Anika entre libros

Entrevista a Teo Palacios por "Hijos de Heracles"

"La novela es fiel por completo a lo que sabemos de su estilo de vida. Las flagelaciones, los castigos, la dureza en el trato… todo eso fue real. Es increíble que pudieran vivir en esas condiciones"

Firma: M. Dolores García Pastor / Foto: autor / Mayo 2010

 

Los caminos de internet son infinitos y un día los avatares de la red me llevaron hasta un blog llamado Fantástica Literatura. En él un escritor sevillano de nombre Teo Palacios habla de sus aventuras y desventuras, de sus "primeros pasos en este apasionante mundo de la creación literaria". Y así, con expectación y como si me lo contara a mí en primera persona, he caminado unos meses a su lado para saber hacia dónde se dirigía. Y esos pasos, de momento, han llevado a Teo a formar parte del grupo de escritores de la agencia literaria de Sandra Bruna y a debutar con una primera novela, "Hijos de Heracles", editada por Edhasa. La cosa va viento en popa y ya se ha hecho una segunda edición del libro así que…

 

 

ENTREVISTA

 

Primero de todo, Teo, felicitarte por esa segunda edición y por el éxito que está teniendo tu novela. ¿Te lo esperabas?

Muchas gracias. Por supuesto que no me lo esperaba. Todos soñamos con que nuestra primera novela tenga éxito, que las críticas y comentarios sean buenos y que se venda bien. Es nuestra fantasía, nuestro anhelo. Pero no pienso que nadie crea que le va a ocurrir a él. Ver que en sólo dos meses el libro se agota y sale una segunda edición, que las librerías reponen y reponen y a los pocos días vuelven a estar sin existencias, es el cumplimiento de esa fantasía.

 

¿Cuándo empezó a escribir Teo Palacios?

Pues poco después de empezar a leer, y leo desde muy pequeño. No sabría concretar una edad para empezar a escribir, pero me recuerdo con unos 6 años, tumbado al frescor del suelo en los calurosos veranos Hijosdeheracles -portadasevillanos, "escribiendo" historias de piratas.

 

¿Y a plantearse que podría ser una profesión?

Esta es una pregunta trampa. Si entendemos como profesión un trabajo que se realiza y que es remunerado, decidí intentar que esta fuera una profesión para mí hace poco más de tres años. Si, por el contrario, interpretamos por profesión el principal medio económico de una persona, en el mundo literario no son muchos los que consiguen vivir de su trabajo como escritores, así que, por ahora, eso sigue formando parte del sueño…

 

¿Qué significó para ti que una agencia literaria como la de Sandra Bruna apostara por tu novela? Supongo que da ánimos pero también es una enorme responsabilidad.

Me hizo avanzar diez escalones de este difícil camino de un solo paso. Hace unos años, cuando comenzaba a escribir, tuve una conversación con un editor que me explicó que, para tener éxito, es necesario disponer de un agente literario. Y no uno cualquiera, sino uno bueno, reconocido. En España hay varias agencias literarias de primera fila. Una de ellas es la que me representa, Sandra Bruna. Cuando fichas por una de ellas sabes que estás en buenas manos. Te despreocupas de cuestiones como enviar manuscritos, esperar respuestas de las editoriales, negociar condiciones… Todo eso, y mucho más, ya lo hacen por ti. Puedes dedicarte sólo a escribir. Desde que decidí escribir "en serio" quise que me representara esta agencia y conseguirlo fue el primer indicio de que caminaba en la dirección adecuada. Su trabajo es espectacular y les debo mucho, sin duda.

Por otro lado, no entiendo la creación de novelas como una responsabilidad. Eso me atenazaría, me coartaría. Escribir es ante todo diversión, disfrute, placer, sentimiento. La responsabilidad es para el ingeniero que tiene que calcular a la perfección dónde y de qué tipo irán colocadas las vigas de un edificio, para el cirujano que opera de urgencias, o para el conductor de tren que es responsable de varios cientos de vidas en cada viaje. El escritor, si no termina de estar convencido de una frase, sólo tiene que borrarla.

 

Tu primera novela escrita, que no publicada, "La piedra de Aldur", es de género fantástico, ¿cómo llegaste a la novela histórica?

Llegué porque la historia en la que trabajaba me llevó hasta allí. Mis géneros favoritos son la fantasía épica y la novela histórica, y mis primeros trabajos se movían dentro de esos parámetros. Pero las historias están vivas, avanzan con independencia de lo que en un principio el escritor prevé. Crecen en otras direcciones. Hijos de Heracles era una novela completamente diferente, pero cuando llevaba escritos varios capítulos, comprendí que tenía que reescribirla para ubicarla en su verdadero contexto, que era la Esparta antigua.

 

Y a partir de ahí ¿de dónde nace la idea de escribir "Hijos de Heracles"?

Quería contar una historia en la que dos hermanos tuvieran problemas personales. Ese es el principio, el germen de esta novela. Este principio subyace en el libro final, pero no se parece demasiado a lo que, en un principio, había previsto. Es la magia de la escritura.

 

¿Te llevó mucho tiempo documentarla?

Todo el proceso de creación, incluyendo documentación, preparación de la historia, de los personajes, etc… conllevó prácticamente un año. Después vendrían revisiones y correcciones, claro.

 

Después de haber leído tu libro imagino que debió ser una época bastante dura por lo que cuentas de cómo eran los espartanos.

La vida en Esparta, en especial para los niños, tenía que ser terrible. La novela es fiel por completo a lo que sabemos de su estilo de vida. Las flagelaciones, los castigos, la dureza en el trato… todo eso fue real. Es increíble que pudieran vivir en esas condiciones.

 

Desde luego. ¿Y se quedaron cosas en el tintero?, historias que no incluyeras por uno u otro motivo.

No, conté todo lo que quería contar. Es un periodo del que hay poca información, de modo que no podía alargar mucho la novela. Mejor dicho, podía, pero para ello debía inventar demasiadas cosas, y no estaba dispuesto a hacerlo, no con mi primera novela histórica. Eso ha conllevado que algunos lectores me pregunten sobre qué ocurrió con tal o cual personaje. Pero no me arrepiento y volvería a hacerlo del mismo modo.

Por otro lado, desde la editorial no tocaron nada de la historia original, y conociendo la atención que pone en sus libros Edhasa, fue toda una inyección de ánimo, me confirmó que la historia, tal como estaba plasmada, era buena. Parece que los lectores opinan lo mismo.

 

¿Cómo se consigue el equilibrio a la hora de documentar una novela histórica de manera que esté correctamente contextualizada pero sin caer en el poco recomendable alarde documental?

Escribir cualquier tipo de novela es complicado. La novela histórica tiene el añadido de que, además, tiene que ser coherente con el tiempo que narra. Es necesario cuidar mucho la ambientación, y también hay que saber situar al lector en el escenario, ponerlo en antecedentes, ubicarlo en la época. Pero no podemos olvidar que lo que escribimos es una novela, no una tesis.

La historia y los personajes son lo más importante. La ambientación es el telón de fondo, el escenario, algo que debe estar ahí para comprender qué ocurre, cuándo y cómo ocurre, pero sin que pueda llegar a ser más importante que lo que está sucediendo.

Yo estoy muy contento con el resultado obtenido porque mientras algunos alaban la historia, otros alaban la ambientación. Creo que ese es el equilibrio, cuando se pueden observar cosas positivas desde todos los ángulos.

 

¿Hasta qué punto en esta novela eres fiel a la realidad histórica y Teopalacios1hasta qué punto te dejas llevar por las licencias literarias?

Hay muy pocas licencias históricas en esta novela, prácticamente todo lo que se narra tiene eco en la Historia; desde los problemas familiares de los protagonistas hasta las fiestas o las batallas.

Lo que sí es cierto es que presento una teoría interesante, que es la de conceder a Teopompo la creación de buena parte de la legislación espartana, que hasta hace poco tiempo se atribuía a Licurgo. Es una novela completamente necesaria para comprender acontecimientos posteriores en la Grecia antigua, como las guerras con Atenas o el famoso episodio de las Termópilas.

 

Oye, ¿y que se siente cuando tu primera novela publicada aparece en Edhasa?

Miedo. Edhasa publica a los mejores autores mundiales de novela histórica. Tiene nada menos que quince escritores premiados con el Nobel en sus estantes. Y es entonces cuando te preguntas ¿estaré a la altura? Pero pronto empiezas a tener tanto trabajo que dejas de cuestionarte esas cosas para prestar atención a otras. Publicar mi primera novela con Edhasa ha sido todo un privilegio, aunque mucho ha tenido que ver ahí estar representado por una buena agencia (¿ves como es fundamental?) Finalmente, trabajando con el equipo día a día y viendo los resultados, la magnífica terminación del libro o el trato estupendo con todos ellos, me he sentido de lo más feliz. Es fantástico trabajar con un grupo tan exigente y tan involucrado.

 

Entonces, la experiencia con la editorial ha sido muy buena.

Sí, la experiencia con la editorial es estupenda. Como digo, el trato es muy afable, pero muy profesional y exigente al mismo tiempo. Estamos en contacto de forma muy habitual y natural. He podido participar prácticamente en todos los aspectos de la edición y, por tanto, he aprendido mucho sobre estas cosas. Ojalá siempre sea así.

 

¿Cuál es tu método a la hora de escribir?

Pues en primer lugar se me ocurre la idea, aquello sobre lo que quiero escribir. A continuación, empiezo a trabajar dónde y cuándo se desarrollará la historia. En ocasiones esto no es necesario, porque si se trata de un personaje real, la época no puedes cambiarla, aunque sí debes conocerla a fondo. Una vez tengo claros los acontecimientos más importantes, comienzo a trabajar en los personajes.

En este tema soy muy pesado y le doy muchas vueltas al asunto. Te pongo un ejemplo. Mientras escribía mi último trabajo, llegué a un punto en que me quedé anclado. Era una escena complicada, con muchos personajes participantes. Entonces, pregunté a mi pareja qué se le ocurría para hacer que la historia avanzara. Me contestó: "pues que tal personaje diga esto". Yo me la quedé mirando muy seriamente y contesté: "ese personaje jamás podría decir algo así". Ella me miró como si estuviera un poco loco y, sin decir una palabra más, se fue de la habitación y me dejó sumido en la miseria.

Para terminar de contestar a tu pregunta, lo último que hago es un esquema con lo que, en principio, quiero que vaya sucediendo en cada capítulo, aunque no es nada inamovible y conforme escribo voy haciendo algunos cambios. Cuando tengo claro todo esto, empiezo a escribir. Es un proceso tan largo, o más, como el de la escritura propiamente dicha, pero, para mí, absolutamente necesario.

 

¿Tienes algún tipo de ritual o manía?

Escribo en cualquier parte: en una mesa, tumbado en el sofá, en mi sillón favorito o en el parque. Escribo si hay gente en casa o si estoy solo. La única manía que tengo es que prefiero hacerlo con cierto nivel de ruido a mi alrededor: con música o incluso con la televisión encendida, aunque no veo casi nada de la televisión. Soy muy anárquico escribiendo y, mientras lo hago, voy leyendo el periódico, o paro para leer y contestar el correo. Aunque parezca mentira, me ayuda a concentrarme.

 

¿Consejos para enfrentarse al bloqueo creativo?

Para esto tendrás que apuntarte al curso de Creación literaria que imparto, jajaja. No, en serio. Para romper el bloqueo creativo lo único que hace falta es escribir, cualquier cosa vale, cualquier palabra, la que sea. Si es la adecuada, el resto la sigue de inmediato. Si no lo es, hace que descubras con rapidez cuál lo sería.

 

¿Qué consejos darías a un escritor novel?

Trabajar mucho y muy duro, no hacerse ilusiones, que esto es muy difícil, tener una paciencia de santo y centrarse en escribir, sin esperar respuesta, sin esperar noticias. Sólo escribir. Si se hace con pasión, y se le pone una dosis importante de interés por aprender, los resultados llegarán.

 

Y la pregunta obligada, ¿en qué trabajas ahora? ¿Nos puedes contar algo?

Trabajo en una novela histórica ambientada en el s. XI, pero no puedo decir mucho más. Tendrá fuertes pasiones, traiciones, batallas, amores, viajes, aventura… Oye, la cosa suena muy bien, ¿no te parece?

 

Suena estupendo, Teo. Muchas gracias por tu tiempo y espero poder hablar contigo muy pronto de esa novela ambientada en el siglo XI.

Gracias a vosotros por el interés en mi trabajo. Es un placer saber que hay gente allá detrás que quiere saber más sobre lo que escribo. Espero saber seguir alimentado ese deseo.

 

Estoy convencida de ello. Un abrazo.

 

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