estoril, los años dorados

Opinión:

Ricardo Mateos Sáinz de Medrano  con "Estoril, los años dorados" nos ofrece un muy buen documentado ensayo sobre el periodo comprendido entre 1946 y 1969, años en los que las familias de la realeza sin trono europeas instalaron su residencia en el triángulo formado por Estoril, Cascais y Coimbra.

El autor comienza por los orígenes de la zona de Estoril como lugar de veraneo de los reyes portugueses ya desde 1836, transformándolo en lugar de moda para la nobleza y la alta burguesía. Tras la caída de la monarquía portuguesa, la zona vuelve a adquirir importancia durante la II Guerra Mundial; debido a la neutralidad del país en la contienda, la zona de Estoril se convirtió en lugar de reunión de espías y multitud de refugiados, muchos de ellos de camino hacia Estados Unidos.

La primera familia real en instalarse en Estoril fue la de los Borbones en 1946, debido a que Don Juan, padre del rey Don Juan Carlos, consideró que para llevar a buen puerto sus aspiraciones de ocupar el trono de España resultaba más conveniente instalarse cerca del país, por lo que Portugal resultaba idóneo para sus propósitos. Poco a poco siguieron sus pasos los Orleans de Francia, los Saboya de Italia, los archiduques de Hungría, los reyes de Rumanía, incluso, los Braganza de Portugal volvieron a instalarse en el país bajo el gobierno de Salazar.

El estudio está perfectamente documentado a través de una abundante bibliografía, que se recoge al final del volumen, pero también a través de numerosas entrevistas con personajes que fueron testigos directos de los acontecimientos del período. El trabajo se completa con un árbol genealógico que recoge las relaciones existentes entre las diferentes familias reales y los miembros de la alta burguesía portuguesa, junto con un índice onomástico y fotografías de la época.

La intención del autor es recoger la vida cotidiana de estas familias reales en un momento único en la historia, pues nunca antes se había concentrado un número tan elevado de miembros de la alta nobleza en un espacio de tan pocos kilómetros cuadrados. La mayoría de ellos tenían problemas económicos pero recibían ayuda económica de la nobleza de sus países de orígen, también de la alta burguesía portuguesa y algunos del propio gobierno de Salazar.

Se trata de un grupo bastante cerrado que sólo se relacionan entre ellos y con la alta burguesía portuguesa. Las damas organizan actos benéficos mientras los caballeros se dedican a la política, la mayoría buscando recuperar sus tronos. El autor nos describe los numerosos actos sociales a los que asistían, puestas de largo, bodas, fiestas de carnavales, cacerías, salidas en barco, etc. También nos relata algún pequeño escándalo familiar y algunas anécdotas.

La parte más interesante es la que se centra en la casa real española, donde el autor nos explica como Don Juan era sometido a vigilancia por Franco, nos relata la infancia y adolescencia de Don Juan Carlos, interioridades de la vida familiar, el trágico accidente en que falleció el hermano de nuestro rey, etc.

El autor ha logrado con éxito su objetivo de documentar la vida que llevaba la alta nobleza; "Estoril, los años dorados" es una brillante crónica del periodo. Sin embargo, no perdamos de vista que se trata de un ensayo; está escrito con claridad y resulta muy fácil de entender pero ciertos fragmentos, especialmente cuando el autor se ve obligado a citar a un gran número de estas personalidades todas ellas con nombres compuestos, no son precisamente una lectura muy amena. Sin duda se trata de un interesante ensayo, pero la obra de Ricardo Mateos Sáinz de Medrano es una obra para leer poco a poco, quizá alternándola con alguna otra lectura. Refleja un mundo de glamour ya desaparecido donde la alta nobleza alterna con la alta burguesía, intelectuales y personajes del mundo del espectáculo; un libro destinado a estudiosos y lectores interesados en conocer un mundo que fue y ya no es.

Jaci Alía Arreche