Anika entre libros

Entrevista a Nerea Riesco por "Ars Magica"

"Me gusta rescatar en mis novelas a los “olvidados” de la historia: Mujeres periodistas del siglo XVI, curanderas del XVII, inquisidores racionales en busca de la verdad, reinas que se sublevan en secreto"

Firma: Anika Lillo / Fotos: autora / Septiembre 2007

 

Nerea Riesco vive en Sevilla, y desde allí presenta un programa radiofónico bilingüe árabe-español (Wahatu al andalus), donde hablan en general de cultura y arte entre otras cosas. Es, además, escritora, y tiene dos libros anteriores a "Ars Magica" publicados: una colección de relatos titulado "Ladrona de almas", y el IX Premio Ateneo Joven de Sevilla "El país de las mariposas", amén de haber participado en algunas antologías. Escribe también crónicas para el periódico El País, e imparte talleres de Creación Literaria así como clases de locución.

Lo primero que me atrajo de Nerea Riesco fue el título de su libro, "Ars Magica", y el argumento del mismo. Inquisición y Brujería, dos temas que conocía por otros libros (como los de Toti Martínez de Lezea, Jesús Callejo, "Las brujas de Salem" de Miller, "La bruja Lois" de Elizabeth Gaskell y otros tantos dentro de los clásicos de terror o historia, amén de los programas televisivos (especialmente documentales), revistas especializadas en lo esotérico y el más allá, o películas sobre la época. Son muchos años de interés sobre el tema, tanto de brujas como de Inquisición (un clásico a no olvidar es "Melmoth el errabundo" de Charles Robert Maturin donde, para mí, la parte más interesante es la que se refiere a la Inquisición). Después me atrajo su simpatía, y más tarde me leí "Ars Magica". Terminaba de leer no hacía mucho "La herbolera. Una joven curandera acusada de brujería" y "Brujas", ambas de Toti Martínez de Lezea (sin ir más lejos entre la Bibliografía de la novela de Nerea Riesco se encuentra el segundo libro mencionado de Toti), y había puesto el listón tan alto que temí que "Ars Magica" pudiera defraudarme. Bien, no tienen nada que ver una cosa con la otra. La primera se ceñía absolutamente a la Historia en su novela, no la mezclaba con fantasía, y a información y orígenes de las brujas dedicaba la segunda. Nerea Riesco hizo otra cosa: contar una historia real y mezclarla con fantasía. Finalmente me gustó mucho leer su libro y era inevitable que le entrevistara.

El inquisidor Salazar y Frías fue contratado para que demostrara la inexistencia de las brujas en un país dominado por la fe en Dios pero en una tierra donde todavía había muchos paganos con creencias más ascentrales, como la Diosa Mari. Él era un humanista muy metódico y con sus propias dudas sobre la existencia de la brujería y del diablo, así que tomó detalles de todo lo que aconteció durante su labor. Cuando terminó su trabajo, éste fue guardado en los sótanos de la Inquisición, se ocultó a todo el mundo, y no se supo nada de él hasta que a inicios del s. XX alguien los encontró. A este hecho real se añaden dos personajes de ficción, la quinceañera Mayo de Labastide y el ayudante de Salazar, Iñigo de Maestu, además de un hombre-asno. De la realidad y de la ficción hablamos con Nerea Riesco.

A Nerea Riesco le ha costado tres años de trabajo crear "Ars Magica", a mí apenas me ha costado nada leerlo.

 

 

ENTREVISTA

 

En primer lugar Nerea, este libro está centrado en un personaje histórico, el inquisidor Alonso de Salazar y Frías, por lo que has tenido que investigar mucho acerca de él. ¿Qué ruta ha seguido tu búsqueda?

Alonso de Salazar y Frías, uno de los tres inquisidores que se encargó de juzgar el proceso de las brujas de Zugarramurdi, pese a ser un severo inquisidor, no creyó que hubiese personas capaces de volar escoba en ristre, provocar el pedrisco para arruinar las cosechas de sus vecinos o convocar al diablo para que fuese el invitado especial en una fiesta nocturna. Salazar estaba tan convencido de que eso era imposible que se empeñó en demostrarlo al más puro estilo CSI del XVII, recurriendo a boticarios para que analizasen los ungüentos que decían que las brujas utilizaban para poder volar, a médicos que examinasen a las personas que aseguraban estar poseídas por el maligno, interrogatorios exhaustivos que él trascribía palabra por palabra…

Gracias a su minuciosidad pude documentar gran parte de mi novela ya que dejó toda la investigación del caso de las brujas de Zugarramurdi recogida en ocho volúmenes que quedaron cuatro siglos archivados en los sótanos del Santo Oficio hasta que un americano estudioso de la Inquisición Española los descubrió. Desde entonces se conoce a Alonso de Salazar y Frías como "el abogado de las brujas". Ahora esos Memoriales están en el Archivo Histórico Nacional. Me pareció un hombre interesantísimo.

 

Me ha llamado la atención que hasta has descrito a Salazar en su intimidad o, incluso, su estancia, su hogar, el que echaba de menos ¿hay información tan clara de estos detalles -de mobiliario incluso- o has tenido que novelizar gran parte a este respecto?

Sí que la hay. Como te digo él se hizo acompañar por un abundante grupo de secretarios y ayudantes que tomaron buena nota de todo lo acontecido en ese viaje. Él mismo lo dejó todo anotado. Pero también hay datos más íntimos sobre su vida, sus estudios, su aspecto físico… que me dan a mí, como escritora, la posibilidad de crear un personaje de novela. No hay que olvidar que "Ars Magica" es una novela basada en hechos reales. Por eso al final del libro aparece la lista de libros y documentos que forman la bibliografía de la que me he nutrido para crear mi historia. En toda novela hay un arduo trabajo documental, hasta en cosas tan pequeñas como plasmar qué mobiliario podría haber en la alcoba de un inquisidor.

 

Cuéntanos cómo fue Salazar y Frías para que los lectores entiendan la diferencia entre este inquisidor y el 99 % restante.

Los libros de historia (e incluso nuestro día a día), está plagado de generalizaciones. A los humanos nos encanta ponerle etiquetas a todo y a todos y meter a los demás en un saco para así poder definirlos sin esfuerzo. Por eso oímos decir eso de que los vascos son así, los catalanes asá, los andaluces acusá… Detesto las generalidades y las etiquetas tipo "esto es novela histórica", "todos los conquistadores eran unos salvajes", "todos los inquisidores unos irracionales"… pues no.

Cuando me documentaba para escribir "El país de las mariposas", mi anterior novela, tuve el placer de poder leer textos de gente como Bernal Díaz del Castillo, uno de los soldados que acompañaban a Cortés en la conquista de México. Sus crónicas de indias me emocionaron profundamente. Es increíble con qué admiración describió a Moctezuma. Lo mismo me ocurrió cuando conocí a Alonso de Salazar y Frías, inquisidor y a la vez racional. Pero no sólo él fue un hombre coherente, hubo otros religiosos como el obispo de Pamplona, Venegas de Figueroa, o el propio Inquisidor General del momento (que fue el que envió a Salazar a la zona del País Vasco y Navarra para que averiguase la verdad sobre las historias de brujas que revolucionaban a la población). Pero este tipo de personas no son las que dominaban en el mundo inquisitorial, por eso los libros de historia se olvidan de ellas. Y esa es una de las múltiples posibilidades que me ofrece la literatura. Me gusta rescatar en mis novelas a los "olvidados" de la historia: Mujeres periodistas del siglo XVI, curanderas del XVII, inquisidores racionales en busca de la verdad, reinas que se sublevan en secreto…

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Él fue el tercer inquisidor de Logroño, los otros eran Valle y Becerra. ¿Cómo era el tipo de Inquisición que ejercían estos?

Salazar fue el último en llegar al tribunal y el más joven. Yo creo que Valle y Becerra eran un poco "rancios", chapados a la antigua, enquistados en ideas sobre la brujería que llegaban desde Europa incrementadas, en cierta manera, gracias a la invención de la imprenta. La imprenta facilitó que ciertos "manuales para inquisidores" (entre ellos el famoso "Malleus Maleficorum" escrito por dos dominicos alemanes, Jacob Sprenger e Heinrich Institor Kramer, allá por el 1487), se hiciesen lamentablemente célebres entre los inquisidores europeos. En este manual, los dos dominicos explicaban cómo torturar a las brujas para que confesasen con más rapidez asegurando (entre otras lindezas) que "esta perfidia (se referían a los pactos con el diablo) se encuentra con más frecuencia entre las mujeres que entre los hombres, (…) que como son más débiles de mente y de cuerpo, no es de extrañar que caigan en mayor medida bajo el hechizo de la brujería". Fíjate… ¡qué encanto de religiosos!

 

No obstante en tu libro acaba demostrándose que Valle y Becerra fueron marionetas en manos del Inquisidor General ¿no?

Supongo que te refieres a que se demuestra en la trama de "Ars Magica". El Inquisidor General de la época en la que transcurre "Ars Magica", Bernardo de Sandoval y Rojas, era realmente familia del Duque de Lerma lo que no impedía que fuese también gran amigo y protector de Alonso de Salazar y Frías, nuestro "inquisidor racional".

Bernardo de Sandoval y Rojas fue quien envió a Salazar para que investigase el misterio de las brujas en el norte (algo que molestó terriblemente a los inquisidores Valle y Becerra que veían a Salazar despectivamente como al "preferido"). Tras el reconocimiento llevado a cabo por Salazar y después de que éste confeccionase los Memoriales que ahora se guardan en el Archivo Histórico Nacional, el Inquisidor General tuvo que lidiar durante meses con Valle y Becerra ya que ellos no hacían más que escribir cartas desacreditándolo, enviaban nuevos informes que contradecían sus investigaciones, ponían en duda su técnica… y el pobre de Salazar tenía que reescribir de nuevo sus conclusiones aclarando las "dudas" de sus colegas Valle y Becerra. El Inquisidor General fue realmente un mediador entre las dos partes que siempre estuvieron muy enfrentadas.

 

"Ars Magica" trata de darnos a conocer una parte escondida de la historia donde Salazar y Frías intentaba llegar a la lógica para no sucumbir ante el pánico generalizado a las brujas que promovía la inquisición, por ello el propio Inquisidor General le envía a desmontar la creencia en brujería... sin embargo esta historia ha permanecido oculta mucho tiempo ¿por qué?

¡No lo sé! Me sorprendió mucho que, después de haber enviado a Salazar a investigar, después de tanto esfuerzo y tanto interés, se dejasen los informes del viaje de Visita archivados en los sótanos del Santo Oficio… Intentar buscarle una respuesta a esas incógnitas, me empujó a escribir "Ars Magica".

 

¿Realmente Salazar mantenía una relación epistolar tan íntima con la reina Margarita de Austria como aparece en tu libro?

Realmente Salazar estuvo en la Corte, realmente recibía y contestaba el correo del Inquisidor General, su protector Bernardo de Sandoval y Rojas, realmente la reina Margarita de Austria escribió a Bernardo de Sandoval pidiéndole mediación porque su sobrino, el valido Duque de Lerma, la tenía seriamente presionada… pero que nadie olvide que "Ars Magica" es una novela. Gracias a ella (como te decía antes), puedo rescatar a los grandes olvidados de la historia.

Pocos saben que la reina Margarita de Austria se enfrentó al Duque de Lerma y a su secretario Rodrigo de Calderón. Pocos saben que el rey Felipe III murió de pena al saber que su valido, su hombre de confianza, ayudado por su secretario, fueron sospechosos de la muerte de la reina. El Duque de Lerma se libró de la horca porque se le concedió el capelo cardenalicio pero la población cantaba una coplilla que decía así: Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado. Su secretario, Rodrigo de Calderón no tuvo tanta suerte y, aunque no se pudo demostrar su implicación en la muerte de la reina Margarita, fue condenado al cadalso.

 

Conozco la coplilla que comentas... Dado que él ya estaba mayorcito, no cae en los encantos del enamoramiento, pero uno de sus ayudantes, el joven Iñigo de Maestu sí; puesto que éste es un personaje ficticio ¿cuál era la intención de ese amor en la trama?

Tanto Iñigo como Mayo son personajes ficticios aunque en el fondo son los más reales de la novela ya que están hechos con la materia que forma al ser humano. A los 15 años, enamorarse platónicamente es inevitable, da igual que se sea un novicio o una pequeña hechicera.

 

"Iñigo de Maestu terminó pintando ángeles azules que aún pueden verse en arsmagica-portadaparedes de iglesias de la zona vasco-navarra", comentas en tu libro ¿surgieron de estos ángeles azules la idea de darle ese rol al personaje de Mayo de Labastide o lo imaginaste como colofón al terminar la novela?

Cuando te enamoras en la forma en la que lo hacen ellos, el objeto de tus deseos suele parecer un ángel, un hada… y, si me apuras un Dios. Su pelo, su olor, el tacto de su piel… todo es absolutamente mágico. Cuando nos enamoramos escribimos los poemas más cursis del mundo para evocar a nuestro "ángel" particular, queremos una foto para remirarla hasta la saciedad y así nos sentirnos cerca de nuestro ser amado. Iñigo no disponía de fotos en pleno siglo XVII, ¿por qué no representar a Mayo en un dibujo?, ¿por qué no pintarla como él la veía? Como un ángel azul…

 

Con Mayo de Labastide entramos de lleno en la ficción que cohabita en "Ars Magica" con la Historia. Recuerdo que al leer tu descripción sobre la jovencita quinceañera me venía a la memoria la "Marianela" de Benito Pérez Galdós…

Pobre Marianela. Creo que Mayo de Labastide es una persona mucho más feliz y, sobre todo, más fuerte y optimista. Me gustaría que Mayo dejase en el lector la sensación de que hay que crecerse ante la adversidad.

 

Considero un acierto enorme que Mayo haga un viaje iniciático en su búsqueda de Ederra, el aña a la que pierde por el camino cuando es acusada de brujería, pero me ha sorprendido su encuentro con Ederra (no espero que des detalles, destriparías el argumento y el final)… Los personajes que viajan con Ederra, las acusadas de brujería María de Echalecu y Gracia de Iturralde ¿fueron personajes reales o por el contrario el final de la historia que les relaciona con Ederra es puro romanticismo?

Como dices, no comentaré nada que pueda "destripar" el final. Sólo te diré que María de Echalecu fue realmente una de las detenidas, acusadas de practicar la brujería, y también que fue una de las que murió presa de la epidemia que se desató en las cárceles secretas del Santo Oficio en Logroño.

 

Con estos personajes, especialmente con Mayo, la parte histórica de la novela se funde con la magia o la fantasía. Mayo se cree hija del diablo porque su madre así lo hizo creer para salvarse de su deshonra ¿sabes si hubo casos así en los que las mujeres se autoexcusaran diciendo que las había forzado el diablo o simplemente se te ocurrió la idea?

El personaje de Mayo (su personalidad y sus circunstancias personales), son un collage de personas e historias reales que conocí durante el tiempo que me documenté para la novela. Existe un caso documentado de una mujer que aseguraba que el diablo la había violado y que, a consecuencia de ello, había quedado embarazada. La mujer decía que la criatura que creía en su vientre le hablaba por las noches jurándole que una de las dos tenía que morir durante el parto. Esta historia me conmovió y me sirvió para explicar los orígenes de Mayo. Pensé que una mujer en aquellos años, podría ser capaz de atestiguar una cosa así para librarse de la deshonra de estar embarazada sin haber pasado por la vicaría. Las mujeres siempre lo hemos tenido fatal y era difícil liberarse de la fuerza del "qué dirán".

Hay otro personaje en la novela que (aunque parece una invención mía), está sacado de documentación real. Se trata del hombre-asno Beltrán. Un hombre convertido en asno que está sacado de una historia narrada por San Agustín en De Civitate Dei en la que se asegura que había ciertas hechiceras capaces de convertir en jumentos de carga a algunos hombres.

 

Mayo, criada por la bella y enigmática Ederra, crece sin saber a llorar, aprende el oficio de su aña y prueba sus propios sortilegios, cree en ellos aunque no le funcionen porque está segura de que no tiene talento… a veces parece invisible a los ojos de los demás ¿qué la hace tan especial?

Precisamente eso. Su aparente fragilidad que esconde una apabullante fortaleza. Como tú decías, Mayo comienza la historia siendo una niña y la termina como una mujer. Recorre una especie de "camino hacia Oz" en el que se apodera del valor, del corazón y del cerebro que buscaban el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata. Mayo es la antiheroína. Para descubrir a Mayo en su plenitud hay que ser un lector activo y no quedarse en las superficialidades de esas descripciones novelescas en las que se habla de lo "bonita" o lo "machote" que son los protagonistas. Para enamorarse de Mayo hay que conocerla… como ocurre cuando nos enamoramos en la vida real.

 

Además, no debemos olvidarnos que en "Ars Magica" Mayo de Labastide persigue la comitiva de Salazar porque cree que ellos le llevarán hasta donde se encuentra Ederra y es punto fundamental en el desmantelamiento de los cuatro supuestos "jinetes del apocalipsis", sin embargo esta parte tiene algo de ficción y algo de realidad. Cuéntanos un poco acerca de ello…

Mis novelas siempre tienen algo de ficción y algo de realidad si no, en vez de novelas serían ensayos. Con mi anterior obra "El país de las mariposas", mucha gente me preguntaba qué era lo real y qué lo inventado. Yo les preguntaba a ellos qué era lo que les parecía inventado y normalmente solía ser lo real. Y es que la vida no deja de sorprendernos y es más fácil admitir una mentira creíble porque, a veces, la verdad es increíble. Por eso en "Ars Magica" decidí dar una explicación al final en el epílogo, poner una aclaración y además, colocar la bibliografía de dónde había sacado todos los datos. Así, el que quiera profundizar en la historia, podrá hacerlo.

 

Entre esa mezcla de realidad y ficción me gustaría saber si efectivamente el inquisidor Salazar y Frías obligó a su ayudante Domingo de Sardo a presenciar una autopsia en aquellos años para buscar la respuesta a la existencia del demonio o las brujas.

Domingo de Sardo existió y era uno de los asistentes que el inquisidor tuvo durante su viaje de Visita. Salazar se hizo acompañar por varios secretarios y ayudantes, entre ellos traductores del euskera ya que él sólo hablaba castellano. Ellos estaban presentes en todos los interrogatorios así como en las investigaciones del inquisidor tomando nota de todo. Por eso los Memoriales de la Visita son tan concretos.

 

Es de imaginar que Salazar y Frías se hiciera preguntas existenciales que pusieran en peligro su creencia incluso en Dios dado que investigaba cuestionándoselo todo. Después de conocer la brutal realidad de su trabajo encomendado ¿cómo es que no colgó los hábitos? ¿qué crees tú que debió pasarle por la cabeza para que siguiera en la Iglesia?

No creo que en aquellos años lo de "colgar el hábito" fuese muy sencillo. Además, estoy convencida de que Salazar estaba encantado con su trabajo. Yo creo que era un revolucionario de la época. No sólo se dedicó a recorrer durante un año el País Vasco y Navarra para realizar una investigación que avalase su teoría de la imposibilidad de que existiesen personas con poderes mágicos malignos, sino que años después elaboró una guía especial de cómo se debía interrogar a los acusados de brujería para que la utilizasen los comisarios del Santo Oficio y criticó que se prometieran cargos eclesiásticos que aún no habían quedado vacantes. Después de confeccionar sus Memoriales en los que aseguraba que "no hubo brujos en el lugar hasta que no se comenzó a hablar de ellos", luchó para que se liberasen de las cárceles secretas a todos los que estaban todavía encarcelados… y así se hizo. Después, quiso que se les devolviese el dinero que habían pagado por su manutención (hay que recordar que el Santo Oficio cobraba la manutención en la cárcel a los condenados), pero el Inquisidor General se negó a devolver el dinero aunque se les considerase inocentes.

 

Nerea, ¿qué hay de verdad en el desenmascaramiento del Inquisidor General Bernardo de Sandoval y Rojas, tío del duque de Lerma?

Nada. Es parte de la trama de la novela.

 

Pero lo concerniente a las sospechas del envenenamiento de la reina Margarita de Austria fue cierto ¿no? ¿incluyendo los inculpados?

Es totalmente cierto que la reina murió tras el parto y que su muerte estuvo inundada de sospechas de envenenamiento. Aún me sorprendo al descubrir lo poco que ha trascendido ese posible regicidio. Es como si la historia quisiera colocar un velo espeso sobre las cosas que no le resultan cómodas. De hecho, Rodrigo de Calderón fue juzgado por ello, aunque no pudo demostrarse y acabó en la horca acusado de otros cargos. Pese a todo, Felipe III murió de pena, sospechando que tenía a los enemigos en casa y que no se había dado cuenta. Las frases que aparecen en el libro colocadas en boca de Felipe III, están documentadas. 

 

¿El Fiscal San Vicente existió? ¿Fue a ver a Salazar y Frías para "investigarle" con el fin de echar por tierra su trabajo?

Existió y fue enviado por los inquisidores de Logroño, Valle y Becerra, para poder aportar datos que demostrasen que Salazar no era competente para ese trabajo. Remitieron el informe negativo del fiscal San Vicente al Inquisidor General, pero no les sirvió de mucho.

 

Nerea, en todo este tipo de libros reforzamos la creencia real de lo que fue en realidad la Inquisición, una farsa. ¿Cómo se siente una adentrándose en esos vericuetos históricos y redactando injusticias que te hacen hervir la sangre por la cantidad de inocentes que murieron en la hoguera?

Me lo tomo con calma. Ya no puedo salvar la vida de los que hace siglos murieron en la hoguera, pero sí puedo utilizar mis armas para hacer ver a mis contemporáneos lo que realmente somos los seres humanos. Leer libros sobre torturas de la inquisición me deja en el cuerpo la misma sensación que cuando veo algunas noticias del informativo. Seguimos siendo los mismos, no hace falta irse al siglo XVII para descubrir que hay tiranos en todas las épocas y en todos los países.

 

Dice Jesús Callejo en su libro "Breve Historia de la Brujería" que no hubo tantas muertes en España como se cree, sin embargo cuando lees cualquier otro libro que verse sobre la Inquisición da la impresión de que sí las hubo ¿cuál es la realidad?

Aunque sólo hubiera muerto una persona en la hoguera acusada de brujería (o de cualquier otra cosa) ya me parecería una auténtica aberración. Una institución no es más o menos sanguinaria dependiendo del número de sus víctimas; precisamente lo es por tener víctimas. En nuestro país no hubo tantos autos de fe por brujería en comparación con los que se llevaron a cabo en Europa o América. Eso tenía mucho que ver con la propia administración de la Inquisición española que no era dependiente, como el resto de países, de la directa jurisdicción de Roma.

El Santo Oficio español tenía su propio Inquisidor General designado por el monarca. Era un instrumento del Estado, al servicio del Estado, y los eclesiásticos que lo dirigían, eran funcionarios públicos. Una de las maneras de administrarse era quedándose con los bienes de los condenados. Así, era mucho más interesante para la Inquisición española condenar a judaizantes o moriscos, por ejemplo, que por lo general tenían mucho más poder económico que una pobre curandera. De todas formas sí que murió gente en España acusada de brujería.

 

Nerea, tú presentas un programa cultural de radio bilingüe árabe-español en Andalucía, y estás muy conectada con este mundo. ¿Es erróneo creer que el islamismo ferviente que se rige en viejos libros sin modernizar y esa fé ciega en ellos sin cuestionarse una sola palabra y en su religión puede o podría hacer algo parecido a una Inquisición? ¿Puede el terrorismo islámico acabar con el islamismo tranquilo que busca todo ser humano y fortalecerse para acabar en una Inquisición árabe?

Cualquier tipo de radicalismo es un error. La vida no es ni blanca ni negra sino que está compuesta de una amplia variedad de tonos grises. Todos deberíamos estar dispuestos a ponernos en los zapatos del otro, intentar comprender su postura y su situación, de esa manera todo sería mucho más fácil. La mayoría de los medios que hablan del mundo árabe terminan ofreciendo una visión negativa de él. El espíritu de Wahatu Al Andalus (así se llama el programa de radio) es contrario a eso. Somos un equipo muy bien avenido y desde el comienzo tuvimos muy claras nuestras intenciones: la comunión entre culturas está muy presente y nos enriquecemos los unos de los otros. Ese es el secreto de nuestro éxito desde hace cuatro años: la empatía con el otro. Lo que vivimos en el estudio lo trasmitimos a través de las ondas.

 

Antes que "Ars Magica" escribiste libros como "Ladrona de almas"o "El país de las mariposas" ¿tienes algún nuevo proyecto literario o te tomas un tiempo sabático para dedicarte íntegramente a la radio?

Yo nunca dejo de escribir. En todo caso debería tomarme "años sabáticos" de la radio, del periodismo, de las clases… que es lo que yo considero "mis ocupaciones". Escribir es mi placer y mi diversión, y nadie se toma años sabáticos de sus placeres.

Antes de navidad saldrá al mercado un cuento-manual de ajedrez para niños que escribí con un maestro de ajedrez infantil. Dentro de poco también saldrá un libro de relatos que giran en torno al mundo de la mujer y sus vicisitudes… un libro que he escrito poco a poco, a través de los años, utilizando experiencias propias y ajenas. Estoy muy orgullosa de él. Además me encuentro metida de lleno en mi nueva novela, con la que estoy disfrutando mucho.

 

Nerea, ha sido un placer conocer a Mayo de Labastide y su asno Beltrán, a Salazar y Frías, Iñigo de Maestu y Domingo de Sardo. Gracias por ello y un beso.

Gracias a ti por leerme tan activamente.

 

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