Anika entre libros

Entrevista a Peter May por "La isla de los cazadores de pájaros"

"Los policías tienen los mismos problemas que el resto de seres humanos, pero la naturaleza de su trabajo los obliga a enfrentarse a cosas que la mayoría de nosotros no podemos ni queremos ver: crímenes, muerte, cosas horribles"

Firman: Pilar Alonso Márquez y Fernando Martínez Gimeno / Fotos: Pilar Alonso / Febrero 2011

 

Peter May, guionista de series dramáticas y escritor de thrillers, ha publicado una serie de novelas ambientadas en China y otra en Francia. "La isla de los cazadores de pájaros" es la primera de una trilogía que se desarrollará en el norte de Escocia, en la isla de Lewis.

Escocés de nacimiento, Peter May me recibió vestido con un kilt con los colores del clan McDonald y una cálida sonrisa.

 

 

ENTREVISTA

 

De guionista de televisión a escritor de novela negra ¿Le supuso mucho esfuerzo realizar ese cambio?

En realidad no fue difícil porque realmente empecé como novelista, y eso me llevó a escribir guiones. Trabajé como periodista durante ocho años y mi primer libro publicado se titulaba The Reporter. Pensé que el personaje merecía un desarrollo posterior y fue así como comencé a escribir guiones para televisión.

 

En el momento de elegir dedicarse a escribir a tiempo completo, ¿qué fue lo que le hizo decantarse por la novela negra?

En realidad fue un accidente. Mientras trabajaba como guionista, escribí cuatro libros: dos eran novela negra, uno iba sobre deportes y el otro era un libro de aventuras que se desarrollaba en el sudeste asiático. Cuando dejé la escritura de guiones para dedicarme por completo a la novela, inicié un libro sobre un tema en concreto y quería ambientarla en China. Al plantearme cómo contar la historia que quería contar, me salió una novela negra, un género que siempre me ha gustado, en la literatura y en el cine. Y una vez que empiezas a escribir novela negra, las editoriales te encasillan y no quieren que escribas otra cosa, a no ser que sea con seudónimo.

 

Tiene publicadas una serie de seis novelas policíacas ambientadas en China y protagonizadas por el detective Li Yan y otra de cuatro títulos ambientada en Francia cuyo protagonista es el científico Enzo Macleod. "La isla de los cazadores de pájaros" es la primera de una trilogía que va a centrarse en la isla de Lewis. ¿Va a ser Fin Macleod el detective estrella de esta tercera serie?

Fin Macleod no puede ser el detective estrella porque en el segundo libro ha dejado la Policía y se ha instalado en la isla. En los otros libros, no obstante, aparecerán tanto él como Marsaili, pero no se cuenta necesariamente su historia. Cuando Fin regresa a la isla, encuentran un cadáver que tiene cincuenta años, y es el padre de Marsaili, que padece demencia senil, quien posee muchas de las claves de ese crimen cometido medio siglo antes.

 

Fin Macleod ¿Tiene algo que ver con Enzo Macleod, el protagonista de la serie ambientada en Francia, o el apellido es sólo una casualidad?

Es completamente accidental. Debería haberse llamado de otro modo. Incluso mi editorial alemana me ha hecho cambiar el apellido de uno de Petermay1ellos. De todos modos, es una buena deducción.

 

¿Cómo surge la idea de un cambio tan drástico de escenario: de China a Francia y luego a las Highlands?

Empecé muy lejos, en China. Durante unos ocho años viví muy inmerso en su cultura y realicé más de una docena de viajes. Me documenté mucho sobre la política, la historia, las costumbres, las tradiciones… y cuando terminé la serie ya estaba viviendo en Francia. Pensé que era momento de no viajar tanto y estar más cerca de casa. Lo aproveché también para conocer el país, explorar aspectos de la cultura francesa que no conocía y visitar lugares que nunca había visto. Y ahora, finalmente, he vuelto a mis raíces, a Escocia. Ha sido como un viaje de vuelta a casa.

 

La novela transmite la sensación de que la sociedad de la isla Lewis es algo hermética. ¿Resultó muy difícil llevar a cabo el proceso de documentación?

La isla es un ámbito muy cerrado y aislado del resto de Escocia. Pero la gente es hospitalaria, acogedora y cálida. En realidad no tuve ningún problema en ningún momento.

 

La novela camina por dos épocas distantes en el tiempo. ¿Qué hay de autobiográfico en la parte que se centra en la adolescencia y la juventud del protagonista?

Hay mucho de mí en Fin, aunque nuestras experiencias no tengan nada que ver. Por ejemplo, en mi infancia, igual que le pasa a Fin con Marsaili, yo también me enamoré de una niña del colegio cuando tenía cinco años, a lo que jugaban, el primer beso entre las balas de heno… en esta parte sí me basé mucho en mi propia historia. Luego, la adolescencia, aunque es algo muy universal, yo la recuerdo de una forma muy vívida, fueron años intensos, en los que hay un cambio de hormonas y descubrías tu sexualidad, y he aprovechado parte de esos recuerdos.

 

En los policías o detectives de novela negra siempre hay un punto de dolor, o por abandono de la pareja, o por problemas familiares, etc. ¿Hasta qué punto el dolor de Fin tenía que ser tan intenso en esta historia?

Los policías tienen los mismos problemas que el resto de seres humanos, pero la naturaleza de su trabajo los obliga a enfrentarse a cosas que la mayoría de nosotros no podemos ni queremos ver: crímenes, muerte, cosas horribles… Cuando era periodista había compartido muchas de esas cosas con la policía y les afectan muchísimo.

 

Resulta evidente que las creencias religiosas están muy arraigadas en aquella zona y que todo el mundo respeta mucho el sabbat y las tradiciones, como la de que sólo los hombres acompañan el féretro hasta el cementerio. ¿Esas costumbres siguen estando tan arraigadas o se están perdiendo, igual que en otros muchos lugares?

Cuando estuve rodando la serie allí todavía estaban vigentes. No podías llegar ni marcharte de la isla si era domingo (no había ni ferry ni vuelos), era imposible comer en un restaurante, ni siquiera podías echar gasolina. La Iglesia tenía un poder enorme. De hecho, en Stornoway, que es la ciudad principal, había un restaurante hindú que empezó a abrir los domingos y la presión de la Iglesia se hizo sentir hasta tal punto que el banco les retiró los préstamos y tuvo que cerrar. En los tres o cuatro últimos años eso ha cambiado bastante y ahora ya hay algunos negocios que abren.

 

Hablando de tradiciones. La caza de gugas anual en la isla An Sgeir, ¿continúa llevándose a cabo hoy en día? De ser así ¿sigue siendo tan difícil formar parte de la expedición? ¿Tuvo el privilegio Peter May Petermay2de ser incluido en ella?

Lo único ficticio es el nombre de la isla, que se llama en realidad Sula Sgeir. Pero sí, cada mes de agosto, en el noroeste de la isla, doce hombres van a la Roca y matan dos mil aves. Yo no lo he presenciado en persona. Que yo sepa, sólo en dos ocasiones se ha permitido a un extraño formar parte de la expedición. Una fue a un fotógrafo, hace veinte años, que documentó la caza y escribió un diario. Ambas cosas se publicaron en forma de libro y me han resultado muy útiles a la hora de documentarme para el libro. La otra ocasión fue hace un año, cuando un pequeño grupo de filmación se trasladó hasta allí para grabar la caza y todo lo que se hace posteriormente. Pero incluso en esos casos, los extraños tuvieron que pernoctar fuera de la isla, en los barcos que los habían llevado hasta allí.

 

Escocia parece tener una larga tradición de personajes con poderes clarividentes y en la novela menciona a Kenneth Mackenzie, el vidente de Brahan, un profeta escocés que fue quemado en la hoguera por brujería hace trescientos años, y algunas de cuyas profecías parecen haberse cumplido. ¿Sigue siendo un personaje venerado en aquella zona?

Sí, sigue siendo muy venerado, porque muchas de sus predicciones, extrañamente, se han cumplido. Algunas las menciono en la novela, como que aparecería oro negro en el Mar del Norte, el túnel que uniría Gran Bretaña al continente o el Parlamento de Edimburgo. Es una versión escocesa de Nostradamus.

 

Parece que la isla de Lewis perteneció a Noruega en algún momento de la historia. ¿Quedan aún en el lugar rastros de ese pasado?

La influencia nórdica sigue allí, sobre todo en los nombres de lugares. Crobost es un nombre ficticio, pero "bost" significa "pueblo" y hay unos cuantos que acaban así.

 

¿En qué proyecto está trabajando ahora? ¿Leeremos pronto la segunda parte de la trilogía de Lewis?

Eso espero. La segunda parte ya está terminada y se publicará en Francia en Septiembre. Aún tengo que escribir la tercera y dos más de la serie de Enzo Macleod. Después… ya veremos.

 

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