Anika entre libros

Entrevista a Luis Larios Vendrell por "Fin de semana y otros cuentos"

""

Firma: Juliana Trejo para Anika Entre Libros / Foto: Diciembre de 2002 Miguel Larios Thompson / Diciembre del 2003

 

Durante una reciente visita a Los Ángeles he tenido la oportunidad de charlar con Luis Larios Vendrell sobre su libro: Fin de semana y otros cuentos, literatura en general, y sus planes para el futuro. Quedamos en encontrarnos en su restaurante-bar favorito: Belmont Brewing Company que irónicamente en Long Beach se conoce simplemente como la BBC. Aunque es un día de diciembre, en la playa luce un sol espléndido y se ve a gran número de personas haciendo "footing" o montando en bicicleta.

Llego unos minutos tarde y ya me está esperando, sentado en una mesa frente al mar, leyendo: "El mal de Montano". Luis es un hombre alto, con intensos ojos azules y un aspecto general muy poco español. Lleva una camiseta azul marino que dice: Oxford University y unos pantalones marrones claros. En su mochila que ha dejado a un lado en otra silla veo que ha traído otros libros. Luis es catedrático de Lengua y Literatura Española en un instituto local, y da clases en la Universidad del Sur de California.

 

 

ENTREVISTA

 

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Cuando era muy joven todavía, leía mucho y al principio me sentí inclinado por la poesía. Quería expresar mis propios sentimientos y pasiones. Por eso la mayor parte de mi obra poética ha sido amorosa o nostálgica.

 

¿Qué autores te influyeron?

Mi padre fue alumno de Antonio Machado en Segovia y le leíamos con frecuencia. También leí mucho a Juan Ramón y poesía francesa: Apollinaire y Verlain.

 

He visto por la prensa que se habla de ti como escritor catalán ¿es cierto?

El apellido de mi madre es catalán, obviamente, pero su familia procedía de Aragón. Por otra parte, mi padre nació en Barcelona aunque su familia era originaria de Segovia. He estado en Barcelona en dos ocasiones: en el aeropuerto rumbo a Dublín, y regresando por carretera desde Alemania. Aunque los escritores minoritarios parecen estar muy de moda en estos días, tengo que confesar que soy madrileño.

 

¿Qué te interesa más el lenguaje o el mensaje?

Más que interesarme, creo que pongo más atención al mensaje. Tienes que darte cuenta que al vivir en países de habla inglesa (esencialmente una gran parte de mi vida) probablemente no tengo la fluidez de otros escritores que están en contacto diario con su idioma. Uno de mis personajes en "El cursillo" se quejaba precisamente de eso. Es la maldición del escritor que vive lejos de su idioma.

 

Pero México está ahí al lado, como quien dice...

Tengo muy pocos amigos mexicanos, y prácticamente ninguna relación con la comunidad hispanoparlante de Los Ángeles. No he visitado jamás Tijuana, y no he tenido la oportunidad de establecer contactos con escritores latinoamericanos.

 

¿Qué te hizo cambiar y comenzar a escribir cuentos?

Fue un proceso lento. Llegó un momento en que creí que tenía que explorar nuevos caminos. Al principio comencé a escribir un poco sin dirección. Cuando varias revistas publicaron los primeros cuatro o cinco, empezó a surgir la idea de terminar una colección de cuentos.

 

¿Con qué dificultades te encontraste?

Mi mayor problema ha sido vivir tantísimos años lejos de mi patria. Al principio me preocupaba saber si mis experiencias y visión de la vida pudiera ser de interés en España. Es muy diferente seguir la vida de España (o de cualquier otro país) desde una cátedra, que vivir allí compartiendo vivencias e impresiones.

 

¿Cuál es para ti el objetivo de la literatura?

Creo que en todos mis cuentos hay un testimonio de una realidad que en mi opinión está presente. Trato, sin embargo, de no volver, por ejemplo, a la guerra civil, aunque en dos o tres cuentos míos aparece porque sus consecuencias determinaron la vida de varias generaciones.

 

¿Cómo es tu proceso creativo, rápido o lento?

Depende. Algunas narraciones han surgido inmediatamente en cuestión de un rato. Otras me han tomado meses de angustía. Generalmente me gusta conocer el tema con anterioridad. Por otra parte, siempre te encuentras con interrupciones de todo tipo: reuniones departamentales, visitas familiares y de amigos, etc.

 

¿Qué opinión te merece la llamada literatura chicana?

Francamente la conozco muy poco y mal. Dicho esto, añadiré que me parece atascada en una tematica pobre y que no ha decidido todavía si utilizar el inglés o el español. Sus dirigentes parecen querer excluir a todo aquel que no tenga origen mexicano y/o que haya nacido en España. No tengo ningún inconveniente en que elijan el idioma que quieran. Pero al hacerlo en uno u otro, quedan incorporados a la literatura en esa lengua. Lo que me parece una aberración es el estudio de escritores chicanos que escriben en inglés en las clases de literatura de los departamentos de español. Lo que los estudiantes terminan leyendo son traducciones más o menos correctas de los originales.

 

¿Qué escritores españoles lees?

Ignacio Aldecoa, Camilo José Cela, Manuel Rivas...

 

¿Y extranjeros?

En los últimos cuatro o cinco años me he dedicado exclusivamente a leer nada más que autores españoles. Es simplemente una exigencia de las pocas horas que tenemos al día disponibles.

 

Una de las cosas que me ha impresionado en "Fin de semana y otros cuentos" ha sido la alienación que sufren casi todos los personajes.

Efectivamente, todos mis personajes existen en un mundo que ha sido muy duro con ellos. La alienación en la literatura me ha interesado desde hace muchísimos años. Comencé a ver el problema tras leer el magnífico estudio de Claudio Guillén sobre la novela picaresca. Hace años preparé un trabajo comparativo sobre este tema en la obra de Graciliano Ramos, Albert Camus, y Richard Wright. Se lo mandé a Cela pero no me lo llegó a publicar.

 

¿Cómo fue tu relación con Cela?

Magnífica. Conmigo, tengo que confesarlo públicamente, se portó estupendamente. En 1967, creo recordar, le escribí desde Irlanda pidiéndole que me mandara un ejemplar de su libro: Nuevas andanzas del Lazarillo de Tormes. Al poco tiempo me llegó un ejemplar dedicado con una simpatiquísima carta. Dio la casualidad que por aquellas fechas una revista inglesa me pidió un trabajo sobre Pascual Duarte y le volví a escribir. Me invitó a que le visitara en su casa para que hablaramos sobre el tema. Recuerdo que una noche (quizás estando presente también Robert Graves) y después de unas cuantas copas me dijo con aquel vozarrón tan suyo:

"Mire, Larios. En Inglaterra está usted perdiendo el tiempo. El dinero está en Estados Unidos".

Una vez en este país le mande varios trabajos (sobre Borges y Vallejo) y me publicó la primera selección de mi poesía. Le vi por última vez en 1982 con motivo de su visita a la Universidad de Arizona. Allí le hice una entrevista para la radio que he vuelto a encontrar recientemente entre mis papeles y que pienso mandar a la Fundación Cela.

 

Volviendo a tu libro, las relaciones humanas que se observan en tus personajes tienden a ser negativas. ¿Te parece correcta esa afirmación?

Sí, me parece acertada. También hay una preocupación con el suicidio como alternativa a una existencia en la que no existe otra salida mejor. Mis personajes tienden a estar alienados y a no tener relaciones estables con otros seres de su contorno.

 

¿Hay elementos autobiográficos en tu libro?

Sí y no. Al principio en mis cuentos la realidad literaria era mi realidad personal. Poco a poco, afortunadamente, fuí descubriendo mi propia creatividad apartado de mis experiencias personales.

 

¿Qué escribes ahora?

Precisamente estoy trabajando en unas narraciones de misterio y crímenes cometidos en diferentes países. En una de ellas, el personaje central viene a este mismo restaurante a tomar su magnífica cerveza. Se titula: "Asesinato en Long Beach". También estoy terminando una introducción sobre Raymond Carver y la traducción de uno de sus cuentos. Tengo también otra traducción de Carol Joyce Oates que me gustaría publicar.

 

¿Por qué no escribes en inglés?

Mira, uno de los escritores que más admiro es Joseph Conrad, precisamente por su habilidad para escribir en inglés habiendo nacido en Polonia. No creo que tenga esa habilidad. Desde 1976, sin embargo, escribo reseñas literarias para la revista "World Literature Today". Domino el inglés que pudieramos llamar "académico". Escribí un par de cuentos en inglés y mi mujer, que es norteamericana, me recomendó que siguiera escribiendo en castellano. Según ella mis cuentos se leían como malas traducciones al inglés.

 

¿Piensas volver a la poesía?

Probablemente, no. Fue una etapa de mi vida que ya hoy está superada. Lo que creo que será mi próximo paso es la novela.

 

¿Qué te parecen los premios literarios?

La Asociación de Escritores Latinoamericanos de Nueva York me concedió el primer premio por uno de mis cuentos: "Londres, 1963 - Madrid, 1993". Desgraciadamente todo el mundo parece creer que los premios literarios en España están concedidos por anticipación, y te confesaré que he leído alguno que otro de los premiados y me han parecido aburridísimos.

 

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Seguir escribiendo y regresar a España. ¿Pedimos otras cervezas?

 

ver + Luis Larios Vendrell

 

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentarios de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar