Iris Grace. La increíble amistad entre la gata Thula y una niña diferente

Opinión:

A veces la vida nos da una vuelta larga por derroteros desconocidos... la incertidumbre se hace presente con dudas y pasos en falso. No siempre todo es fácil y bello, como en los cuentos de hadas. Esto es lo que pasó con Arabella y su primera hija, Iris Grace, pero si bien, todo lo que le iban diciendo los médicos era desolador, hizo lo posible por revertir tal situación.

Esto es lo que cuenta Arabella - con pelos y señales-, del proceso de crecimiento de su pequeña Iris Grace, una niña muy especial porque está en el espectro autista, es decir, su firma de conocer y comunicarse con el mundo es única. Tan única que sus padres, en especial Arabella, han tenido que cambiar su forma de ver el mundo para comunicarse con ella.

En este periplo, la autora nos cuenta como ha sido, con sus avances y retrocesos, tratando de ver con los ojos de Iris y entenderla desde su orilla. No fue una tarea fácil, pero poco a poco lo va logrando.

El libro es una bitácora de este camino, lleno de fotos de la familia, sobre todo de Iris y su maravillosa sonrisa. Porque hablar, habla lo justo, pero sonríe tan bonito que ilumina todo a su alrededor.

En este camino, aprende que Iris se comunica con el arte y se dedica a fomentar su pasión, que es la pintura. Aquí es cuando se abren más puertas y es conocida por el mundo: las redes sociales lo hacen posible.

De la misma manera que se abre al mundo a través de la pintura, Iris aprenderá aún más con la llegada de una bella e inquieta maine coon, Thula, que será su amiga, confidente y compañera de aventuras. Gracias a ella Iris conectará aún más con el mundo que la rodea. Y con su familia, porque aprenderán como comunicarse con ella y descubrir los signos que implican una acción u otra. Podrán disfrutar de paseos, viajes y fiestas con la pequeña Iris y ella se sentirá más conectada con el mundo.

Todo esto se debe a la inquebrantable fe de su madre en que todo es posible. Sí que lo es, cuando te empeñas en lograrlo. Una madre tremenda, creativa y, sobretodo, consciente que el autismo es algo con lo que se nace y se puede vivir con ello, no una condición que te aísla o que te impida vivir plenamente. Hay que crear puentes para conectar con el niño autista, quererlo incondicionalmente y darle herramientas para su desarrollo.

En este libro se refleja eso, el amor grande que puede tener una madre y las ganas de ella, su pareja y toda la familia, de que Iris, la silenciosa artista de capa azul con una gata que le sigue a todos lados, pueda sentirse una más. Inclusión con mayúsculas, desde el corazón. La sonrisa de Iris en cada foto lo dice todo. Es feliz en su mundo, pero también es feliz acercándote al de los demás.

Carol Inabé Barba