Anika entre libros

Comenta cuentos

La huida de E. D. & Últimas palabras. Iván Humanes Bespín

 

Ccuentos Autor:
Iván Humanes Bespín (Barcelona. España)

Web Oficial: www.com

Participa con: "La Huída de E. D. / Últimas palabras"

 

Sobre Iván Humanes Bespín:

Iván Humanes Bespín, joven escritor nacido en Barcelona (España) en 1976, se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona. Comenzó y abandonó la carrera de Filosofía, pero algo debía llevar en las venas porque terminó igualmente siendo el ganador del XVI Premio de narraciones cortas "Ciudad de Jerez" (2003) y del XIII Premio "El Fungible" (Alcobendas, 2004). Durante estos años ha obtenido otras menciones y ganado diversos premios en varios certámenes de narrativa corta. En 2006 ha ganado el VII Premio "Ciutat Sant Andreu de la Barca" de relato corto. Ha participado en obras colectivas (Así escribo mi ciudad, 32 maneras de escribir un viaje, Grafein Ediciones; Poesía Española Contemporánea, Nueva Poesía Hispanoamericana, Lord Byron Ediciones, etc.). Es colaborador de la revista Escribir y Publicar y del sitio electrónico Literaturas.com, para los que ha realizado entrevistas a escritores como Martin Amis, Jane Harris, Andreu Martin, Fernando Arrabal, Guillermo Martínez, Lázsló Krazsnahorkai, Silvia Adela Kohan... Algunos de sus cuentos también pueden leerse en Margencero, en Ariadna RC, en Los cuentos, en la lista Mizares (ya desparecida), en Los Noveles, etc. y en las revistas Atenea o Amalgama.

En el 2005 publicó el libro "La memoria del laberinto" (Víctor Pozanco Ediciones-Biblioteca CyH), que consta de diecinueve relatos cortos. Este libro fue finalista con mención especial del Jurado del Premio de Cuentos Angel Miguel Pozanco. También ha publicado el ensayo "Malditos. La biblioteca olvidada", del que es coautor junto a Salvador Alario Bataller.

 

Bibliografía (hasta el momento de participar en Comenta-Cuentos):

¬ Así escribo mi ciudad, 32 maneras de escribir un viaje (Varios Autores)
¬ Poesía Española Contemporánea
¬ Nueva Poesía Hispanoamericana
¬ La memoria del laberinto (2005)
¬ Malditos. La biblioteca olvidada (coautor, 2006)

* ver Iván Humanes Bespín en Anika Entre Libros

 

La huida de E. D. "La huida de E. D." y "Últimas palabras" pertenecen al libro de relatos "La memoria del laberinto" (Biblioteca CyH).

La huida

Desde aquel día, quién más quien menos, confía poco en Alejandro Dumas. Por su obra Los tres mosqueteros, por su imaginación o por su estilo ("le mot juste"), lo respetamos. Punto. Se ha dado a entender que en esta mina nos mueve un odio rotundo hacia él por dejar desprotegido a su personaje, pero no es así: es un rencor vago que en la bocamina mismo, o dentro de la jaula o mientras se está paleando se desvanece entre el carbón picado y las miradas oscuras.

Pasa que el rasgo distintivo de esta mina es la literatura. Antes del hecho que nos ha marcado solamente había capas, pozos, rellenos, etc. Pero los mineros ahora (tras lo que sucedió un buen día) hablamos de las novelitas clásicas sin dificultad, procurando que el humo de las explosiones o el polvo del carbón, lo que por aquí se llama la pipá, no nos atragante la idea. Quizá lo más difícil de todo sea hacer entender al que no conoce nuestra historia la verdadera razón de todo.

- Perdonen, tenía la impresión que caminaba hacia el muro exterior -dijo una vez un tipo con melena francesa y camisa de preso.

Y claro, escuchar cómo alguien pica en la pared, temer luego la aparición, y que se asome la cabeza de este hombre en la mina, cayendo después de rodillas en la galería y mirándonos a todos como quien ve fantasmas, pues asusta. El personaje que apareció de un agujero un día hizo una reverencia y se rascó la cabeza. Después soltó un ¡oh! que chocó con unas cuantas paredes formando un eco francófilo y se puso a reír como un perturbado.

- ¿Qué hace aquí? ¿De dónde viene? -tuvo que preguntarle alguien.

- Llevo cinco años cavando hacia el muro... Le puse nombre a las piedras, veintidós mil cuatrocientas, veintidós mil -hablaba temblequeando.

- ¿Francés acaso? ¡Se presente! -le ordenó enfadado el capataz.

- Edmond Dantés, Conde de Montecristo.

Nosotros, en ese momento, cogimos el pico y trabajamos como si no hubiésemos visto a ese loco. Fue una ilusión nos dijimos, una ilusión. Pasamos a analizar las elecciones generales y la tienda que había montado en el pueblo la viuda de Iríbar, lencería y cosas finas... Pero el capataz ordenó parar, nos reprendió la ligereza. No nos quedó más remedio que invitarle a beber agua y compartir los panecillos de anís. Que había sido preso injustamente, contó. Refirió su historia: era marinero, con planes de casorio con Mercedes, pero su mejor amigo, Fernand, hizo que le apresaran una noche (también estaba enamorado de ella) y le llevasen a la cárcel de una isla desconocida. Y aunque la novela señale que él escapó de allí escondido en el saco donde debía ir un compañero de prisión, un viejo sabio, y que era lanzado al mar desde uno de los torreones por unos guardianes despistados, por el momento no había sido así. Nada de nada.

- Sigo cavando el túnel, Dumas me ha abandonado -gimoteaba.

Y aquí comenzó nuestro interés por Alejandro, Flaubert, Balzac y el comediógrafo Molière, la venganza y la lectura de folletines franceses. Porque claro, ¿quién no va a creer en el autor y en su historia cuando un día aparece negro de hollín el protagonista? Pero en el caso de Alejandro Dumas es un creer vago, porque fuimos nosotros y no Dumas, ni su pluma, ni la muerte de un sabio, ni un saco inventado… No, fuimos nosotros los que ayudamos a ese buen hombre. Con un barreno por aquí y otro por allá le abrimos vía, rompimos muro y escapó de su prisión de piedra.



Últimas palabras

And if he left off dreaming about you…
Througt the Looking-Glass, VI

Los elegidos soñaron caminar por sendas imposibles de selva verde, cruzaron ríos y montañas y llegaron al destino con los sombreros mordidos por los mosquitos y la tripa llena de olor a hoja. Cuando estaban allí, en el lugar señalado en los mapas de piel por los sabios, dio la orden el más alto, al que un collar de caracoles le protegía el pecho de los malos espíritus.

- Allí. Mío. ¡Ya! -fue el aviso.

Los dos saltaron charcos y lanzas de antiguos expedicionarios de los que nunca más se llegó a hablar en el pueblo tras sus ausencias, hasta acabar rodeando la trampa con los brazos en alto y las piernas separadas para que no se escapara ni el aliento de la presa. La trampa estaba escondida entre hojas de platanero como los viejos aconsejaban, y había capturado a la bestia por la primera consonante. Comenzaron a bailar señalando al cielo. Soñaron que festejaban como nunca la vida, el azar, la gloria. Sus lenguas intentaron pronunciar la palabra desconocida sin éxito. Cuando se cansaron de danzar y de agradecer a todos los dioses la captura, se agacharon para contemplar la caza más de cerca: moribunda, un pitido apagado salía de su pecho de palabra rota.

- Árbol -dijo por fin el expedicionario del collar de caracoles.

- Árbol, árbol, árbol -repitió el otro.

Así estuvieron durante horas, restregando en sus bocas la captura, su sonido, disfrutando del detalle del triunfo que la ilusión del sueño prolongaba, hasta que se hizo de noche y la luna les recordó que debían regresar. Sin más preámbulos abrieron el saco de piel de cocodrilo y entre los dos agarraron del pecho a la palabra "Árbol". Lo complicado fue rescatarla del cepo sin dañarla más. Pero una vez hecho, la ataron de manos y pies con varios nudos margarita y la metieron dentro del saco.

A las dos horas de camino fue cuando uno de ellos (el del collar de caracoles no, el otro) ebrio de sabiduría, cayó de bruces en una de las trampas. Fue el momento oportuno para que el bárbaro del collar (ahora sí) aprovechara y esperase el tiempo necesario, soportando los últimos gritos, las súplicas de auxilio, imaginando su entrada triunfal en el pueblo; hasta que su compañero de fatigas por fin se despertó y quedó su alma allí, en la selva, convertida por fin en "rastreador", o en "víctima", o en "socorro" o en "laberinto". O quién sabe en qué palabra de cuántas caprichosas letras.


© Iván Humanes Bespín



COMENTARIOS SOBRE EL RELATO

Pilar López Bernués (pilarlb)

No estoy segura de entender por completo el relato, pero a mí me da la sensación de que Iván intenta expresar algo así como: "No existiría el autor si no existiera el personaje" Los separa a los dos y cada uno sigue su propio camino. De hecho, eso sucede en la realidad. Personajes de ficción son más conocidos que la mente que los creó. Unas cuantas palabras o un cómic dan vida a un "ser" que a medida que el tiempo transcurre adquiere vida propia.

Saludos cordiales



Travis

Me ha hecho gracia el relato, está bien escrito y su contenido es sugerente, no estoy seguro de si hubiera causado más efecto el dejar la identidad del fugado hasta el final, algo así como "gracias por abrirme paso, por cierto, ni nombre es Edmundo Dantes". Pero bueno, tampoco creo que sea tan importante.



Anika

Leí el libro "La memoria del laberinto" del autor, una recopilación de cuentos entre los que se encontraban estos dos. Creo que todos sus relatos son buenos, y si no todos, prácticamente todos. La forma en que Iván relata sus historias es como una tela de araña, vas del inicio abierto al final cerrado, y en ese final cerrado acaba la historia, pero si miras atrás verás la cantidad de hilo que has recorrido. Y en cierto modo te atrapa como a una mosca. Supongo que no es fácil entenderme sin haber leído más cuentos del autor, pero al tener conocimiento de qué tipo de relatos escribe Iván creo que a mí me resulta más fácil comprenderle, a él y a sus cuentos.

Pero debería haber puesto "La memoria del laberinto" para que fliparais, claro que era más larga y no podía ser.

En cuanto a las historias que cuenta, yo no puedo elegir una. Me gustan las dos, aunque en la forma de relatar prefiero la primera. Además, Edmundo Dantés no es el único "personaje" que Iván usa en sus relatos, pero me llamó mucho la atención este en concreto. Me hace gracia cómo se acusa a Dumas de abandono, y cómo reclaman el apoyo que se le dio a Dantés desde la mina, simples mineros que empezaron a amar la literatura gracias a aquella aparición francesa e inesperada.

El resultado de sus lecturas es una incomprensión hacia el género concreto que usa porque puedes ver en ellos de todo... drama, misterio, humor... o incluso mucho mejor aún cuando te planteas ¿habla de espíritus? ¿habla de esquizofrénicos? Por eso me cuesta menos hablar de su obra conjunta que de estos dos únicos relatos.

Otra cosa, aparte de los "personajes", que usa Iván en sus relatos son las "palabras". "Ultimas palabras" no es el único relato donde da importancia a esto, lo usa con otros, y eso nos da una idea de cuáles son las preferencias de Iván como escritor: (Palabras-Personajes-Espíritus-Locos) No está mal ¡eh!

Como en su momento dije, a mí me gustan sus relatos.

¡Gracias por participar!



Travis

Me apunto el escrito y el escritor por si lo veo en algún sitio donde se pueda comprar.



Miguel Angel León Asuero (maleon)

¡Geniales!

El primero me ha gustado más que el segundo, pero es que los dos son increíbles.

La forma en que este autor va guiando al lector es magistral, y las palabras que usa, los giros, las expresiones y todas las "herramientas" empleadas me parecen magníficas.

Además, está claro que Iván tiene algo fundamental para un buen escritor: IMAGINACIÓN.

Sinceramente: leyendo los relatos de este foro, me siento pequeño...

M. A. León



Iván Humanes

Estimados, un placer podeer leeros. Que Anika haya abierto un espacio aquí, dándose cita lectores y autores es único. Para ella va el agradecimiento por la invitación. Y el reconocimiento para todos por ese trato delicado y respetuoso (¡por supuesto impetuoso!) que dais.

Atendiendo el hilo de comentarios:

pilarlb

Creo que Anika en su comentario avisa ya del "peligro" de leer mis relatos (y eso de "mis relatos" lo digo con incómodo: lo que es mío es de todos) de pronto, tan de repente, sin entrar en el juego del laberinto. Es cierto lo que comentas. Tu interpretación es por supuesto más que válida. No me interesan los desarrollos, tasados y marcados del relato. El lector al leer escribe su propio libro, su hiperbreve, y eso es lo que vale.

Travis

El apunte que haces es interesante. Uno de los retos del hiperbreve, y sobre todo de éste, es acertar con el final. Hubiera sido una buena opción la que indicas. Es verdad que le hubiera dotado de potencia. En este caso opté porque la fantasía fuese algo normal, habitual, integrar al personaje desde el principio en la historia, para que así el breve tomara más interés. Excelente Travis Bickle: No puedo dormir por las noches...

Anika

Gracias por tu entusiasmo y tu amabilísima humanidad.

Aquí dejo un comentario que recibí en el blog el otro día, a propósito del post sobre Comenta-cuentos:

HAY QUE VER LA DE COSAS BUENAS QUE HACE SANTA ANIKA!!!

Lo dicho, el siguiente paso es la santidad.

maleón

León literario de la sabana, gracias. La imaginación el escritor puede ser fundamental, pero más importante es la del lector. Los papeles literarios del escritor se quedarían arrugados de vergüenza si no existiesen lectores imaginativos. Un abrazo.

Saludos a todos.



Travis

Gracias a ti por escribir, el relato, por ponerlo aquí y por comentar nuestros comentarios



Carobece

Sin comentarios para el primer cuento. No lo he entendido muy bien

El segundo cuento: buena trama y muy bien escrito. Sólo una duda respecto a la siguiente expresión: "hasta que su compañero de fatigas por fin se despertó y quedó su alma allí...". ¿Qué quiere decir el autor al decir que se despertó?

... Lo he vuelto a leer y ahora me entró otra duda: ¿Estaban soñando?



Iván Humanes

Hola Carobece, encantado.

Sobre tus dudas sobre el "argumento", al principio del cuento indico:

"Los elegidos soñaron caminar por sendas imposibles de selva verde, cruzaron ríos y montañas y llegaron al destino con los sombreros mordidos por los mosquitos y la tripa llena de olor a hoja".

Ya doy la indicación del sueño. La intención fue crear un ambiente onírico para que todo (tan descabellado en el mundo real) adquiriese una entidad más creíble. Entonces, en el sentido más estricto, sí que podríamos hablar de que estaban soñando.

Muchas gracias por tu comentario.



Carobece

¡¡¡Vaya!!! Iván, ocurre que la primera vez que lo leí, olvidé que al inicio decía que estaban soñando; como tienes una forma de escribir amena, me metiste en el cuento y obvié esa primera parte. La segunda vez que lo leí, capté el mensaje de una forma mejor.

Gracias por despejar mis dudas. ¡¡¡Gran honor!!!



Iván Humanes

El honor y placer
es mío
chica del código,
I.



Rosa Ribas

Me ha gustado mucho el primer relato. Ya la idea de los mineros topándose en el fondo de la mina con Dantés me ha parecido sensacional, pero además el modo en que se desarrolla, cómo se va tejiendo la historia, la fuerza de los diálogos (donde no sobra nada), me ha parecido extraordinaria. El juego que se propone entre ficción y realidad me parece fascinante. Especialmente en el resentimiento que queda en los mineros porque el autor no se ha cuidado bien de su personaje.

El segundo relato no me ha llegado. Quizás estaba deslumbrada por el primero y el otro no me caló. Tal vez el problema sea el carácter onírico de la narración, y esto ya es una cuestión de mi gusto personal, puesto que este tipo de construcciones no me suelen gustar. De todos modos, el primero me ha parecido (tema aparte) mejor construído.

Iván, ¿dónde se consigue tu libro? (Disculpa el signo de interrogación al revés. Tengo un teclado alemán). Quiero leer más.



Iván Humanes

Estimada Rosa,

Eres muy amable. Sí, la ficción y la realidad juegan, se confunden, se superponen... De hecho, leer frases como la que abre tu "Pintor de Flandes" ("la cabeza de la gallina cayó rodando en el barreño"), abre el campo maravilloso de lo ficcional. ¡Olé!

"La memoria del laberinto" es un libro que editó Biblioteca CyH y que aún rondará por alguna librería, recopila unos cuántos relatos. Aquí dejo un link con una publicación reciente y "maldita":

http://www.laie.es/html2006/busqueda/detalle.php?fr_codLibro=274787

Abrazos.



Rosa Ribas

Hola, Iván: gracias a ti por tus palabras sobre mi novela y, sobre todo, por los relatos.

He tomado nota de tu libro. Lo buscaré en mi próximo viaje a Barcelona. Siepre llevo una lista con los libros que quiero conseguir para leer cuando vuelva a Alemania y el tuyo me apetece mucho.

Un abrazo

Rosa



Panzermeyer

El primer relato rebosa originalidad, te hace pensar. ¿Y si los personajes realmente tienen una vida paralela a las que conocemos, su propia vida? al menos a mí me lo ha hecho pensar.

El segundo es surrealista, onírico, como he visto en otras críticas. Desde luego Iván, imaginación tienes para dar y regalar. Enhorabuena.



Joseph B. Macgregor

LA HUIDA DE E. D.

Esto es lo que se llama escribir con estilo, con una personalidad propia... el texto rebosa imaginación, es fresco, ágil y eficaz. Está bien planteado, estructurado y desarrollado.

Posee la extensión exacta: no te quedó ni demasiado corto ni demasiado largo. Va directo al grano, no se entretiene en marearnos con datos, excesivas descripciones...

La anécdota que le sirve como excusa, en la que se sustenta todo el relato, resulta divertida.

Lo mejor: un especial sentido del humor, que se me antojó como una parodia de Monty Phyton sobre los relatos de Borges (esto es una cualidad)

¿Se nota que me ha gustado?

ULTIMAS PALABRAS

Este texto se me antoja mucho más poético, más entrañable, un cuento maravilloso, una especie de leyenda onírica excelente de principio a fin.

Todo lo argumentado en mi primer comentario puede ser aplicado casi por completo en este relato en lo que se refiere a estilo definido y claro, estructura, desarrollo narrativo, etc... sólo que esté me llegó más porque conecta más con mi sensibilidad y mi forma de entender la literatura.



Iván Humanes

Sois muy amables.

Muchas gracias por el tiempo que habéis gastado leyendo mis relatos. La experiencia ha sido interesante y honrosa. Sin duda no hay crítico más veraz que el propio lector. Felicidades una vez más a Anika por el colosal proyecto.

Abrazos.

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentarios de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar