allá del hecho en sí. Porque la infidelidad es sólo uno de los actos que lleva a cabo nuestro protagonista. ¿Es el detonante? Es posible. Pero después de eso aparecen otras brechas por las que seguir disfrutando sin pensar realmente en las consecuencias. Porque, como él insiste en recordarnos, lo que quiere es ser feliz y hacer felices a los demás. Pero, ¿a qué precio? Quizás con este constante recordatorio de la importancia de la felicidad, Thirlwell pretende señalar que, en el fondo, nuestra sociedad también parece estar obligada a ser feliz, algo que ya señaló hace tiempo Pascal Bruckner en su ensayo "La euforia perpetua". La diferencia es que, en el caso de Thirlwell, esa supuesta felicidad a veces parece más una excusa para desconectar de la realidad que de vivir realmente.

A través de una mirada extrañamente personal y a la vez distante, el protagonista narra los acontecimientos y sus reflexiones, como si, a pesar de estar viviendo lo que cuenta, estuviera un tanto apartado. Y es ese punto de unión entre lo cercano y lo lejano lo que nos permite ser espectadores y a la vez protagonistas de escenas que recuerdan que hay límites que se pueden romper de manera consentida, sobre todo cuando implica a otra persona y su intimidad, pero otros que, si se rompen, tienen consecuencias. La gracia es que el autor no juega tanto con la preocupación del personaje ante lo que ha hecho como ante la idea de que se pueda saber. ¿Es real si solamente lo sabe él? ¿Ha ocurrido realmente si nadie más se entera?

"Estridente y dulce" ahonda en el lado sórdido y morboso de la sociedad y las personas, pero sin abandonar esa sensación dulce y cálida del amor, de la necesidad; ahonda en las contradicciones éticas y vitales de una generación que iba a conseguirlo todo y que, en cambio, se ha visto limitada en una sociedad que no parece tener realmente límites. Se habla de sexo, de las relaciones de pareja, de las relaciones paterno-filiales e incluso de política y dinero, pero al final, cuando uno cierra el libro, no sabe exactamente qué ha leído. Es como un viaje, casi como si hubiéramos consumido alguno de los múltiples narcóticos que consume el protagonista, que nos muestra una posible espiral de acontecimientos que plantean algunas de las fisuras del mundo en el que vivimos, siempre con un toque de humor que lo hace más ameno.

Un libro curioso que te deja un regusto de perplejidad difícil de clasificar.

Inés Macpherson

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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