El puente

Opinión:

Gay Talese desarrolla una crónica comprometida y realista de la construcción del puente Verrazano-Narrows. Lejos de los grandes despachos y de nombre rimbombantes, se centra en la vida de quienes lo construyeron, sobre todo de los obreros que vivieron el día a día del crecimiento de un gigante colosal, un puente colgante que durante bastante tiempo ostentó el récord de la luz, el espacio central entre los grandes pilares, más larga, 1298 metros de longitud. En concreto desde 1964, cuando finalizó su construcción, hasta 1981, cuando fue superado. Y si esa cifra es impresionante, otra más pequeña da idea de la envergadura de la construcción: 4,79 cm más de separación entre la cúspide de las dos torres que en la base por la curvatura de la Tierra, que también había que tener en cuenta.

El protagonismo principal, además del omnipresente puente de acero y hormigón, es para un puñado de esas personas que contribuyeron en la construcción, que son nombradas una a una en una agridulce crónica vital, que recoge buenos momentos junto con otros difíciles o trágicos. Porque si alguno perdió un pedazo de su cuerpo, otros perdieron la vida, ya fuese en la misma obra o en los largos trayectos del fin de semana para estar con la familia.

Junto con la crónica de aquellos días, una extensa serie de fotos son testigo del grandioso escenario y de quienes estuvieron allí. Algunas fotos son anónimas, imágenes de los diferentes oficios presentes en la obra y de las fases de su construcción. Otras identifican algunas de aquellas personas: "Hueso" Murphy, Benny Olson y James J. Braddock, este último un estibador que llegó a campeón de los pesos pesados y luego de arruinarse volvió al duro trabajo, y entre otros estuvo el puente, como si tal cosa.

El libro original fue publicado originalmente en 1964 y al cumplirse el cincuentenario se ha reeditado con la ampliación de un prefacio y de un epílogo del mismo Gay Talese que sitúan la perspectiva de lo que ha representado para Nueva York y también para quienes colaboraron en su construcción. Como de rondón, alguna referencia muy negativa para el sistema de construcción de las Torres Gemelas, calificado como endeble, muy frágil.

Es posible que la lectura de "El puente" tenga un público concreto y bastante definido, ya que muestra sobre todo la faceta laboral de unas personas que se movían en un ambiente difícil, siempre tenso, pendientes de muchos peligros cercanos.

Selin