Anika entre libros

Entrevista a Miguel Ángel León Asuero por "Ladrón de espadas"

"No vivimos en un mundo justo, y por eso necesitamos de la Justicia. El problema está en que han de aplicarla personas"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: autor / Octubre 2009

 

Miguel Ángel León Asuero, además de colaborador y autor destacado en "Anika Entre Libros", es abogado de un importante grupo de empresas y colaborador del Vice-Consulado de Grecia en Sevilla.

Inició su carrera literaria con el thriller histórico Las Congregadas del Vaso, obra reseñada en esta misma web y que sirvió de base para una primera entrevista. En esta su segunda novela el autor nos deleita con un libro diferente y un género distinto: Ladrón de espadas.

 

 

ENTREVISTA

 

Miguel Ángel... Antes de empezar la entrevista y comentar tu segunda obra déjame decirte que la he leído de un tirón y me ha encantado. ¡Mi más sincera felicitación! No he leído todavía la primera novela (Las Congregadas del Vaso) pero sí he repasado la reseña que hay en la web y he podido ver que las opiniones de los lectores son muy positivas. Ladrón de espadas, sin embargo, parece muy diferente a ese thriller histórico con que te iniciaste... ¿Hay un género literario que te atraiga más que otro o simplemente escribes en función de lo que deseas según el momento?

Muchas gracias por esa felicitación, que valoro aún más viniendo de una escritora consagrada.

Efectivamente, Ladrón de espadas es una novela muy diferente a Las Congregadas del Vaso, tanto en género, como en contenido y estilo. Eso se debe, fundamentalmente a mi situación vital en el momento de escribir cada una de esas obras.

Cuando escribí Las Congregadas del Vaso, atravesaba un profundo bache en mi vida, pero cuando me puse con Ladrón de espadas la cosa había cambiado mucho, y eso se nota en la forma de escribir.

De momento considero que es pronto para encasillarme en un género o en un estilo concretos, y he preferido variar de registro.

 

¿Cómo surgió la novela que nos ocupa?

Bueno, yo quería escribir una historia que girara en torno a una serie de valores fundamentales que por desgracia se van perdiendo (honor, lealtad, etc.), y creé los personajes que se me antojaron apropiados, Ladrondeespadas -portadatodos muy distintos y a la vez muy peculiares. Tenía claro que la historia iría sobre un ladrón de guante blanco descarado y divertido, y que toda la novela tendría un estilo desenfadado sin por ello dejar de tocar aspectos profundos e importantes.

Lo que no tenía claro era qué tipo de cosas robaría ese ladrón, y barajé varias posibilidades (joyas, obras de arte, fórmulas químicas, prototipos industriales, etc.), hasta que un día, presenciando una procesión que, con la espada del Rey Fernando III el Santo, se celebra todos los años en la Catedral de Sevilla, se me ocurrió que ese descarado ladrón podría dedicarse a robar espadas históricas…

 

La primera imagen que ha aparecido en mi mente al leer Ladrón de espadas ha sido la del mítico Robin Hood, ese héroe del folclore medieval inglés...

La verdad es que el protagonista de la novela, que firma todos sus robos como "O", tiene algo de Robin Hood, aunque no es eso lo fundamental. Lo importante no es sólo lo que roba y para qué, sino la forma en que va implicando a otras personas en sus robos y devoluciones, cambiándoles la vida y dándoles ese toque de ilusión y esperanza que todos necesitamos. Digamos que sus fechorías dejan de serlo para convertirse en excusas que arreglan la vida de todos los que se cruzan en su camino, y no sólo en el aspecto económico.

 

El protagonista, pese a actuar al margen de la Ley, resulta muy atractivo. Yo diría, sin temor a equivocarme, que el 99,9 % de los lectores se identificarán con él... ¿Crees que, en el fondo, todos anhelamos hacer frente a lo establecido, a la sumisión hacia los que mandan y deciden, y que tenemos un sentido de la justicia muy personal y ajeno a veces a lo estipulado?

Yo creo que sí, que todos tenemos en nuestro interior un héroe que sabe lo que realmente está bien y lo que realmente necesita la humanidad para considerarse como tal. Pero también creo que ese héroe sabe a ciencia cierta que siempre permanecerá escondido en algún rincón del alma, sin posibilidades de ver la luz nunca…

Ladrón de espadas es la oportunidad que yo he dado al "O" que pueda esconderse en mi corazón, una oportunidad que he querido brindar a todo aquel que lea la novela y desee identificarse con el protagonista. Eso sí, también hay otros personajes, con los que el lector podrá identificarse según su propia situación vital. Creo que todos son interesantes y curiosos.

 

En la novela pones algunas cosas de manifiesto. Una de ellas es la injusticia e inutilidad de la sangre derramada en conflictos bélicos...

Efectivamente. Es un tema que siempre me ha preocupado. Siempre he visto las guerras como una excusa de dirigentes políticos para mover masas y hacer caja. Creo que los conflictos, por muy complicados que sean, siempre se pueden solucionar de forma distinta a la masacre, y que nadie que imponga su criterio por la fuerza bruta y a costa del sufrimiento de otros puede llamarse "vencedor". Esa es también la forma de pensar del protagonista de la novela, y por eso ha buscado una forma de protestar y poner en evidencia la crueldad de las guerras: Roba las espadas con que se libraron las más famosas batallas, pide rescate por ellas y luego las devuelve, todo ello en medio de un ambiente de denuncia y rebeldía. Y con algo de espectáculo, claro…

 

También tocas el tema de la hipocresía, o el "orgullo" ante determinados objetos (espadas en este caso) que reciben honores en función de la sangre derramada en batallas que libraron los "mandaos" mientras los que mandaban no exponían un dedo...

Pues sí. Soy de los que piensan que cuando dos personas tienen un problema, tienen que resolverlo entre ellos, y no interponiendo a otras personas, y menos haciendo que los intermediarios se jueguen el tipo y hasta la vida para defender los intereses de otro.

Es un negocio redondo eso de crear un conflicto muy lejos de uno, mandar allí a otros para que defiendan una causa que no les atañe y encima forrarse con la venta de las armas que allí se van a emplear, con el botín que se pueda saquear o con la "reconstrucción" de lo destrozado durante el combate.

Desgraciadamente, quienes pagan las consecuencias de las guerras son quienes no las buscaron…

 

Veo en la novela un claro amor a la libertad y amor a vivir la vida "a tope"...

Como ya he comentado, Ladrón de espadas está escrita en un momento muy especial de mi vida, en el que he vuelto a encontrar alicientes así como cosas y personas que le dan sentido a todo. Eso se nota en la forma de escribir y en el trasfondo de la novela. Eso sí, ese "vivir a tope" tiene un límite: el derecho a vivir exactamente igual que tienen los demás. Para estar bien, no es necesario arruinar la vida de nadie.

 

¿Crees que la rutina diaria y la vida sin alicientes son un cáncer para nosotros mismos?

Por supuesto, vivir sin ilusiones no es vivir, sino habitar, y si me apura, puede ser hasta vegetar. La vida es, como se dice al principio de la novela, un tango que hay que bailar mientras dura. Pero no sólo se trata de bailar.

Un tango se baila con alguien, y eso es muy importante. Y cuando tienes personas alrededor con las que bailar el tango, todo cobra sentido.

Sin ilusiones, seríamos como los caballos que tiran de un carro sin saber adónde van, ni para qué tiran, y no veríamos tantas cosas buenas que nos ocultarían las orejeras…

 

Me ha llamado especialmente la atención que hayas usado algún que otro mensaje preparado para ser descifrado. ¿Sientes interés por los criptogramas o sólo son un aliciente de cara al lector y un añadido a la trama?

Eso es de todo un poco. Por un lado, realza el descaro del protagonista, que lejos de dedicarse sólo a robar, se entretiene poniendo en jaque al sistema establecido (insisto en que sin dañar a nadie), y por otro mantiene en vilo al lector, que también participará intentando descifrar esos mensajes que el ladrón va dejando por todas partes.

Aparte, a mí me resultó muy divertido idearlos, y espero que los lectores disfruten desvelándolos.

 

Leonasuero

 

Rebeca Lumen, la protagonista femenina, está claro que necesita huir de un pozo profundo. Pero ¿por qué se fija el ladrón de espadas en ella? Se nos describe guapa, pero no una mujer espectacular de las que quita el sentido, y si bien al principio el interés del héroe está en ayudarla, luego se convierte en algo más... ¿Intentabas decirnos algo a los lectores o, simplemente, surgió la historia?

Quizá podamos hacer un símil entre la historia que se cuenta y la forma en que las personas se conocen y relacionan. Lo primero en que se fija el protagonista es en la persona que tiene delante: una mujer atractiva que, independientemente de eso, está claro que tiene problemas. Y es ahí donde se le disparan las alarmas a "O", porque no puede evitar implicarse en los problemas de los demás y ayudarles a salir de ellos.

A partir de ahí, todo transcurre dentro de una normalidad "anormal", porque poco a poco, a medida que contactan durante la aventura (sin que lo hagan personal y directamente), va surgiendo un "algo especial" por el hecho de contarse sus cosas, hablar, compartir situaciones, etc.

Rebeca Lúmen tiene un atractivo muy especial que creo que el lector percibirá desde el primer momento, al igual que cada uno de los restantes personajes tienen sus características especiales.

 

Hablando de Rebeca (y para no desvelar el tema te haré la pregunta tipo "ligth"): El arte de seducción del protagonista y hasta la manera de implicar a esa persona, sin que ella quiera, en algo que desconoce me ha parecido francamente ingenioso; pero me falta un eslabón... No imagino a una mujer madura, solitaria, amargada y deprimida viajando a ciegas, por mucho que eso sea justamente el remedio que necesita. Y no me lo imagino porque, máximo hoy en día, habita en nosotros una total y absoluta desconfianza. A mí, personalmente, me ha faltado alguna foto de "él" que la enamorara, un deseo oculto e intenso de conocer Londres (por ejemplo) o una confidencia con alguna amiga más abierta... No sé, es el único punto de la novela que me ha dejado así, como si faltara "el eslabón perdido"...

Esa pregunta no me la habían hecho hasta ahora…

Ciertamente, podría ser impensable el que una persona en sus cabales, por muy deprimida que pueda estar, llegue a confiar plenamente en un desconocido hasta el punto que llega a hacerlo Rebeca Lúmen, pero ahí radica una de las "virtudes" del ladrón de espadas. Él no es un seductor, no tiene fines retorcidos, y aunque actúa desde la sombra es una persona transparente, hasta el punto de ganarse la confianza de Rebeca Lúmen en poco tiempo y pese a su natural resistencia.

No vamos a desvelar aquí si esa confianza es acertada o no, ni las aventuras que tanto ellos dos como el resto de los personajes van a vivir a partir de esa situación, pero lo que sí está claro es que entre los valores de los que hemos hablado al principio de la entrevista, podemos contar a la CONFIANZA (con mayúsculas).

Hoy día, el poder confiar plenamente en alguien de quien sabes que no te va a fallar en ningún momento, le cueste lo que le cueste, y sin que pida ni espere nada a cambio, es un puro lujo que pocas personas pueden presumir de gozar. Y mucho menos personas pueden presumir de inspirar esa confianza.

"O" será un ladrón, pero es un tipo en quien se puede confiar…

 

La novela nos permite a los lectores refrescar la memoria histórica y asistir en primera fila a algunos de esos conflictos que estudiamos en el cole y que yo, por lo menos, tenía olvidados. ¿Sientes interés especial por esa asignatura, la Historia, o sólo te has documentado para el libro?

La Historia me apasiona. Creo que todos tenemos mucho que aprender de los errores y los aciertos de quienes nos precedieron en este mundo. La Historia, lejos de ser aburrida, es muy divertida, sobre todo si a miramos con ojos curiosos y nos atrevemos a interpretarla, en lugar de simplemente asumirla y aprenderla.

Un buen libro de Historia es como un abuelo que cuenta batallitas que abarcan muchas vidas y muchas generaciones, muchos anhelos, muchos sinsabores, muchos éxitos y muchos fracasos. Y también, por desgracia, muchas guerras, mucho sufrimiento y muchas injusticias. De todo eso tenemos que aprender.

Aparte de eso, está mi curiosidad innata… ¿Por qué la Casa Blanca donde habita el Presidente de los Estados Unidos de América es precisamente blanca? ¿Cómo era una batalla naval a finales del siglo XVIII? ¿Quiénes eran los ayudantes del Rey "Santo" que reconquistó casi toda Andalucía? ¿Cuántas personas perdieron la vida en el Desembarco de Normandía? ¿Qué es una Carronada? ¿Por qué no se cuentan las derrotas que Nelson sufrió frente a la Armada Española? ¿Cómo viajó su cadáver hasta Las Islas Británicas tras morir en la batalla de Trafalgar? (Por cierto, no creo que morir en una batalla equivalga a ganarla…)

Todas esas, y muchas cosas más, se cuentan en Ladrón de espadas.

 

Antes has comentado que existe en Sevilla esa procesión capitaneada por el alcalde con la espada de Fernando III ¿En qué consiste?

Pues sí, existe. El 23 de Noviembre de cada año, día de San Clemente, se celebra en la Catedral de Sevilla la conocida como "Procesión de la Espada", en la que, para conmemorar la conquista de Sevilla por el Rey Fernando III "El Santo", el Alcalde de la ciudad procesiona por las naves catedralicias ostentando la espada del Santo Rey a modo de cruz, mientras que el concejal más joven de la corporación municipal le acompaña portando el "Pendón de San Fernando". Es todo un rito ancestral digno de ver y muy curioso que, como digo, me dió la idea definitiva para la novela Ladrón de espadas.

Sevilla es una ciudad muy curiosa en todos los aspectos…

 

También en la obra aparece el barrio de las 3000 viviendas... ¿Reivindicación?

Por supuesto. "O", el LADRÓN DE ESPADAS, no puede dejar pasar la oportunidad de poner de manifiesto las realidades y miserias de la sociedad en que nos ha tocado vivir…

 

Parece que tanto Las Congregadas del Vaso como Ladrón de espadas transcurren mayormente en tu Sevilla natal...

Sí, y es algo intencionado. Algunas personas me han dicho que ambas novelas son localistas, pero yo no estoy de acuerdo, y siempre pongo los mismos ejemplos. Yo no me considero digno de comparación con nadie, pues soy relativamente nuevo en el oficio de escribir (mejor dicho, en el de ser publicado), pero tengo muy claro que otras novelas que transcurren en ciudades concretas no son localistas. ¿Una novela que transcurra en el Londres Victoriano y describa el ambiente es localista? ¿Y otra que transcurra en París, en Turín, en Valencia o en Oviedo? ¿Cuándo es localista una novela? ¿Cuándo quien la escribe ha nacido o vive en ella? ¿Si yo nazco en Sevilla pero escribo una novela que transcurra en la isla de Creta ya no es localista? ¿Es localista el Evangelio de San Juan?

Ambas novelas, como bien dices, transcurren principalmente en Sevilla (aunque en Las Congregadas del Vaso, que próximamente será reeditada por la editorial Aladena, también tiene capítulos que suceden en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y Ladrón de espadas los tiene que transcurren en Londres, parís, San Petersburgo, etc.), y eso es porque conozco bien la ciudad y puedo contar muchas cosas de ella, pero eso no significa que sean novelas para ser leídas exclusivamente por Sevillanos…

De todas formas, puedo adelantar que mi tercera novela transcurrirá en muchas partes del mundo.

 

Miguel Ángel... ¿Es ésta, tu segunda novela, una parodia, burla o crítica de la sociedad actual?

Más bien una crítica. Se están perdiendo a pasos agigantados valores tan importantes como el honor, la lealtad, la confianza, la honra, y cada día van teniendo menos valor la palabra, el compromiso y las promesas. Son esos los valores que intento ensalzar en mi novela, mientras cuento una historia de personajes que entrelazan sus vidas.

Creo que esta novela puede estar muy recomendada para todo tipo de lectores y, entre ellos, los adolescentes y los jóvenes, quienes han nacido ya en este punto de la historia en que tales valores están en vías de extinción y necesitan la misma protección que el Lince Ibérico o el Oso Panda. De hecho, me consta que en algunos colegios e institutos Ladrón de espadas es un libro de lectura recomendada.

 

¿Cómo definirías tú a tu personaje principal, el ladrón de espadas?

Eso es complicado, pero lo intentaré. "O" es un tipo consecuente y comprometido, que tiene sentido común al tiempo que las agallas suficientes como para denunciar las injusticias que ya son habituales en este mundo y ajusticiar a la sociedad robándole los símbolos en que fundamenta sus victorias (las espadas históricas) para, tras cobrar rescate, devolverlos clavándoselos en el trasero a quienes se aprovechan de tanto contradios. Es un hombre de palabra, transparente, leal, amigo de sus amigos, pero sin olvidar también que es eso: un hombre.

 

 

¿Nos podrías hacer un "flash" rápido de los otros personajes para que los lectores se sitúen? Porque todos tienen algo especial que los destaca...

Por supuesto. Ya hemos hablado de "O", el LADRÓN DE ESPADAS, así que comentaré brevemente algo de los demás…

REBECA LÚMEN (la Lúmen) es una mujer que atraviesa por un mal momento, sumida en una absoluta depresión y que no encuentra la luz al final del túnel. Necesita una ilusión en la vida, y se encuentra de frente con la aventura que le ofrece "O"… Su colaboración no es imprescindible, pero sí necesaria, y le da a la novela un cierto contrapunto de sensatez (a ratos).

JACK PINT (alias Cherlosholmes y Jackisito), es el policía británico encargado del caso del robo de la espada que Nelson regaló a su lugarteniente Cockburn poco antes de la batalla de Trafalgar. Es un hombre gris sumido en una nube de neblina y necesitado de un empujón hacia la vida.

YAROSLAV MIJAILOVITCH (el ruso), es un mafioso resentido y sanguinario llegado del Este para perseguir por su cuenta al LADRÓN DE ESPADAS y saldar con él determinadas cuentas pendientes. Altivo, amargado y vengativo, no duda en usar cualquier medio con tal de hacer daño a quien considera su enemigo.

DAWUILIDAGU DJIMBA BANTIULELE (David, para los amigos), es un negrito inmigrante y sin papeles que se gana la vida vendiendo revistas y pañuelos de papel en un semáforo, al tiempo que ejerce desde la distancia como Jefe de una tribu Balanza senegalesa y también como amigo de verdad del Ladrón de espadas. Desenfadado y vitalista, da la cara cuando hay que darla y echa los restos en el momento preciso. Un gran conocedor de las plantas y sus utilidades terapéuticas… (David existe de veras, y cada día lo veo en su semáforo cuando voy camino del trabajo).

APARECIDA VARGAS (la Vargas), es la policía sevillana (trianera, para más señas) que lleva el caso del robo de la Espada del Rey Fernando III "El Santo" en la Catedral de Sevilla. Es una mujer vitalista y alegre tanto en su vida privada como en la profesional, donde a pesar de su aspecto de folclórica destaca por encima de lo imaginable.

Todos estos personajes, juntos y agitados, acaban generando una mezcla explosiva que tendrá al lector deseando leer el siguiente capítulo…

 

También el tema de los inmigrantes que viven de lo que pillan en los semáforos y de las penurias que sufren sus familias en el continente africano lo sacas a colación. ¿Qué opinas del tema? ¿Debemos dejar que entren todos los que puedan, sin papeles, o regular esa inmigración?

A mi modo de ver, todo lo que se hace sin control se acaba descontrolando del todo y se vuelve perjudicial. Creo que una regulación cabal y una justicia social que reinen en todo el mundo evitarían tantas barbaridades como vemos a diario en las noticias (y ni quiero pensar en Leonasuero1las que no llegamos a ver).

La forma de ayudar a las personas que huyen del infierno para venir a lo que piensan que es el paraíso (pero que luego comprueban que no lo es) no es dándoles aquí una acogida artificial y "por caridad". La forma de ayudarles es dándoles medios apropiados en su lugar de origen, para que no tengan que salir huyendo a la desesperada.

Los avances sociales y técnicos de nuestro "Primer Mundo", la mayoría de las veces suponen más miseria para los del "Tercero". Pocas personas se preocupan por saber en qué medida la producción de Biodiésel para que nuestros modernos vehículos priva a regiones enteras de América del Sur o África de las cosechas de maíz que les sirven de sustento. Y lo mismo ocurre con las diferencias sociales y económicas en países donde unos pocos se han adueñado de las riquezas naturales, sometiendo a los demás.

Insisto: Si los países desarrollados ayudaran a los menos favorecidos en origen, se evitaría el drama de la emigración masiva y a la desesperada, que no hace sino crear grandes problemas de todo tipo (sanitarios, sociales, laborales, legales, personales, familiares, etc.) tanto a la sociedad de origen como a la de destino.

 

¿Y qué decir de los que delinquen (inmigrantes) en bandas organizadas? ¿Los repatriamos a su país o los mantenemos y alimentamos en cárceles nuestras?

Nos vamos metiendo en temas que trascienden la literatura, pero… ¿Quién dijo miedo?

Mi opinión es que cuando uno va a un lugar que no es el suyo, debe respetar las normas del lugar que le recibe. Y si las infringe, habrá de acatar las consecuencias y cumplir las sanciones que se les impongan, que habrá de cumplir donde infringió la ley. Distinto es que en países donde las normativas sean recíprocas y similares se les permita ir a cumplir la pena a su zona de origen, y ello atendiendo a razones de tipo humanitario (más que nada para la familia del preso). Ahora bien, si la infracción sólo está penada en el país de destino, es ahí donde habrá de cumplirse la condena, pues en caso contrario, el delincuente se iría de "rositas" si se le deja cumplirla en su propio país, ya que no habría garantías de tal cumplimiento.

Por ejemplo, hay países donde la ablación femenina no está penada. Si un natural de esos países viaja a España y practica la ablación femenina a una mujer en nuestro país, lo suyo sería que cumpliera condena aquí, pues si se le mandara a su país, lo más probable es que no la cumpliera y el delito quedara impune. A la inversa, habría que plantearse qué debería ocurrir con quienes para burlar la ley de su país, se marcha a otro para cometer allí lo que en él se permite y luego retornar al de origen… Es complicado, como la propia Humanidad.

Por supuesto, un delito aislado no es lo mismo que el crimen organizado, y en cuanto a este último, hay que ser tajante: mano dura en origen y en destino. Las penas privativas de libertad tienen, junto a la supuesta (y fallida) función reinsertadora, una función protectora del resto de la sociedad respecto del criminal, que debe ser aislado. El coste de la manutención del delincuente, sea cual sea su origen, es un mal menor respecto del derecho de protección de la sociedad frente al delincuente. Aunque también se podría repercutir dicho coste al país de origen o al propio recluso… Complicado, muy complicado…

¡Pero yo he venido aquí a hablar de mi libro!

 

¡Por supuesto, Miguel Ángel! Pero, como eres abogado, no puedo abstenerme de hacerte una pregunta... ¿Existe algo más injusto que la Justicia? Yo, desde que tengo uso de razón, lo veo así. Por delitos semejantes no todos los imputados reciben el mismo premio-castigo, porque ahí entran los abogados-fiscales-jueces en un juego en el que gana el que se lo monta mejor o negocia mejor. Vemos que gente que ha robado miles de millones sale de "rositas" o, todo lo más, pasa un par de años a la sombra mientras pobres desgraciados que ya están reinsertados han de ir a la cárcel por delitos cometidos años antes y ¡para comer! ¿Cómo lo ves?

En gran medida estoy de acuerdo contigo. La Justicia Humana desgraciadamente es, antes que Justicia, Humana, y por tanto es absolutamente imperfecta. Por más que intentemos evitarlo, siempre hay errores y fallos en el sistema (aparte de en las personas, claro).

De todos modos, me atrevo a decir que la inmensa mayoría de los casos se resuelven de forma justa (tanto a nivel estrictamente legal como a nivel de justicia social), pero lo que pasa es que lo que destaca, deslumbra, asombra y sale en las noticias es lo extraordinario.

Estamos acostumbrados a leer en los periódicos o ver en los telediarios a maltratadores, violadores, corruptos, incendiarios, personas que abandonan a sus hijos, etc. También, y sin que puedan compararse con los anteriores, por supuesto, vemos en las noticias a quienes les toca la Lotería Primitiva o triunfan en un "reality show" y se forran. Sin embargo, la inmensa mayoría de las personas somos normales, respetamos las normas y al prójimo, queremos a nuestros hijos, nos ganamos el pan con nuestro trabajo (y, los que somos escritores, luchamos por que las editoriales nos publiquen y por tener un número razonable de lectores).

No vivimos en un mundo justo, y por eso necesitamos de la Justicia. El problema está en que han de aplicarla personas…

 

En este país nuestro hablamos mucho de reinsertar a los delincuentes (me parece muy bien siempre que sean reinsertables) pero... ¿quién se ocupa de las víctimas? Especialmente en delitos de sangre ¿quién reinserta al muerto? ¿Por qué la familia ha de vivir una "cadena perpetua de por vida" y los asesinos consiguen favores penitenciarios que los dejan en la calle (y sin reinsertar) en pocos años? Son, además, un peligro para la sociedad... ¿No estamos los ciudadanos de a pie infinitamente más desprotegidos que los delincuentes? ¿No lo están las mujeres maltratadas, que no pueden salir de casa mientras sus verdugos campan a su aire? Algo cojea... ¿Qué opinas?

Que tienes mucha razón. La reinserción siempre es deseable, pero casi imposible de conseguir. El delincuente que consigue reinsertarse con nuestro actual sistema (y no sólo en España, sino en el resto del mundo), merece un premio.

Desgraciadamente, hay veces que los derechos del delincuente tienen una protección muy superior que los de sus víctimas, sobre todo si el delincuente es menor de edad. Y no quiero decir que el delincuente deba ser privado de todos los derechos que le puedan corresponder como persona, pero está claro que no puede ser tratado ni igual ni mejor de la víctima, y además debe ser separado de la sociedad mientras no sea merecedor de volver a ella.

El problema es que hay que plasmar las penas en normas, y que tales penas no pueden dejarse al arbitrio de nadie (no podemos condenar a un ladrón a estar en la cárcel "hasta que se reinserte"), y por tanto hay que preestablecer un tiempo de condena en el que el legislador supone que el ladrón se habrá de reinsertar.

Y si nos vamos a otros aspectos de la Justicia que no tienen nada que ver con el Derecho Penal, nos encontramos también con injusticias descomunales. Y ya que me brindas esta tribuna, no puedo evitar tocar un tema que me afecta mucho: ¿Por qué un padre separado o divorciado tiene que conformarse con ver a sus hijos los fines de semana alternos, lo que supone cuatro días al mes? ¿Es justo eso para el padre y para los hijos? ¿Por qué en la mayoría de los casos de separación y divorcio es más importante el régimen económico (pensiones de alimentos y compensatorias), que el de visitas a los hijos? ¿Y el acceso a la vivienda?

Insisto en lo dicho más arriba: La Justicia Humana, por humana, es imperfecta…

 

¿Y la escalada de violencia que vemos a nivel adolescente? ¿Es un menor incapaz de discernir entre un crímen y una gamberrada? A mí me parece que no, que sabe perfectamente qué está haciendo, pero que goza de impunidad y hasta puede sentirse "héroe" colgando vídeos en Internet... ¿Qué opinas tú?

Pues lo mismo. En estos días hemos visto noticias sobre pandillas de menores violando niñas de su edad, alguna de ellas con minusvalía psíquica. En los telediarios se ha hablado de esas niñas, de sus desgracias, han salido imágenes de ellas, y hasta sus nombres en algún caso. Hemos visto las puertas de sus casas y de sus colegios, etc.

Sin embargo, no hemos oído los nombres de los violadores, y si han salido en televisión ha sido con la imagen alterada para que no se les vieran las caras.

Hemos llegado a un punto en el que el menor delincuente tiene más protección que su víctima, y eso no es justo.

 

En fin, Miguel Ángel, disculpa mi "lapsus" aprovechando tu profesión y muchas gracias por responder esas preguntas extra-literarias... (no siempre se tiene a un abogado enfrente, yo soy muy cabezota y creo además que el hilo de la trama de Ladrón de espadas permite plantearlas). Volviendo a tus libros: ¿Para cuándo la tercera novela? He leído en la entrevista anterior que te estabas documentando para ella además de preparar algo con otros autores, algo que tu mismo calificas de incalificable y que te tiene embrujado... ¿Nos puedes adelantar alguna pista?

Pues, aunque con la promoción de Ladrón de espadas tengo la tercera novela un tanto parada, estoy en ello. Será una novela muy distinta tanto en forma como en fondo y estilo a la anterior y, para, como dice la canción, "acallar los rumores de aquella esquina", ninguno de los capítulos transcurrirá en Sevilla y tendrá como escenario distintos lugares del planeta…

Es una novela que necesita mucha documentación, por tratar temas de tipo religioso e histórico, así como por ubicar sus capítulos en diversos lugares (algunos muy lejanos y en los que no he estado nunca).

Aparte de ese proyecto, que espero retomar en breve, tengo dos más: una novela escrita a cuatro bandas por cuatro personas (algunas de ellas no se conocían entre sí hasta hace poco) y que por ese mismo motivo está resultando totalmente surrealista aunque marcha muy lentamente y una colección de cuentos infantiles para niños de cero a tres años, por encargo de una red de Escuelas Infantiles en Franquicia, cuyo primer volumen podría ver la luz después del verano, de cara al próximo curso, dado que los cuentos están adaptados al currículo educativo de esas edades.

Como ves, son proyectos muy diferentes.

 

Bueno, por mi parte ya está, pero ¿te gustaría añadir algo que a mí se me haya pasado por alto comentar?

Pues simplemente volver a recomendar Ladrón de espadas a todos aquellos lectores que quieran pasar un rato divertido aunque reflexionando sobre aspectos serios e importantes, con personajes muy humanos y enganchantes con los que vivirán aventuras impensables pero comprometidas.

Y si quieren hacerse una idea de la novela, pueden ver el Booktrailer en este enlace de youtube: http://www.youtube.com. Este Booktrailer ha supuesto un gran esfuerzo en cuanto a su realización se refiere, pues está completamente hecho en animación por ordenador y cuenta con una banda sonora expresamente compuesta e interpretada al efecto.

 

Miguel Ángel... ¡Muchísimas gracias por la entrevista y muchísimas gracias por el buen rato que he pasado leyendo Ladrón de espadas! Tengo la completa seguridad de que el libro será un éxito porque se lo merece. Mi más sincera enhorabuena.

Muchas gracias por tus palabras y por tus buenos deseos, Pilar. Ha sido todo un placer y un honor para mí el contestar a tus preguntas, sobre todo viniendo de una escritora con mayúsculas y, además, para Anika Entre Libros.

 

ver + Miguel Ángel León Asuero

 

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