A la sombra del árbol Kauri. Trilogía Kauri, 2

Opinión:

En esta segunda parte de la trilogía volvemos a encontrarnos con las familias de Michael y Kathleen.

En esta ocasión Michael Drury se convertirá en el padre adoptivo de la hija de Lizzie. En la novela anterior, "Hacia los mares de la libertad", ya pudimos observar que esta pareja tenía bastantes discusiones, pues en esta, con Matariki por el medio, las peleas entre la pareja no van a ser menos. Matariki se considera una princesa maorí y cuando, tras su s  por parte de su padre paterno, se hace consciente de la problemática maorí sus problemas con los blancos se acrecentarán. No dudarán en defender los derechos de los maoríes con coraje y valor, no en vano lleva su sangre en las venas. Además Matariki es muy parecida a su madre ¿os acordáis de era una pakeha muy fuerte? Pues lo mismo sucede con la joven.

La llegada de Colin a Nueva Zelanda vuelve a traer problemas a la familia Burton, como no podía ser de otra forma. Es como si tratase de huir de algo. El tiempo descubrirá los motivos que han impulsado a Colin a escapar de una prometedora carrera en el ejército inglés.

Si en la novela anterior ya vislubrámbamos el inicio de una guerra entre los maoríes, dispuestos a defender su territorio y sus derechos, y los blancos, en busca de más y más tierras y de una explotación masiva de las minas de oro; en esta historia veremos más de cerca los graves problemas entre los maoríes y los pakeha, cuáles son los derechos que reinvidican, claros desde el punto de vista de cualquier persona mínimamente coherente, y como se consigue el voto, tan anhelado, de la mujer, lo que conllevará muchas crispaciones.

Además conoceremos a otro nuevo personaje, Violet, una mujer entrañable a quien no parece que le vaya muy bien en la vida pero que tiene la clave para muchas de las decisiones importantes de esta novela.

Mucho drama, mucho romanticismo y mucha información histórica sobre lo acontecido en Nueva Zelanda. Eso es lo que Sarah Lark nos vuelve a mostrar sin perder ni un ápice de interés.

La narracción va de menos a más, manteniendo la tensión y las ganas de profundizar en todo momento. Está claro que la autora no se amilana en mostrarnos, a través de unos personajes que ya nos han atrapado, la problemática maorí; la problemática de un pueblo que se vio invadido y con sus derechos restringidos a favor de los blancos conquistadores.

A pesar del volumen de la novela, esta se lee muy rápido, pues la escritura es amena, fácil de seguir, y engancha desde la primera página. Con más suspense y tensión que el primero de la trilogía hará las delicias de quien ya conocemos a esta autora.

Como sorpresa que nos encontramos: algunos de los personajes que existían en primera trilogía maorí aparecen por aquí en una especie de cameo literario. ¿Os acordáis de Caleb Biller y de Clarise? Ahora os quedará la intriga de cuál es su papel en esta nueva historia.

Mila L. Castelo