El sueño del otro

Opinión:

Dos hombres. Dos vidas. Uno vive la vida del otro cada vez que se duerme. El otro vive la vida del uno cada vez que se duerme. Ninguno de los dos descansa. Esto hace que Juan Jacinto Muñoz Rengel nos presente a dos personajes que ya están bastante tocados, estresados y extenuados, pero conforme avance la historia lo estarán más. Ante esas situaciones, que pueden volver loco a cualquiera, no reaccionan ambos igual. Y tanto en esos comportamientos como en la intriga de la historia en sí, y sobre todo el deseo por saber cómo acabará, son los motivos que hacen que no puedas dejar de leer.

Había leído en alguna ocasión cómo podía ser vivir en el cuerpo de otro (por ejemplo en una novela antigua de Ken Grimwood ("En otro tiempo, en otro lugar") o en alguna de memoria celular o incluso de poseídos, pero esta novela de Muñoz Rengel es totalmente distinta, ofrece un punto de vista diferente y también es muy original para quien no ha leído nada del estilo.

La historia puede llegar a angustiar porque estamos ante dos hombres que jamás, jamás sueñan como lo hacemos los demás. No se despiertan descansados recordando que soñaron algo pero que no recuerdan qué. Esas sensaciones se transmiten al lector. Angustia, inquietud, locura, confusión… O al menos al lector más sensible (entre los que me encuentro) porque si te pones en su piel y eres capaz de vivir con intensidad esas vidas, puedes acabar flipando y haciendo esfuerzos para tragar saliva (algunos vivimos los libros como si fueran reales, sí, al menos hasta terminarlos).

Pero lo mejor es la propia intriga sobre qué personaje es real y cuál no. Está claro que o bien hablamos de mundos paralelos, o de imaginación, o de suplantación de identidad, o de enfermedad mental, o de algo que desconocemos… algo tiene que haber, pero Muñoz Rengel no nos lo cuenta nunca. Los lectores, probablemente, harán como yo: apostar por uno o por otro. Pero ¡ay! Cuando crees que es André el real, pasa algo que te hace pensar que es imposible, que el real es Xavier, y cuando estás convencido de que Xavier es el real, ¡ay, otra vez! Algo te dice que no puede ser él. Y así hasta que Muñoz Rengel nos ofrece un final de lo más sorprendente.

Yo ya había leído a Juan Jacinto Muñoz Rengel en "De mecánica y alquimia", y después en "El asesino hipocondríaco", y puedo decir que no me he sorprendido con él, debería aclarar en todo caso que me he sorprendido "tres veces" con él. Y no hay nada que me guste más que me sorprenda un autor.

Si quieres leer una novela diferente, imaginativa, plagada de confusiones emocionantes y con un misterio enorme, que te atrae como un imán hacia una resolución que quizás te deje con la boca abierta, este es tu libro.

No quiero dejar de mencionar que Juan Jacinto hace aquí una crítica fabulosa escondida entre el argumento acerca de la manipulación de los medios y el propio periodismo. Esta parte me ha parecido de lo más interesante, aunque no sea el leit motiv de la historia. 

Anika Lillo