Entrevista a Mario Fregoni por "Viticoltura di Qualità"

Evidentemente ignoro si al recién elegido Papa Benedicto XVI le gusta el vino, aunque sé, como muchos otros, que es un bebedor de cerveza, algo muy lógico si se tiene en cuenta que se trata de un bávaro.

Le guste o no, a lo largo de la historia han sido muchos los papas que se han interesado por este producto natural y que se han encargado personalmente del cuidado de las bodegas vaticanas, que no están nada mal abastecidas.

De esto hemos hablado con Mario Fregoni, profesor de Viticultura en la Universidad Católica del Sacro Cuore en Piacenza (Italia) y que es, sin duda, una de las personas que más sabe de vinos y que ha publicado un libro sobre el consumo de vino en el Vaticano. Le agradecemos especialmente el tiempo que nos ha dedicado ya que dispone de él de forma muy limitada.

ENTREVISTA

Profesor ¿cómo se le ocurrió la idea de escribir sobre la afición del Papa Paulo III al vino?

Como ya sabe Usted llevo una buena parte de mi vida estudiando y también investigando sobre la historia del vino. No creo que exista una razón para excluir al Vaticano y a los papas de esos estudios. Así que un buen día llegué a la conclusión de que Paulo III ha sido el Papa más enófilo de la historia de la Iglesia Católica. Ahora bien, cuando digo enófilo, lo digo como conocedor, como experto en esa materia porque, posiblemente, alguno habrá bebido mucho más que él.

Parece que en la afición de Paulo III tuvo una influencia importante Sante Lancerio. ¿Quién fue este personaje?

No, no es exactamente así. Lo que pasa es que a través de este personaje hemos tenido oportunidad de saber algunos datos interesantes. Lancerio era el sommelier del Papa y ha dejado una serie de escritos en los que se refiere con mucho detalle a los gustos de este Papa que era de la familia Farnesio y, por tanto, hombres de cierta preparación.

¿Cuánto tiempo ha invertido es su estudio?

Pues no lo puedo decir con exactitud, es un poco indefinible porque no me he dedicado sólo a esto de forma continua. En todo caso bastante.

¿Está preparando algún otro libro?

Sí, pero sin embargo, y aunque comprendo su interés, ahora prefiero no dar más datos.

Entiendo, pero sí nos podrá decir cuántos Papas han sido aficionado al vino.

Ja ja, sería más sencillo que le contestara al revés, es decir, los que no han sido aficionados porque creo que casi todos han tenido una afición, si es que se le puede llamar así, al consumo de vinos. Espero que decir esto no me cueste un problema.

Seguro que no. Señor Fregoni se ha hablado mucho de los negocios del Vaticano. ¿Sabe usted si tiene alguna empresa vinícola?

No, creo que no existe en la actualidad, aunque anteriormente algunos Papas fueron propietarios de sus propios viñedos.

Esta pregunta es quizá un poco extraña para usted. ¿Además de ser el vino uno de los protagonistas de la última cena, tiene algún otro significado para la Iglesia?

Usted mismo ha dado la respuesta. Es uno de los símbolos sacros de la Eucaristía. Aunque también el vino interviene en otros episodios como las Bodas de Caná. Posiblemente un teólogo le podría contestar con más precisión.

Usted ha escrito multitud de libros y estudios sobre el vino ¿Se atrevería a decir dónde están los mejores vinos?

Sin duda en los países de Europa. Y pese a lo que se crea, en muchos de ellos, no sólo en los tres más conocidos (Francia, España e Italia).

¿Somos los europeos buenos consumidores de vino?

Sí porque sabemos apreciar como nadie la calidad intrínseca, la verdadera valía del producto.

Para finalizar, ¿sabe cuál es el vino preferido de los Papas?

¡Hombre! Cada Pontífice ha tenido su preferencia, pero sí le puedo decir que los Papas reciben vinos de todas las partes del mundo y tienen una excelente bodega, así que pueden elegir sin demasiados problemas el más apropiado para cada circunstancia.

Pues muchas gracias Profesor Fregoni.

Saludos cordiales para su revista.

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