La mano que te da de comer

Opinión:

Lo peor que tiene "La mano que te da de comer" son las magníficas opiniones que elevan esta novela a los altares. De ella han dicho verdaderas maravillas Joyce Carol Oates, Kirkus, Vogue, Vanity Fair o The New York Times. Además se ha publicado en 17 países, y a las autoras (J. A. Rich son dos mujeres: Amy Hempel y Jill Climent) les avala una carrera literaria; de hecho Amy imparte clases de escritura y Jill es profesora en la Universidad de Florida. Con este impresionante aval uno se espera la mejor novela del año… y claro, estoy súper segura de que va a gustar a muchísima gente, de hecho a un 90% de los lectores, lo cual es mucho, pero hay un 10% entre los que me incluyo que por más que intento decir cosas maravillosas de ella, no puedo; pero voy a explicarme.

La premisa de la que parte es muy buena e intrigante, la trama dedicada a los perros -y eso incluye la defensa legal de los animales en los juzgados- es muy interesante (yo desconocía bastantes cosas de este tema, aunque tampoco tengo claro si es algo que sólo se hace en Estados Unidos o también en España), el hecho de que la protagonista haga su propia investigación personal sobre el pasado de su prometido está muy bien… Hasta aquí todo lo que hace de la novela que vaya a gustarle a ese 90% (incluyéndome a mí). Y como es normal habrá gente que con esto se conforme, pero yo no.

No pretendo echar por tierra la historia, va a gustar a muchísima gente, pero sí creo necesario que ya que no la considero una gran novela como la han vendido desde Estados Unidos, lo justo es que diga por qué pienso lo que pienso.

En primer lugar soy una lectora muy puesta en este género, por lo tanto valoro la novedosa historia del asesinado (presuntamente por perros) pero no es lo único que pongo en la balanza. Un ejemplo sería cuando la protagonista, Morgan, que es quien narra la historia, cuenta las diferencias entre sociópatas y psicópatas. Puesto que yo dudaba mucho de lo que decía contacté con un prestigioso criminólogo español experto además en perfiles criminales y profesor de psicología criminal, que me dijo que todo lo dicho en el libro era una sarta de tonterías (para no extendernos). Eso hace que también dude de la credibilidad de otros temas que toca.

En segundo lugar soy muy observadora y aun así paso por alto cosas (en todas las novelas que leo) cuando creo que no afectan en demasía a la credibilidad de los personajes o la historia. Dicho de otra forma, soy capaz de aceptar que alguien meta la pata en una historia de ficción -que pretende ser creíble- aunque yo hubiera reaccionado de otra forma porque no todos somos iguales, y porque algunas tramas se hacen ex profeso así para que haya algo más (para que se enrede más la historia). Pero… y aquí viene el gran pero que me hizo enfadar al final de la novela… con haber dicho a la policía una sola cosa (digamos "compruebe quién disparó" o "mire de qué pistola sale la bala", o un simple "no he sido yo" apoyado en otras peticiones como las nombradas) la novela habría terminado con toda la credibilidad necesaria. Al no ocurrir eso -y no puedo destripar el final por eso no doy muchos detalles- y permitir este personaje que se le detenga sin poner siquiera un pero cuando es la víctima, la novela me pareció una broma.

¿Dos autoras duchas en literatura y con editores a sus espaldas controlando la obra pueden hacer algo tan mal? Pues parece que sí. Y también parece que algunos medios muy importantes estadounidenses valoran más lo que se puede sacar de la novela, que la propia calidad de ésta.

¿Cómo se ve esta novela? Si la cogiera un director de cine fabuloso sabría hacer una película mucho mejor que la propia novela, pero cuando la leía lo que veía era una película de sobremesa interpretada por Shannen Doherty, no más.

En fin, parece que no esté recomendando "La mano que te da de comer", pero lectores hay para todos los gustos, y la novela es muy distraída, tiene algunos giros interesantes, y estoy absolutamente convencida de que le va a gustar a muchísima gente. Que yo la considere algo inferior de lo que sugieren tan grandes nombres no tiene la menor importancia. Después de todo yo sólo soy una lectora.

Si preferís, escuchad a Joyce Carol Oates, mucho más digna, que dice de ella que es "una novela formidable".

Anika Lillo

Foto homenaje