Anika entre libros

Comenta cuentos

Moreno. Pilar López Bernués

Ccuentos Autora:
Pilar López Bernués (Barcelona, España. 1957)

Web Oficial: www.com

Participa con: "Moreno"

 

Sobre Pilar López Bernués:

Todas sus novelas hacen referencia a la naturaleza en mayor o menor grado, porque es una ecologista convencida y le preocupa el abuso que hacemos de nuestro entorno. Logró publicar la primera novela en Bruño, en 2002. Es una obra adolescente y la primera de una serie de la que se ha publicado otra más, hay además otras continuaciones pendientes de publicación. Su gran pasión fue el alpinismo, aunque apenas lo practicó; de ahí surgió la segunda novela publicada, ésta es para adultos.

 

Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos):

¬ El misterio de los cachorros desaparecidos (2004)
¬ En aquella pared norte (2003)
¬ El secreto del caserón abandonado (2002)

- ver Pilar López Bernués en Anika Entre Libros

 

Moreno

Cuando el ternero abrió los ojos por primera vez vio la oscura silueta de su madre. Estuvo tambaleante unos minutos, pero enseguida se "hizo" con su cuerpo, se sostuvo en pie y fue capaz de enfocar la vista y encontrar alimento. Aunque acababa de nacer, un potente instinto se encargaba de guiarle y mostrarle lo más imprescindible; luego, "mamá" le enseñaría poco a poco todo lo que debía saber.

El ternero era negro como el azabache y por ese motivo el mayoral lo llamó "Moreno", aunque su verdadera madre seguía llamándole "MU". Moreno era simpático y juguetón y en pocos días se hizo el cabecilla de un grupo de terneros de más o menos su misma edad. Era divertido correr por el campo, retozar y "cornearse" en broma. Su mejor amigo se llamaba "Triguero", no sabía por qué; y el pelmazo de turno "Dormilón". A ese sí le iba bien el nombre: Siempre tenían que ir a buscarle para jugar, refunfuñaba a menudo, y en cuanto se enfadaba corría en busca de su madre y se echaba una siestecita. ¡Era un aburrido! En aquella época todo el "mundo" de Moreno lo constituían sus amigos y su mamá. Por la noche, le gustaba tumbarse junto a ella, al raso, y ver la Luna y las estrellas, y oír cantar a los grillos... ¡Se estaba tan a gusto!

Moreno fue creciendo. Pronto dejó de tetar y empezó a comer hierba. Por esa época, más o menos, lo separaron de su madre y lo llevaron con más becerros a otros pastos. Estuvo unos días entristecido, pero acabó por aceptar su nueva condición y trató de adaptarse. Además, Dormilón y Triguero iban con él y eso le animó bastante.

Durante tres o cuatro años Moreno fue feliz. Por la mañana pastaba por el campo y al atardecer bajaba hasta el arroyo, bebía en el abrevadero y miraba con asombro ese reflejo oscuro sobre el agua y que le intrigaba... ¡Se parecía mucho a un toro! ¡Pero jamás contestaba a sus "MU..."! Por las noches, Moreno se tumbaba en la hierba y dormitaba mientras rumiaba, contemplaba las estrellas y recordaba con un poquito de nostalgia su niñez, sus juegos y a su madre, que le había enseñado tantas cosas. Algunas veces el mayoral lo encerraba en un corral y eso no le gustaba nada porque, por encima de todo lo demás, él amaba la libertad.

Un día, Moreno fue obligado a entrar en un cajón. Trató de zafarse, protestó, pero lo encerraron al fin en un espacio oscuro en el que apenas cabía y en el que no podía moverse. Notó que movían la caja, la zarandeaban. Quiso cornear las paredes, más no había espacio ni para eso. Desesperado, asustado y muerto de calor, sintió que le faltaba el aire; acostumbrado como estaba a los espacios abiertos, allí dentro no podía respirar.

Cuando el terrible cajón se abrió, mucho tiempo después, Moreno estaba desesperado. No entendía aquello. No sabía qué hacía allí. Salió a escape al intuir a su espalda la primera claridad. El sol lo cegó momentáneamente y creyó que lo habrían llevado a otros pastos, como cuando era pequeño. Moreno, no obstante, no vio árboles, ni prados, ni el cielo abierto, solo otro corral cerrado, pestilente y sin agua ni comida... Eso le recordó que estaba hambriento y tenía sed. Su furia fue entonces tremenda. Clavó los cuernos contra los muros, recorrió el recinto dando vueltas y tratando de atrapar al mayoral o al tipo que le había dejado allí, pero no se ponían a su alcance... Al poco, abrieron un segundo cajón, un tercero y unos cuantos más. De ellos salieron Dormilón, Triguero y otros toros de lidia.

Estaba anocheciendo. Aunque el corral no tenía techo, apenas se veían estrellas y no cantaban los grillos, como en el campo. Dormilón no hacía más que quejarse porque tenía hambre y sed.

Llegó un nuevo día y con él la desesperación de Moreno aumentó. Estaba rabioso, asustado, hambriento. Quería salir de allí de una vez, pastar libremente por el monte, beber agua en el abrevadero del arroyo...

Ya estaba la tarde avanzada cuando una puerta se abrió y por ella se llevaron a Triguero... Un poco después hicieron lo mismo con Dormilón. Moreno estaba intrigado. La operación se repitió con otros tres toros y finalmente solo quedó él... Oía un ruido raro, como una música, y reconoció sonidos de "hombres" chillando y aplaudiendo. Aquello intrigó mucho a Moreno, que solo había visto en toda su vida a unos pocos humanos y eran para él criaturas extrañas y complicadas.

La puerta se abrió de nuevo y el toro volvió a oir una música rara. Corrió hacia allí, hacia cualquier vestigio de libertad, pero se encontró encajonado y entonces recibió el primer pinchazo: Sintió un dolor agudo en el lomo y, aunque él no podía verlo, llevaba clavada una cinta de colores.

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Lejos de allí, a esa misma hora, dos hombres discutían acaloradamente ante un micrófono de radio. El primero, el señor "SI" estaba a favor de la Fiesta Nacional y era forofo de ella. El segundo, el señor "NO", era un conocido ecologista defensor de los derechos de los animales.

-Semejante espectáculo - afirmó NO - es impropio de seres que se llaman a sí mismos "humanos".

-¡No digas sandeces! - exclamó SI - ¡El toro prefiere morir luchando!

-¿De veras? ¿Se lo has preguntado a alguno, quizá?

-Una buena faena, es arte.

-Sí, claro, y un crimen perfecto también lo es. Arte es cualquier cosa bien hecha... ¿Me dirás tal vez que esa palabra justifica un robo magistral, por ejemplo?

-Pero ¿Qué tiene que ver un robo o un crimen con todo esto? - gritó SI, exasperado.

-Nada... Solo que también son "arte"

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Moreno, vio una puerta abierta y salió encabritado hacia ella. Veía luz, sol... ¡Tenía que ir allí! Se llevó, no obstante, una decepción: Esperaba encontrarse con Dormilón y Triguero, pero... ¡Solo había un espacio circular, cerrado, sin salida alguna! Asustado, el toro embistió al primer "humano" que se puso a su alcance, más no lo veía apenas porque sus ojos, miopes, solo distinguían con claridad un gran paño rojo. Más allá del círculo de arena intuía que había mucha gente; los oyó gritar, aplaudir, y chillar algo parecido a "Olé...". El toro estaba rabioso, quería luchar, quería huir de aquel lugar de pesadilla... Por fin, distinguió algo más grande. Era un caballo, lo reconoció, y sobre él había un jinete, que le recordó al mayoral. Haciendo acopio de toda su furia, embistió al caballo, pero en cuanto lo hizo un dolor tremendo le atravesó el lomo y, aunque él no podía verlo, un reguero de sangre le bajó hasta las pezuñas.

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-Matar para vivir es una necesidad - dijo NO - pero hacer de la muerte un espectáculo y disfrutar con la tortura no es más que sadismo.

-¿Sadismo? - gritó SI - ¿Acaso no sufren los animales en el matadero?

-Sí, pero nadie se regocija con su muerte.

-Insisto en que un toro bravo prefiere morir luchando.

-Quizá lo preferiría si salvara la vida cuando alcanza al torero, pero la lucha es desigual y, haga lo que haga, no tiene opción.

-¿Prefieres que muera el torero?

-No. Prefiero que no haya toreros y que nadie se haga millonario matando.

-El torero gana dinero porque expone su vida.

-Pues que no la exponga. Hay mil formas civilizadas de demostrar el valor, y mucho mas útiles para la sociedad.

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Moreno embistió con rabia al caballo un par de veces más, pero cuanto más empujaba mas dolor sentía en el lomo. Estaba perdiendo sangre y se iba debilitando.

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-Creo sinceramente - dijo NO - que los amantes de la tortura y de semejante espectáculo de sangre y muerte tenéis que revisar un poco vuestros principios. Como humanos andáis un poco bajos en la escala de la evolución, aunque seáis intelectuales.

-¡Sandeces! Se trata de un animal.

-Sí, claro, de un animal. ¿Acaso no sufre? ¿Acaso no tiene sus sentimientos?

-¿Sentimientos un toro? - respondió SI - Te diré algo, señor "sabelotodo": Los toros de lidia se extinguirían si se extinguiera la Fiesta.

-¡Pues venga! ¡Llevad ballenas a la plaza, que también están en peligro de extinción!

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Moreno, escuchó de nuevo los acordes de "aquella" música. Vio a otro humano y lo embistió con furia, pero de nuevo se tropezó con el trapo rojo. Al poco, distinguió a alguien que le hacía señas desde lejos y corrió hacia él dispuesto a alcanzarlo. Cuando casi lo tenía notó de nuevo un dolor tremendo en el lomo. Llevaba algo clavado, algo que se movía y le maceraba la carne con cada movimiento.

Rabioso, volvió al ataque una vez más, y otra, pero en ambas ocasiones recibió un impacto antes de llegar. El reguero de sangre era ya abundante.

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-Si no te gusta la Fiesta - dijo SI - No vayas a verla. ¡Nadie te ha pedido tu opinión!

-Pero resulta que yo vivo en una sociedad que se rige por unas normas, y un espectáculo de sufrimiento, sangre y tortura es aberrante. Es más, puede verse en televisión a horas en las que los niños están en casa.

-¿Y qué?

-No es para niños.

-¿Por qué? ¿Acaso ellos no comen carne?

-Sí, pero han de aprender a reprimir el sadismo y la crueldad, y la Fiesta los fomenta. Todos los humanos tenemos un "hilo" cruel y morboso; solo falta que la sociedad nos obsequie con un espectáculo sádico y, encima, lo eleven al rango de "Fiesta Nacional".

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Moreno, siguió embistiendo al torero, aunque sin lograr alcanzarlo. Una vez tras otra el manto rojo se interponía. A su miopía se sumaba ahora la debilidad, porque apenas había comido últimamente y ya había perdido mucha sangre. Exasperado, sin entender qué era aquello, escuchaba "Olés" e intuía a una multitud de enemigos a los que no podía dar alcance.

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-Hay mucha gente que vive de los toros - dijo SI.

-También los ladrones viven de sus "trabajitos".

-¡Ya estamos otra vez! ¿Qué tiene que ver una cosa con otra?

-La civilización ha de caminar hacia arriba - respondió NO- Y eso significa fomentar los mejores valores, no recrearse en los peores.

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La música cambió otra vez. Moreno, tenía frío, un frío glacial que le iba invadiendo poco a poco; la vista se le nublaba y casi no distinguía ya el trapo rojo. Enfurecido, iba agotando sus últimas fuerzas tratando de destripar al torero, pero no le daba alcance porque apenas lo veía ya.

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- La Fiesta es una reminiscencia de las luchas de gladiadores - dijo NO - ¿Crees que eran un buen espectáculo?

-¡Se trataba de humanos! - exclamó SI

-¿Dónde está escrito que ser la raza dominante nos de derecho al despotismo y a tratar al resto de los seres sin un mínimo de consideración? Además, corrígeme si me equivoco, pero el torero también puede morir, y yo diría que es humano...

-La naturaleza es cruel.

-Sí, pero solo lo justo, y todos los animales que matan lo hacen para vivir, no para montar un espectáculo.

-¡A los toros nos los comemos!

-¡Solo faltaría que, encima, tirásemos la carne a la basura!

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El torero entró a matar. Moreno, notó la hoja fría del acero atravesarle las costillas. Ya no sentía dolor, solo una flojedad tremenda y una rabia que le corroía los huesos. Trató de alcanzar al torero una vez más, pero no lo logró de nuevo. Vio capotes rojos, muchos, mareándole... Se le iba la cabeza y las patas empezaban a fallarle. La estocada no había sido buena y recibió un segundo espadazo.

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-El arte de ver a un "maestro" en plena faena requiere una sensibilidad especial.

-¿Sensibilidad? - respondió NO - ¡Ningún ser humano con un gramo de sensibilidad puede presenciar impasible semejante carnicería! Tratáis de disfrazar la Fiesta con palabras como "arte" y "sentimiento" ¿A quién pretendéis engañar? Solo os engañáis a vosotros mismos queriendo justificar lo injustificable. Os gusta la sangre, esa es la única realidad.

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La segunda estocada había sido certera. Moreno, empezó a escupir sangre por la boca y se quedó sin respiración. Trató de mantenerse en pie a toda costa, trató de alcanzar al torero, de destriparlo... Ya no veía. Todo le daba vueltas pero se negó a sucumbir porque era valiente y no iba a rendirse; siguió luchando un segundo más, y otro, y otro... Las patas se le doblaron finalmente y entonces cayó a la arena en medio de un charco de sangre. Lo último que oyó fue "Olé" y, como un flechazo, pasó por su mente el prado en el que se crió, el abrevadero del arroyo, y la Luna iluminando el límpido cielo del monte.

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-No puedes entender la Fiesta - dijo SI. Es algo "grande" y solo puede "sentirse".

-Mira - respondió NO - No quiero discutir porque tú y yo nunca nos pondremos de acuerdo. Solo voy a lanzar al vuelo una reflexión: "Un ser humano capaz de disfrutar con el sufrimiento de un animal, con la sangre, con la crueldad, de presenciar en definitiva semejante carnicería ¿No tiene una parte de sí mismo pendiente de revisión? ¿Es esa actitud positiva?"

© Pilar López Bernués



COMENTARIOS SOBRE EL RELATO

Travis

Un alegato anti taurino. Siempre me he preguntado porqué irrita tanto el destino de estos animales en particular cuando su muerte constituye apenas una mínima parte de las agresiones que sufren millones de animales todos los días. Supongo que el hecho reprobable tiene que ver con que la tortura y ejecución del animal (porque en verdad todo se reduce a eso) se convierta en un espectáculo que suele contar incluso con retransmisiones televisivas nacionales y con la asistencia de autoridades públicas (incluso a veces de la más alta autoridad de la nación).

Vamos, que por ejemplo nadie vende entradas para ver cómo liquidan a martillazos a un ternero, cómo cuelgan por las patas a las gallinas para que sean degolladas en serie o cómo un pato es sobrealimentado para que su hígado alcance un tamaño descomunal.

El relato me ha gustado sobre todo al principio y hasta el párrafo que termina con la frase "Sintió un dolor agudo en el lomo y, aunque él no podía verlo, llevaba clavada una cinta de colores"; a partir de ahí queda demasiado evidente la intención del cuento (hasta ese momento simplemente simplemente se sugería dicha intención) y se pierde un poco la fuerza del principio.

Tampoco me ha gustado la alternancia entre el relato de la lidia y la discusión entre los dos contertulios aunque supongo que siendo como es un relato-alegato el estilo tiene que estar siempre subordinado al mensaje.

MEAT IS MURDER.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Travis. En primer lugar agradezco mucho tu crítica y el tiempo que has dedicado a mi relato (leer-comentar). Y te doy la razón en algo: Los toros son matados para nuestro beneficio como hacemos de manera diaria con millones de seres. Desgraciadamente, hay que matar para vivir. Esa Ley me parece monstruosa, pero no la hemos inventado nosotros; y si nos convertimos en vegetarianos también matamos, como lo hacemos al respirar o al tomarnos un antibiótico... Pero si matar para vivir es una necesidad de supervivencia, hacerlo por placer y convertir la muerte y la tortura en un espectáculo es algo a lo que prefiero no dar nombre. Los toros son sólo un ejemplo, porque si nos desplazamos por la geografía nacional en tiempos de "fiestas populares" las aberraciones que podemos llegar a descubrir son igual o peores que "La Fiesta".

Con el relato, mi única intención ha sido tratar de sensibilizar a quien lo lea, lanzar un "SOS" a favor de los mejores valores y despreciar todo lo que tenga que ver con la violencia gratuita y la crueldad gratuita. Que determinadas personas, además, se enriquezcan matando porque otras pagan para ver matar es algo que, en mi modesta opinión, dice muy poco acerca del grado de evolución de los seres humanos en general y de los amantes de la sangre en particular.

Saludos cordiales.



Travis

Y yo agradezco tu agradecimiento :) Entiendo el tuyo como un relato más preocupado por servir a una determinada causa que a la pura creación litearia. Si es así qué duda cabe que has logrado tu propósito.



Rosa Ribas

Coincido con Travis en que el cuento me parece estar sobre todo concentrado en el mensaje antitaurino (que comparto). Esto lo hace muy previsible y se pierde la tensión narrativa a pesar de que el lenguaje es muy emotivo e intenso.



Anika

Al principio tengo al impresión de encontrarme ante una nueva versión de Bambi pero con un ternero en vez de un cervatillo. La autora introduce este sistema para que cojamos cariño al animal (chantaje emocional, jeje). No sé si es apropiado que porque un humano llame "Dormilón" a un ternero, un ternero (el prota) "entienda" el significado de este apelativo. La adaptación a la separación de su madre la veo muy rápida, pero como desconozco si los animales actúan así lo dejo en puntos suspensivos… a mí me hubiera gustado más, por ejemplo, que esta parte estuviera algo más desarrollada.

Me ha gustado mucho el detalle de recordar que el grillo, en su nueva vida, ya no se escuchaba. Eso casi hace más patente la nostalgia del animal a su vida anterior.

Pero lo que más me ha gustado ha sido el intercalado entre la experiencia del toro en la plaza y los dos tipos discutiendo, uno a favor y otro en contra. A ellos los imaginas imbuídos en su discusión, más pendientes de la defensa de sus principios que de otra cosa, pero al toro lo "sientes" sufrir.

La verdad es que yo estoy en contra de la fiesta de los toros, pero en este caso no he dejado que me influya porque considero que es un relato, así que de la conclusión final no hablaré (con permiso de todos).



Anika

jajaaa, acabo de leer la opinión de Travis y se convierte en HECHO aquello de "para gustos, los colores". ¡No coincidimos en nada! XD



David Jasso

Yo al principio creía que iba a encontrarme con una fábula o algo así, pero el relato se convierte en un innegable alegato antitaurino.

Yo comparto el mensaje, pero creo que es demasiado evidente, tanto que desvirtúa al relato para convertirlo en una especie de panfleto.

Pienso que no era necesario llegar tan lejos, se pierde efectividad. Si el relato hubiera acabado en la primera separación (sí, hasta la "cinta de colores") hubiera resultado más potente. A mí me hubiera funcionado mejor.

También me sobran los diálogos. Sólo contribuyen a hacer patente el lado del que está la autora. Incluso el ecologista tiene mejores argumentos (probablemente porque tenga gran parte de razón), y el personaje taurino defiende peor sus ideas, en fin que me parece partidista y demasiado evidente.

Los méritos literarios se diluyen entre el potente mensaje, pero hay aciertos; por ejemplo: la frase de los grillos que ha comentado Anika me ha parecido especialmente acertada.

David Jasso.



Joseph B. Macgregor (josephb)

Esta autora ha centrado su trayectoria literaria en libros infantiles y juveniles. Esto se nota mucho en el tono que da al relato (más cuando nos describe la trágica odisea de Moreno que cuando debaten los dos sujetos). Tiene algo de cuento infantil, no porque me parezca ñoño ni nada por el estilo, si no porque usa una prosa más adecuada para este tipo de público: sencilla, tierna y con momentos entrañables. De alguna forma, me imaginaba a una mamá contándole a su niño pequeño la historia del torito. En esto pienso que el relato está bastante conseguido y es donde se demuestra el oficio de la autora. No es que a los niños pequeños haya que hablarles como a idiotas, pero por eso mismo pienso que tu relato está contado en el tono justo.

Si lo tomamos sólo como un cuento infantil, que pretende concienciar (no cabe duda), se pueden perdonar algunas cosas que noto a faltar en la historia del toro. Por ejemplo, antes de llevar un toro a la plaza, se le suele alimentar bastante bien y además es sometido a un proceso de lidia para educarles en la bravura. Además, esto sirve también para cuando llega la corrida saber qué toro tiene la fuerza suficiente o coraje para ser toreado, para que el torero se luzca… Te hablo de la teoría. Otra cosa es que los toros salgan a la plaza medio borrachos, cojos de las patas delanteras o cayéndose en algunas ocasiones. Pero en teoría, antes de llevarlo a la plaza, el toro es sometido a un "entrenamiento", por llamarlo de alguna manera. Esto falta en el relato, pero quizá no importa tanto ya que no creo que intentes ser realista para nada ni hacer un documental sobre la crianza y lidia del toro.

También opino que el debate rompe un poco el ritmo del relato, es incómodo. Pienso que en la narración del torito ya tomas el partido suficiente, nos dejas bastante clara tu opinión. Me pregunté qué razón te pudo llevar a incluir esa otra historia en el texto. Creo que la respuesta es: tu deseo de ser objetiva, es decir… tratas de exponer otros puntos de vista distintos al tuyo para que no tacharan el texto de panfleto o demasiado subjetivo. Ya me dirás si esto es así u obedece a otra razón, porque en caso de que fuera ésta la explicación… pienso que el debate debe hacerlo el lector contigo mientras lee el relato. Al menos, así lo veo yo.

Además, lo más importante es lo que pienses tú como autora al respecto. Tienes todo el derecho a ser subjetiva si te apetece. Los que defienden lo que ellos denominan La Fiesta si quieren que escriban ellos otro relato sobre el tema. Es más se podría escribir uno como el tuyo pero expresando todo lo contrario…

Me ha gustado el tono que le das, pero opino que quizás tus deseos de ser objetiva, de escuchar a todas las partes lo estropean un poco.

Espero no haberte molestado o incomodado con mi opinión dicha desde el respeto más absoluto hacia tu oficio o labor como escritora.

Joseph B. Macgregor.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Josephb... Antes que otra cosa, agradezco mucho tu larga opinión y el tiempo que te has tomado para escribir un comentario tan elaborado. La verdad es que he descubierto a través de ti cosas que desconocía, como eso de que los toros de lidia son sobrealimentados y entrenados...

Leyendo opiniones en este foro, no sólo respecto a mi cuento, me maravilllo de la cantidad de cosas que puede extraer alguien de un relato, y lo digo porque yo, cuando escribo, sólo plasmo lo que me dicta el corazón en ese instante, no me planteo cómo empezaré una historia y mucho menos cómo acabará. En ese aspecto, reconozco que me falta por completo método, planificación etc., etc., etc. Por eso, cuando veo una obra analizada, comentada y desmenuzada apenas la reconozco.

Este relato lo escribí hace algunos años. En aquel instante, mi única intención era anti-taurina. Me pareció que si conocíamos al protagonista y nos encariñábamos con él el mensaje ya se manifestaría por sí solo. Y el hecho de colocar un diálogo SI-NO se me ocurrió para romper un poco con ese tipo de relato en el que, a favor o en contra, no existe otra opción. En este caso concreto, no obstante, para mí hay una sola opción y los argumentos de "SI", que son los expresados públicamente por los taurinos, caen por su propio peso, por eso los puse ahí. Pero reconozco que el relato toma partido, no puedo evitarlo. También es cierto que poco antes de escribir el cuento ví un programa de debate en la tele sobre el mismo tema y que la mayoría de las opiniones escritas las "robé" de unos y otros (SI-NO).

En cualquier caso, el único objeto del relato fue y es tratar de sensibilizar al lector, no sólo en el tema de La Fiesta sino en lo que es la violencia gratuita convertida en espectáculo. En mi opinión, es vergonzoso que alguien se haga millonario matando porque algunos paguen para ver matar. Hacer de eso una fiesta y elevarla al rango de "Fiesta Nacional" me subleba, me molesta, me pone en "pié de guerra" y me avergüenza como persona... A los animales, que matan para vivir, los llamamos "bestias". ¿Cómo deberíamos llamarnos a nosotros, los "civilizados"? Arrasamos con todo lo que se nos pone por delante y cuando tratamos de justificar nuestro instinto sanguinario y carnicero colgamos el cartel de "Fiesta nacional" o "Fiesta popular" y nos quedamos tan anchos justificando lo injustificable como tradición y sin sentir remordimiento alguno.

Por supuesto, el caso del toro de lidia es sólo un ejemplo. Somos capaces de cometer y contemplar cualquier carnicería en una fiesta de pueblo y disfrutar mientras decapitan a un gallo o tiran a una cabra desde un campanario...

El único objeto del cuento es de lanzar una pequeña reflexión, y si es infantil no me preocupa mucho (los toros los ven los niños en la tele)

Gracias de nuevo por tu comentario y por tu tiempo, Josephb.

Saludos cordiales :)



Joseph B. Macgregor

Para mí lo de infantil no está dicho con tono peyorativo, sino muy al contrario, me parece un mérito del texto.

Ya he comentado que me parecía escuchar a una mamá contándole la historia a su hijo pequeño...

... el tono me parece excelente ya te digo y te agradezco mucho las aclaraciones. Tomar partido me parece algo lícito y además para eso escribimos, para expresar las sensaciones que nos provocan las cosas que vemos, sentimos etc...



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Josephb.

En modo alguno me he tomado tu comentario como peyorativo, siento haberte causado esa impresión.

En definitiva, cada uno de nosotros tiene sus propios gustos, su propia opinión y, de no ser así, ¿dónde estaría la gracia y el sentido de un debate? Como muy bien ha escrito Anika "Para gustos los colores" Y eso me recuerda que justamente a Anika le ha gustado el debate final del cuento, cuando parece ser lo más polémico...

La variedad de opiniones es positiva y enriquecedora para todos, eso nos convierte en seres pensantes y no en muñecos hechos en serie ¿no?

Aprovecho para agradecer a Anika y al resto de foreros sus opiniones. Tener una obra propia sometida a debate es una experiencia nueva para mí y, como he apuntado en otro post, alucino de la cantidad de información que alguien es capaz de extraer de un relato escrito sin la más mínima planificación, como es mi caso.

Saludos a todos :)



Joseph B. Macgregor

Quote - pilarlb escribió
Hola Josephb. En modo alguno me he tomado tu comentario como peyorativo, siento haberte causado esa impresión.

No, no... si yo soy que pensé que no había quedado claro... no por nada que dijiste... por apoyar lo que decías más bien.. :) pa rematar la opinión...

Gracias de todos modos... Estoy contigo, en lo que dices, al 100 por 100 .



MISMA_MUJeR

Pues me ha dejado con un sentimiento horrible.

Toda mi vida he aborrecido esas cosas, y antes de que me acosen con cosas sobre '¿comes hamburguesas?, ¿de dónde crees que sacan la carne?'... quiero decir que es imperdonable cómo la sociedad y el mundo avanza y siguen unos muchos (porque no son unos cuantos) asesinando y torturando de esa forma a los animales, no sólo a los toros, sino a diario. En las calles vemos perros aplastados contra el asfalto, pudriéndose, porque no basta con atropellarlos, casi nadie se digna en ayudarlos o levantarlos, simplemente les sacan vuelta o les pasan por encima.

Ver perros golpeados ha sido mi vida diaria, ya simplemente de mis vecinos he visto torturas horribles contra pobres perros, ya me robé tres de la misma casa, dos más de mis otros vecinos. Es increíble ver cómo el ser humano puede ser tan cruel.

Tan cobarde.

Quisiera ver al mismo torero que sale con su lustroso traje al ruedo, en una lucha mano a mano con un león, claro, sin armas, es más, desnudos. Pero no, el toro, igual que el perro frente a los carros o a los idiotas que lo golpean, sale indefenso, en circunstancias horribles.

Es importante que personas dediquen un poco o mucho de su tiempo para escribir, para luchar, para levantar la voz en contra de estas cosas. Yo he perdido la fe en las personas, los que me conocen en el foro lo saben, poco confío en la gente, y si alguien le pega, simplemente a un perro, tiene menos que mi desprecio y rechazo. No soporto, y no acepto a una persona que no tiene el valor de respetar a los otros, indefensos o no.

Creo que el hecho importante es saber respetar la vida. Respetar cualquier tipo de vida, hay una gran diferencia entre alimentarse y torturar en cadena nacional a un toro. En alimentarse y golpear al perrito porque hizo un agujero en la tierra, cuando tú no le enseñaste (de forma civilizada) que eso no debe hacerse.

Es muerte al fin, pero al menos no es para diversión y gozo de unos cuantos sádicos, que no tienen el valor de enfrentar sus temores y debilidades.

Espero vivir para ver cómo las cosas se regresan, y cómo la naturaleza se cobra todas las que hemos hecho. Quiero ver cómo la humanidad sufrirá el reclamo de la naturaleza y la vida.

El relato me gustó mucho... es real pero no tan crudo. Es necesario enseñarle desde la infancia a las personas que la crueldad NUNCA está justificada.

Saludos y muchas gracias por compartir tu relato con nosotros.

Un beso

EYRA



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola EYRA. Soy yo la que te da las gracias por tu comentario.

Dices que has dejado de creer en la gente. La verdad es que a nivel generalizado cuesta aceptar que nosotros, los animales "civilizados", tengamos algún tipo de valor moral. Pero hay que "arañar" y ver a las personas de manera individual. Hay mucho malo, muchísimo, pero también hay mucho bueno. El simple hecho de "sentir" el maltrato a un perro, como tú apuntas, ya muestra que tienes sensibilidad, y esa sensibilidad es, en mi modesta opinión, uno de los pilares más importantes para caminar hacia arriba. Si uno sufre con el sufrimiento de otro ser, sin duda alguna podrá transmitir a sus hijos, amigos, conocidos etc., sentimientos positivos.

¡No desesperes, EYRA! Sé tu misma, cree en ti aunque nadie más lo haga. ¿Acaso no eres tú también parte de "la gente"?

Gracias de nuevo.

Un abrazo.



fisire

Es un relato precioso, me ha enternecido muchísimo, dejándome con un gran tristeza el final del toro. Se veía venir, es cierto (estaba en una plaza de toros) pero esperaba que matase al torero, que le perdonasen la vida...

Por ello, el debate final me parece que rompe el ritmo. Si querías dar a entender lo absurdo de las opiniones de los que están a favor, yo hubiese puesto un debate, más largo, condensado al final. Pero claro, esto es sólo una opinión personal, de una novata escribiendo.

Por otra parte, el estilo me parece muy apropiado al relato, un estilo sencillo como la mente de un animal.

Saludos y espero poder volver a leer algo tuyo en breve.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Muchísimas gracias por tu comentario, fisire.

Cuando se cuelga en la web un relato sabiendo de ante mano que será polémico, respuestas como la tuya infunden moral y permiten creer que en medio de tanto sadismo aún existen personas sensibles, evolucionadas y con sentimientos.

Un abrazo :)



Joseph B. Macgregor

Me gustaría añadir algo que noto a faltar en mi comentario y es mi opinión personal acerca de la tesis que defiende la autora, si estoy de acuerdo, vaya, con lo que expone...

... y la verdad es que sí. No estoy a favor de La Fiesta Nacional, pero tampoco de lo que signfique brutalidad (fiestas típicas del pueblo X en donde maltratan o se cargan a un animal... por ejemplo, los sanfermines... en fin...) no sólo por lo que tiene de abuso de poder, de crueldad, de sadismo, de estúpida diversión sin sentido, si no también porque son símbolos de una España que a mí personalmente me gustaría que desapareciera de una vez.

En los años 20, Buñuel realizó un documental sobre Las Urdes, en donde unos hombre a caballo arancaban de cuajo la cabeza de unos gallos/pollos por divertirse, en unas fiestas populares...

Ignoro si esto se sigue haciendo o no, pero este tipo de cosas son las que me avergüenzan de mi país... son inconcebibles en un país que alardea de cultura, democracia, tolerancia...



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola josephb.

Lamentablemente, "distracciones" como la que apuntas, la de las Urdes, siguen siendo el plato fuerte de muchos festejos populares. En Coria, concretamente, se distraen lanzando dardos a un toro hasta que muere. Esos dardos le impactan en ojos, testículos, lomo, hocico. Cuando ví un enlace que mostraba la fotografía de uno de esos toros envié un e-mail al Ayuntamiento de Coria que, por supuesto, no respondieron; y también a la Comunidad Europea con foto incluída, que tampoco respondieron.

Lo que más me sorprende es que esas muestras de sadismo gratuíto suelen ir destinadas al "Santo de turno", la "Virgen de..." ¡Increíble!

Yo también deseo acabar de una vez con esa "España" que vive anclada en la oscuridad y en la ignorancia, que considera divertido tirar a una cabra desde un campanario, decapitar a un gallo o elevar un acto de tortura y muerte al rango de "Fiesta Nacional". Por ese motivo, de entre un montón de relatos cortos que tengo "por ahí" decidí colgar éste.

Saludos cordiales.



Panzermeyer

Mis críticas son siempre muy cortas, no por falta de interés sino porque intento transmitir lo que he sentido al leer el relato. Dicho esto, vamos allá.

Me ha gustado, es inteligente y pone de manifiesto las posturas encontradas en cuanto a un tema muy polémico. Debo decir que no me gusta la Fiesta Nacional por lo sangrienta que es. Aun así tampoco soy un furibundo antitaurino aunque no logro comprender el espectáculo.

El relato es sensible y la alternancia de la discusión entre las dos personas con las reflexiones del animal me parece muy acertada. Nadie se suele ocupar de lo que le ocurre al bicho cuando lo machacan en la plaza.

Ojalá sirviera para que algunos reflexionaran también.



CLEO

Cuando comencé a leerlo supe para dónde iba... era predecible.. aunque claro, en este mundo hay muchas cosas que uno puede saber donde terminan pero no cómo se van a ir desarrollando. Lo sentí en algún momento muy sensiblón.

Me hubiese gustado más que terminaras colocando lo de las praderas que el toro recordaba y la incrustación de la banderilla de colores. Mi impacto sicológico hubiera sido brutal para mí.

No me gustó la discusión entre los dos narradores, la sentí fuera de contexto, no me aportó nada para el relato... en mi gusto particular.

Pero te felicito y te respeto porque tienes mucha imaginación y eres capaz de crear una bonita historia, cosa que yo no pienso que pudiera lograr personalmente.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Gracias por tu opinión, CLEO.

No sé si el cuento es sensiblón o no, pero pretendía sensibilizar cuando lo escribí.

Me dices que el coloquio te parece fuera de contexto... Pues yo no lo veo fuera porque hace referencia al relato. Entiendo más bien que me digas que no te ha gustado esa interacción entre lo que pasa en el ruedo y las teorías contrarias que defienden dos personas. Lo puse para dar al relato un toque diferente y no limitarme sólo a ir narrando.

Gracias de nuevo por haber escrito tu comentario.

Saludos cordiales :)



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola amigos foreros... Me he decidido a "colgar" este post porque parece que el foro anda un poco "muerto". No sólo me refiero a mí si no también al resto de relatos. De todos es sabido que nuestra sociedad actual no se caracteriza mucho por las horas dedicadas a la lectura... ¡y es una lástima! Resulta muy fácil ver una peli en el DVD pero ¿alguien ha pensado en la "maravilla" que se pierde al no usar la imaginación? Cuando leemos un libro podemos dejarlo cuando nos apetece (no cuando nos plantan anuncios) podemos releer lo que nos interesa y podemos imaginar a los personajes como nos parezca (puede que el autor nos haya descrito a un hombre rubio y con ojos azules y nosotros lo imaginemos moreno y con barba).

En fin, agradezco de nuevo los comentarios de los que habéis participado y, por supuesto, agradezco a Anika esta web.

En mi caso particular, colgué una historia antitaurina pensando que habría polémica y hasta debate. Y la ha habido, sí, pero ningún "taurino" se ha manifestado... ¿No leéis o no queréis participar? Como soy de la opinión de que cada uno de nosotros ha de caminar hacia arriba en la escala de la evolución, creo que todo lo que represente muerte, tortura y, además, espectáculo, se ha de ir sustituyendo por otras cosas y actividades positivas, actividades que despierten nuestra ternura y no fomenten los más bajos instintos, porque bajos instintos los tenemos todos, pero si, para colmo, alguien los disfraza de "Fiesta Nacional" y los aplaude entonces nuestro camino hacia arriba sufre un considerable retraso (en mi modesta opinión, por supuesto).

Saludos cordiales :)



Travis

Bueno, no recuerdo que haya ningún taurino en la concurrencia, de todos modos te digo que en mi opinión ha sido un relato muy comentado para lo que suele ser habitual. :)



Rosa Ribas

Pienso que, en cuanto al mensaje del cuento, todos los que hemos participado en este hilo lo compartíamos, por eso no podía darse una polémica. De ahí también que los comentarios se centraran en aspectos de la construcción del relato, del lenguaje, etc.

Saludos

Rosa.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Travis y Rosa. Os agradezco vuestra respuesta. En definitiva, el propósito de este foro es comentar un texto y no entrar en polémicas ¿verdad? Saludos cordiales a todos.



Manel Sparks

Bueno, acabado de leer el relato, me gustaría comentar varias cosas. Como a algún otro colega, el relato me parece más bien dirigido a un público infantil, sobre todo al principio, que creo que es algo ñoño.

A medida que avanza el relato, éste va ganando fuerza, lo cual es importante. A medida que avanzamos las líneas dejamos atrás esa ñoñería inicial.

En cuanto a los diálogos intercalados, me han gustado mucho, aunque acaba resultando una discusión demasiado larga, para mi gusto se podría haber acortado.

Al final hay una reflexión que creo que la autora podría haber utilizado otra diferente para lucirse más y hacer un excelente final como colofón. No es que esté mal la que propone la autora, pero seguro que podría haber puesto otra con más fuerza.

En cuanto a lo de que es previsible que veo que se ha comentado mucho, me gustaría romper una lanza en favor de Pilar. Por supuesto que es previsible, pero por la sencilla razón de que estamos muy acostumbrados a presenciar estos bochornosos espectáculos taurinos y sabemos cómo acaban. Pero yo me pregunto: ¿por qué un relato necesariamente tiene que sorprendernos con un final diferente? ¿Acaso no se puede escribir un relato reflejando simplemente lo que pasa en la cotidianeidad sin tener que buscar otra salidad que la que existe? No siempre el final es lo mejor de un relato, en este caso no lo es. Lo mejor del relato es el desarrollo.

Personalmente al principio creía que iba a ser una chorrada de relato, pero a medida que iba leyendo, me ha ido enterneciendo los sentimientos del toro. Evidentemente que resulta poco creíble que un toro piense en esas cosas, pero afortunadamente tenemos algo tan valioso como la imaginación.

Yo una vez también escribí un relato antitaurino y la verdad es que es difícil hacerlo sin que resulte típico o carente de interés. Por cierto, el relato lo presenté a un concurso de relatos cuya organización defendía el toreo. Por supuesto no gané.

En conclusión, el relato no está mal, aunque hay partes que podrían haber sido más trabajadas. Creo que la autora ha sabido perfilar bien el personaje de Moreno para que acabe enterneciendo al lector, que a fin de cuentas es lo más importante.

Eso es lo que pienso yo. ^_^



Pilar López Bernués (pilarlb)

Gracias por tu comentario, Manel. En realidad, el relato no iba dirigido a un público infantil, cuando lo escribí hace algunos años. De modo que esa parte inicial "ñoña" me ha tocado un poco la fibra... Dices que el final se podía haber mejorado: ¡por supuesto! Todo se puede mejorar... ¿Por qué no me das una idea de cómo te habría gustado? Todas las opiniones sirven para enriquecer futuros trabajos, y los puntos de vista ajenos son muy importantes. El autor, cuando se lee a sí mismo, no siempre se da cuenta de algunos "gazapos" porque, en realidad, está escribiendo lo que le dicta el corazón en ese momento (al menos yo) y ya se sabe lo complicados y variables que somos todos nosotros en general y yo en particular, lo confieso.

Gracias también, Manel, por lanzarme una "lanza" favorable en cuanto a que el final era previsible. No escribí tratando de crear una fábula si no de plasmar una realidad desde un punto de vista algo diferente, haciendo participar al principal protagonista (Moreno). Y si la vida del toro y sus pensamientos son pura ficción, no estoy segura de que podamos afirmar que los animales no piensan. Lo hacen de manera diferente a nosotros, pero lo hacen. He visto a corderos recién nacidos jugar entre ellos al mando de un "cabecilla" (en eso me inspiré), he visto a alguno "pasando" de los demás y no separándose de su madre etc, etc. Ahora mismo tengo un Pastor Alemán y te puedo asegurar que es un ser fenomenal y único, como todo lo que existe. Y en cuanto a sentimientos... ¡Muchos humanos no le llegarían a la pezuña! Me adora tanto si estoy contenta como enfadada, si algo las cosas bien o mal; me espera en la puerta de casa y me va a despedir tanto si hace frío como calor, llueve o está nevando... Su amor es incondicional, por más que no sea capaz de usar un ordenador... Los animales no tienen esa capacidad creativa que tenemos los humanos, pero SIENTEN con mayúsculas, eso no lo dudo.

En fin, Manel, disculpa la parrafada. Es que hoy estoy de baja y tengo algo de tiempo para darle a la tecla.

Gracias otra vez. Saludos cordiales. :)



Manel Sparks

Pilar, en primer lugar me alegra saber que formas parte de ese grupo de escritores que se toma bien los comentarios que no siempre son positivos. Eso dice mucho a tu favor. En cuanto a lo del principio ñoño, piensa que solamente es mi opinión, a medida que va pasando el relato, éste mejora mucho.

En cuanto a lo del final... prometo pensar una reflexión diferente y escribirla. Necesito algo de tiempo. Lo bueno o malo de comenta-cuentos es que no basta con lanzar tus críticas y ya está, uno debe enfrentarse con el escritor o escritora y razonarle. Ojalá muchos de los grandes críticos se prestaran a ello. Seguro que muchos de ellos acabarían retirándose, jejeje.

Un abrazo, Pilar. Prometo enviarte ese final.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Gracias a ti, Manel, por entrar en el "juego" del debate... Esperaré tu aportación. Recibe un abrazo muy cordial.



Miguel Angel León Asuero (maleon)

¡Hola!

Pues contrariamente a lo que se ha dicho por ahí arriba, a mí si me ha gustado ese intercalar de la disputa entre partidarios y detractores de las corridas de toros con lo que ve y siente MORENO.

Que conste que yo soy antitaurino, igual que tampoco comprendo la caza por deporte o afición.

Creo que está muy bien descrita la parte en que MORENO vive en el campo, en su hábitat natural, y noto una ligera forma de describir sentimientos cuando sale al ruedo, lo que me hace identificarme con lo que sufre el pobre animal.

Me parece un trabajo correcto que consigue lo que pretende, que a mi modo de ver es transmitir un mensaje antitaurino aprovechando los recursos literarios y, por tanto, de forma bella.

Gracias a la autora.

Maleon.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Gracias por tus palabras, Miguel Angel, y por ir "contra corriente" en cuanto al diálogo final. Creí que el relato sería más original si intercalaba esas secuencias y también más realista...

Bueno, hay gustos para todo y lo importante es que existan opiniones diversas, de lo contrario seríamos clónicos ¿no?

Saludos cordiales.



Anika

Se me acaba de ocurrir una cosa releyendo los mensajes. Apunto a éste:

Quote- Rosa Ribas escribió
Coincido con Travis en que el cuento me parece estar sobre todo concentrado en el mensaje antitaurino (que comparto). Esto lo hace muy previsible y se pierde la tensión narrativa a pesar de que el lenguaje es muy emotivo e intenso.

¿Y si el relato se hubiera escrito justo al revés?

Me explico: comienza el enfrentamiento entre los dos hombres y la pelea y muerte del toro. Cuando esta acaba empieza la otra parte, la de su nacimiento, su familia, su campo, su traslado... y... ¿no emocionaría más esa estructura? Ya sabemos que está muerto, de pronto lo vemos en su infancia, y el cuento termina justo cuando está a punto de salir al coso. Creo que se habría visto el cuento más emotivo así. ¿Qué os parece?



Travis

O un largo flashback mientras lo están ultimando en la plaza



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Anika. ¡Igual tienes razón! Pensando en tu post he llegado a la conclusión de que el relato hubiera sido, quizá, más impactante y menos previsible... Pero inicié le relato por el principio tratando de que Moreno le cayera bien al lector...

Bueno, esta sección de "comenta-cuentos" que has iniciado merece TODA mi aprobación (por modesta que sea). Has acercado a los autores al lector y a los autores entre nosotros.... Cualquier crítica constructiva ayuda a progresar y a pulir determinados aspectos descuidados, previsibles, etc. etc. etc.

Gracias de nuevo por tu web y por lo mucho que aportas. ¡Enhorabuena, Anika! Demuestras ser una persona muy especial, muy culta y profunda y eso, hoy en día, no tiene precio.

Un abrazo

Pilar



Miguel Angel León Asuero (maleon)

Todo esto redunda en lo que ya he comentado alguna vez sobre que un texto nunca parece estar acabado y que siempre es susceptible de modificaciones...

Completamente de acuerdo con Pilar en las alabanzas a ANIKA. No sé qué haríamos sin ella...

Maleon



Realice

Quote- pilarlb escribió
en medio de tanto sadismo aún existen personas sensibles, evolucionadas y con sentimientos

Yo debo ser de las otras, de las primitivas.

La verdad es que me gustan las corridas de toros como espectáculo: a mi padre le gustaban mucho, y me 'enseñó' a verlas. No soy forofa de los toros, ni mucho menos, pero los sentimientos que a ti te inspiran las corridas de toros yo se los reservo a las fiestas de pueblo que describe Joseph en su último post. Sé que es absurdo, pero es así: con las corridas de toros no sufro un ápice, con el toro embolado sufro horrores. Supongo que el grado de reglamentación y ritualización que tiene 'la fiesta' le da una apariencia menos 'gratuita' a la tortura del animal que las otras 'fiestas'... y conmigo funciona, sinceramente (por qué no me funciona el mismo 'truco' con la pena de muerte, no soy capaz de explicarlo).

También tiene que ver, me imagino, el hecho de que no soy la persona más sensible del mundo al maltrato a los animales: no me gusta la crueldad gratuita, como supongo que a nadie, pero yo trazo en mi fuero interno una división fundamental (quizá injustificada) entre humanos y animales. Así, crueldades mucho más pequeñas dirigidas a seres humanos me alteran infinitamente más que crueldades mayores dirigidas a animales (de hecho, diría que lo que me altera de las crueldades dirigidas a animales es el grado de des-humanización que revelan más que lo que el animal sufre... no sé si me explico).

Bueno... después de este ejercicio de introspección que me he marcado para que te hagas una idea de desde dónde te hablo, voy a lo que nos ocupa (que no son los toros, sino el relato). A mí me cuesta mucho entrar en relatos que antropomorfizan animales y les hacen hablar y sentir como humanos (mi 'división fundamental', supongo), sean relatos de toros, de cerditos rosas o de hormigas fieras: es un tipo general de relato que suele parecerme completamente carente de interés (excepto cuando es claramente alegórico, que no es tu caso). Sin embargo, en tu relato sí he entrado, y (dada mi mala propensión general) supongo que esto es todo un logro por tu parte. Creo que te funciona bien el recurso de la antropomorfización, que es un recurso muy peligroso y difícil de manejar.

Ahora bien, creo que te hubiera funcionado incluso mejor si no nos hubieras pintado al toro tan angelical y blando en toda su historia previa a la corrida fatal (que digo yo que alguna vez que otra también se cornearía 'en serio' con sus compañeros, y no sólo en broma). No sé si se refieren a esto otros comentaristas cuando hablan de una cierta 'ñoñería' en las secuencias iniciales. Dices que tu objetivo en la primera parte era lograr que Moreno nos cayera bien y nos identificáramos con él. A mí no me hace falta que me pinten a un personaje como el más inocente de los seres para que pueda compadecerme de su desgracia o de las crueldades que se ejercen sobre él: soy capaz de compadecerme hasta de los asesinos cuando los ejecutan, así que... Por eso pienso que deberías haberte fiado más de la 'adultez' de tus lectores, y haber pintado a Moreno como tú misma dices en algún pasaje que es la naturaleza: dura, pero no cruel (que es muy diferente). Así, además, hubieras hecho un alegato más consonante con los mismos argumentos del ecologista: el problema no está en la dureza o en la violencia (también presentes en la naturaleza, en Moreno y en sus amigos), el problema está en la crueldad o en la violencia gratuita.

Aun así, insisto: te funciona bien en líneas generales el relato. Al menos hasta que llegamos al debate radiofónico, que aquí estoy en el 'bando' de los que creen que estorba, rompe el ritmo y perjudica la identificación con la historia. Yo creo que la 'objetividad' que pretendes con ese recurso se lograría mejor reelaborando el 'personaje' de Moreno (me cuesta llamar 'personaje' a un animal ) de forma más realista y más creíble, como te he dicho antes.

En la sección 'chorraditas maniáticas', dos cosas:

(a) yo diría que 'mas', cuando se usa como adversativa y no como comparativo ('quiso cornear [...], mas no había espacio', 'el toro embistió [...], mas no veía apenas'), no lleva acento

(b) se te han colado dos o tres comas entre sujeto y predicado ('Moreno, escuchó de nuevo los acordes...', 'Moreno, siguió embistiendo al torero') que sobran totalmente.

Besos.



Carobece

Hay una cosa que me gusta de los relatos cortos: ¡¡¡que sean cortos!!! y este no es muy corto que digamos... La verdad, en un comienzo me pareció interesante, pero a medida que me acercaba al final se me hizo pesado... sentí que se estaban dando demasiadas vueltas al mismo asunto, y claro, porque ya se sabía que la autora intentaba mostrar la triste historia de los toros en las faenas...

¡¡¡Esperaba una súper conclusión!!! De verdad que no estuvo mala, pero le faltó mucha más inspiración para que después de una interesante historia, quede en tu mente una opinión única de alguien que desea mostrar su desacuerdo respecto a la violencia animal...

El diálogo de SI y NO, me pareció bueno, pero fue una de las partes que más pesada me hicieron la lectura.

Espero que la autora acepte de buen agrado mis humildes críticas.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Realice y Carobece. En primer lugar, os agradezco el tiempo empleado en la lectura y los comentarios, incluídos los "gazapos" sintácticos. Se me suelen colar algunos porque me esfuerzo más en el fondo que en la forma (lo que no justifica que los haya).

Realice... Dices que te molesta la tortura gratuita, que sufres más con un toro embolado, por ejemplo. Creo que no se trata de medir qué clase de tortura está bien y qué clase está mal. En mi opinión cualquier espectáculo que implique sufrimiento debe ser eliminado. Es mi punto de vista, por supuesto, pero tremendamente firme por mi parte.

Yo no sé si en las manadas de toros bravos los terneros se cornean en serio entre ellos, pero apuesto lo que sea a que no lo hacen mientras son pequeños y juegan. He presenciado rebaños de reses (cabras, ovejas, vacas) y siempre me han parecido animales bastante pacíficos en general, en especial los recién nacidos. Probablemente, sí se pelearán cuando empiecen a interesarse en el sexo o para establecer jerarquía, pero no creo que sea algo habitual, jugar entre ellos cuando son pequeños sí lo es.

En fin, os agradezco de nuevo vuestra aportación y vuestro tiempo.

Saludos cordiales



Athman

Me ha parecido un relato interesante, quizás excesivo en moralina, pero que incide diretamente sobre la conciencia del lector. Soy antitaurino radical, me encanta, aunque suene cruel y sádico, cuando el toro empitona a los toreros (siempre que no pierdan la vida). Por eso el relato me ha gustado bastante.

Coincido con Anika en que quizás, si se desarrollara en dirección inversa, es decir, desde la colocación de banderillas hasta sus días de juventud en los prados, hubiera sido aún más redondo.

Los diálogos sí me han gustado, sobretodo porque son los mismos argumentos que escucho cuando discuto sobre este tema con gente aficionada al mundo taurino.

En fin, un placer leerte y decirte que, exceptuando dos minuncias, es un un buen relato.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Muchas gracias por tus palabras, Athman.

En mi opinión, la "Fiesta" es negativa tanto para los forofos como para los que no lo somos. Para los primeros porque les permite manifestar "legalmente" un instinto destructivo, sádico y carnicero, que se expresa con toda normalidad disfrazando esa anormalidad de "tradición" y de "Fiesta nacional". Pero a mí me pasa como a ti: Me molestan tanto ese tipo de espectáculos que extraen lo peor de mí. No siento nada por el torero y compañía, me son por completo indiferentes; disfruto, incluso, cuando el toro salta el burladero y la gente se lleva un susto de muerte... Y todo eso, desde el punto de vista humano y de evolución interior, es también negativo ¿no?

Gracias por tu aportación.

Saludos cordiales



Realice

Quote- pilarlb escribió
Creo que no se trata de medir qué clase de tortura está bien y qué clase está mal

No lo pretendía. Digamos que iba pensando en voz alta mientras te escribía: no son temas en los que me haya parado a 'fijar' mi postura, y me la explicaba a mí misma tanto como a ti.

Respecto a lo demás... bueno, yo no pretendía hablar tanto del 'realismo' o la 'veracidad' del cuadro inicial (mi formación en fauna ibérica terminó con la muerte de Rodríguez de la Fuente) como de su efecto en el ánimo del lector, y el contraste con el desarrollo posterior. Pero vamos... que son impresiones.

Besos.



Pilar López Bernués (pilarlb)

Hola Realice. Eso de pensar en voz alta o mientras se escribe yo también lo suelo hacer. Una cosa me llamó la atención en tu post anterior y es esa diferencia que haces entre humanos y animales en el sentido de que lo que ocurre a los primeros te sensibiliza y lo que les pasa a los segundos no mucho. Por supuesto que cada raza se protege a sí misma, eso es indiscutible. Nosotros somos los dominantes, nos hemos apropiado del planeta y todo lo usamos en nuestro beneficio... Hasta ahí, actuamos de manera "natural". Pero... ¿dónde está escrito que ser la raza dominante nos permita ser déspotas, despiadados e insensibles? Existe una diferencia entre usar la violencia para subsistir, protegerse y proteger el entorno o hacerlo como distracción y diversión.

En mi opinión, cuando somos capaces de contemplar escenas de violencia gratuita de forma impasible y hasta divertida, cuando una parte de nuestro interior no se "pone en la piel" del que está sufriendo y sufre con él, entonces nuestra sensibilidad no existe; quizá seamos sensibleros, pero eso es otra cosa, algo que suele afectarnos cuando nos toca directamente a nosotros o nuestro entorno. ¿Cómo es posible que alguien no sienta ternura ante un cordero recién nacido, por ejemplo? Delante de seres totalmente indefensos es cuando ser la raza dominante nos debería servir también para demostrarnos a nosotros mismos que mandamos pero podemos ser considerados. Quizá esa actitud nos haría también un poco más sabios.

Besos



Susana Guzner

Vaya, pilarlb, llego un poco tarde a tu relato y está casi todo dicho, es evidente que ha concitado mucho interés y hay opiniones para todos los gustos.

A mí me ha tocado en especial tu intencionalidad. Prefiero no opinar sobre aspectos literarios porque tengo la sensación de que lxs escritorxs somos malos críticos de nuestrxs colegas, salvo que se posea el suficiente conocimiento de la crítica literaria, lo cual no es mi caso.

Tu Moreno me ha enternecido como en su momento lo hizo Platero. Me trasmites esa sensación - en especial cuando lo sueltan al ruedo - de indefensión, asombro, miedo, impotencia. Y me invita a sentir desde el punto de vista de la víctima, algo muy agradecible por lo que tiene de original. Se alaba mucho el valor del torero, pero casi nunca de los sentimientos del animal. Eso me ha llegado mucho, de verdad.

¿Es un cuento para niños? Tal vez... Lo cual es un piropo en toda regla, porque si hay un género complicado es precisamente la narración infantil.

Me permito sugerirte, si es que no lo has hecho, que procures darle salida y publicarlo como tal. Puede que quizás necesite unos retoques, el diálogo adulto sería arduo de entender para una criatura, pero el mensaje es muy valioso.

Enhorabuena, Pilar



Pilar López Bernués (pilarlb)

Te agradezco mucho tus palabras, Susana, y el tiempo que te has tomado para leer y comentar. Soy consciente de que la historia necesita retoques. De hecho, cada vez que releo algo escrito lo modifico un poco. Y también soy consciente de que no soy una apasionada del lenguaje y la técnica literaria. Para mí las palabras son únicamente un medio para transmitir una idea, y la perfección del medio me importa menos que el mensaje en sí.

No escribí el relato pensando en crear un cuento para niños, lo que sí intenté fue despertar la sensibilidad y la ternura. Y, efectivamente, en el caso de que se destinara a un público infantil los diálogos tendría que adaptarlos.

Gracias de nuevo, Susana.

Un abrazo.



César

Hola Pilar. Un poco tarde mi comentario, pero creo que merece la pena decirte que a pesar de que a mí nunca me han gustado los animalitos a los que se les pone sentimientos humanos, que se les humaniza, en este relato has conseguido que olvidara, por momentos, que era un toro el que sentía y has logrado cierta empatía en mí hacia esos sentimientos del animal. Me gustó bastante.

Y me gustaron esos diálogos intermedios que "metes" discutiendo sobre la fiesta taurina, tan bien puestos y que no están nada, nada, fuera de contexto... muy bien hilados en su continuación, como "Flash" de cine -¿se escribe "Flash"?- y que enfrentan o consigues enfrentar el sufrimiento del toro con la deshumanización de esa fiesta absurda, que si en tiempos me gustó, ahora no estoy de acuerdo con ella. Creo que debería pertenecer a épocas prehistóricas, no a esta en la que vivimos que se supone con mucha más cultura y formación civilizada. Es una fiesta aborrecible.

Gracias por este cuento. No entro en comas, ni en puntos, ni en sintaxis ni cosas de esas, prefiero quedarme con el mensaje, y el mensaje... me "llegó". Muchas gracias.

César



Pilar López Bernués (pilarlb)

Muchas gracias a ti, César. Celebro de verdad que el mensaje te haya llegado. De eso se trataba cuando lo escribí y en lo que menos pensé fue en las florituras literarias.

También me alegra saber que ya no te guste la "Fiesta". ¡Un punto a tu favor!

Saludos cordiales

Pilar.

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