Cómo dejar de escribir

Opinión:

Esther García Llovet (Málaga, 1963) tiene una larga experiencia como creadora. Le conozco trabajos de cine y traducción, y la novela que ahora reseño es su quinta aproximación al género. Lo que presenta en esta ocasión es una novelita de poco más de cien páginas que es tremendamente estática en su concepción. En ella los personajes no sufren grandes progresiones, ni encontramos al final algo realmente distinto del principio. Tiene más apariencia de cuaderno de anotaciones que de novela estructurada, jugando con la propuesta de un conjunto deslavazado y de apariencia inconclusa.

En el interior de la edición de Anagrama podemos leer que la novela fue especialmente recomendada para su publicación por el jurado del último Premio Herralde de novela. Lo que se ofrece en ella es un recorrido informal, en ocasiones mansamente humorístico, por un Madrid bohemio habitado por una galería de personajes de mirada muy personal, casi podríamos decir que única. La técnica utilizada por la autora tiene una apariencia sencilla, plana, sin grandes pretensiones de encontrar una gran expresión u ofrecer un verdadero hallazgo literario.

Renfo, que así se llama el protagonista, cuenta en primera persona su visión de este Madrid confuso y fiestero en el que lo que más parece preocuparle es encontrar el manuscrito perdido de su padre, un gran novelista chileno que transita en un territorio mestizo entre la realidad y el mito. Él mismo es contemplado como uno de esos escritores que no escriben, un artista que queda progresivamente diluido en su propio entorno. En esa búsqueda difusa y discontinua, topa con una colección de personajes que no parecen menos irreales que su empresa: ex presidiarios, vagabundos, artistas de diverso pelaje y una chica-tótem descrita como una pija sin remedio llamada Claudia.

Hay un uso continuado de la elipsis que ofrece al lector un texto plagado de conexiones y desconexiones sobre el tema de la obra, a menudo mezcladas con reflexiones, sueños y ensoñaciones. Esther García Llovet pretende hacer una novela punk, antinovela en el concepto que un autor como Bolaño podía tener de la misma, de manera que "Cómo dejar de escribir" es su propuesta de un texto sobre los márgenes de la creación y las dificultades por las que pasa el artista para crear algo sin que su biografía quede fuertemente dañada en el empeño.

Rafael Ruiz Pleguezuelos